lunes, noviembre 15, 2004

Rudi

¿Alguién se acuerda de esa película?, un chavalín que quiere jugar football americano en la Universidad de Nueva Orleans, entra a la Universidad, entra al equipo, pero el entrenador nunca lo deja jugar por que dice que es muy chaparro para ese deporte.
Rudi no falta a un sólo entrenamiento en toda la temporada, no falta a u sólo juego, siempre equipado es el más puntual, el que llega antes, el que antepone el football ante todo pero la peli no termina en final feliz. En el último entrenamiento Rudi decide no ir por que ya está harto y al menos hará eso por orgullo pero al final llega junto con la ovación de sus comapñeros al entrenamiento final. En el último juego todo el equipo pide al entrenador que deje jugar a Rudi y si no lo deja, los demás no juegan y van dejando todos sus jerseys en el escritorio del coach, el entrenador accede voluntariamente a fuerza pero al final... le aplica la juvenil y no lo deja jugar. Termina la temporada, la universidad y Rudi jamás juega para la New Orleans University.
Cuando yo era capitán del equipo de baloncesto decía que no importaba si le echabas muchas ganas en los entrenamientos, tenías derecho a jugar sólo si eras hábil en la cancha, aunque faltaras, aunque tuvieras una mala actitud podías jugar si eras bueno, y ese criterio aplicaba en los partidos para meter a la gente a jugar cuando no estaba el entrenador.
En Madrid me mato por el basket, voy a entrenar todos los días, cambié unas clases para que no se solapen con los enternamientos, estudio las jugadas en la pagina de internet, no he faltado a un sólo partido a pesar de hacer viajes de 1 hr 30 min. en el Bus, juego por las noches en el parque cercano a la casa y voy al Gym, pero no sirve de nada.
Ahora sé que estaba equivocada, sí importa la habilidad pero la actitud para con el deporte es igual de importante, yo tengo la actitud, me estoy matando para el equipo de Europa pero creo que el entrenador sigue sin darse cuenta, el equipo lo nota, el entrenador no, supongo que no importa lo que haga, todos recibimos una cucharada de nuestro propio chocolate alguna vez, tal vez me convierta en el Rudi de la Universidad Europea de Madrid. Me lleva.

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