viernes, mayo 30, 2008

Otra vez YOP!

Después de un intrincado mes, y digo intrincado en toda la literalidad de la palabra, siento que por fin vuelvo a ser yo.

Las últimas 4 semanas traje una actitud de amargués total. La verdad todo me salía mal, y lo que no podía salir mal salía peor. No tenía hambre, no dormía bien y estaba en un estado de constante mal humor, que traía consigo unos dolores de cabeza intermitentes y cojonudos que no ayudaban en nada a la situación.
Finalmente ayer fui a Celtics, al cumple de Nay. Me parece que Heineken, una buena plática y un saxofón a tono cambiaron mi manera de ver las cosas, o al menos mi actitud -cabe mencionar que acabo de ir al banco y casi me rompo la madre a causa de un adoquín suelto. Sin embargo me valió enteramente madres. Si eso hubiera pasado ayer, creo que le hubiera mentado la madre al adoquín, y al diablo con él su tía y su abuela, lo hubiera pisado 98 veces y hubiera maldecido mi suerte otras 98, pero pasó hoy afortunadamente, y simplemente me repuse de mi cara de espanto al sentirme volar contra mi voluntad y cuidé un poco más mis pasos.

Tengo un dolor de cabeza espantoso producto de la cruda inherente a la jarra de ayer, que la verdad ni tomé tanto, pero entre las chelas que hace tiempo habían estado ausentes, la desvelada, y la torta de carnes frías que me comí en el monchi madrugador no hay quien pare este síntoma de mal-borracho. Me tomé un red bull, bendita sea la bebida esa que equivale a 12 tazas de café porque definitivamente reviví, me tomé otro café -¿porque no?- de vainillita delicioso y me compré un té verde de esos de "Arizona" a ver que tal. La dosis de aspirina no ha surtido efecto, pero ahora que lo pienso, con tanta madre que me he tomado, está difícil que se me quite el dolor de cabeza, eso sí, la hiper actividad en su punto máximo.

Salvo por ese detalle de salud, hoy me ha ido bien, me vine en fachas -las permitidas en esta H. compañía- cómodamente, dejé el coche en el otro estacionamiento lo que me dio oportunidad de pasar al 7-11 a comprar mis remedios comerciales, ya tengo el famoso token del banco (porque soy chica totalmente Internet), ya pagué las jodidas tarjetas que no me dejaban en paz, -carajo, el dolor de cabeza en serio se está poniendo pesado- ya estoy YO en paz.

Y bueno, vuelvo a ser esa que aunque pasé por una reja justo cuando el aspersor se enciende, sonríe. Las cosas malas o gachas pasan, no podemos evitarlo, pero lo que podemos ahcer es ponerles buena cara, porque comprobadísimo en estas semanas, combatir fregaderas con corajes empeora todo.

Entre otras cosas, y porqué decidí no otorgarles el espacio de un post específico a los gringos hijos de su chingada madre, comento. Antier fui por la VISA de ese país de porquería, y aclaro que siempre he pensado que es una nación que apesta, al punto de no haber querido ir a Disneylandia con la familia con tal de no pisar territorio yanki y por supuesto, no darles ni un centavo a los gilipollas del norte. Me la dieron sí, por un mes los muy pedorros. Claro, sí la razón de sacarle es un pinche viaje a Las Vegas para asistir a una conferencia del trabajo, pues como ¿para que chingados necesito yo una VISA de 10 años? Sí la lógica es profunda. Y hasta me hicieron el santo favor, porque no tenía yo una carta donde dijera que yo, Veronica Lopez Fernandez, en pleno uso de mis facultades mentales soy requerida expresamente por sobre Dios y todas las cosas vivientes del planeta para asistir a tal conferencia en la ciudad hija de puta en el estado de Nevada. "Su VISA ha sido aprobada por un mes" ¿ah sí? ¿no prefiere rentármela por 5 días a mitad de precio? A esa si que le mente la madre, el padre y la abuela, pero claro, calladita y en lo más profundo de mi ser. Cómo si la muy imbécil no supiera que voy a estar viajando constantemente a su chingado país por cosas del trabajo, si esos cabrones saben hasta cuando vas al baño y si haces bien, mal o más o menos. Pero no le dejo toda la culpa a su esquizofrenia-paranoia que causa este tipo de pendejadas, la verdad el 50% de la culpa por la que este trámite es tan mamón, la tenemos nosotros, bueno el gobierno, que permite tanta sandes, digo yo, ¿en que cabeza cabe permitir que te cobren 140USD por el trámite como si la mica estuviera bañada en oro?, permitir que te cobren te la den o no te la den, no manches, aparte de la tenencia es de los pagos más pendejos que he conocido -y tenido que hacer. Y ante todo, ¿porqué jodidas madres nuestro H. gobierno permite que nos pidan VISA mientras nosotros les damos paso libre para que vengan a arruinar nuestros manglares? ¡Y hasta usamos su moneda como unidad de valor oficial en ciertos estados! No, no, no, si ellos son cabrones, pero no más de lo que nosotros somos pendejos, o mejor dicho, agachones.

Si esa frase tiene el mayor sentido de la historia, "Tan lejos de Dios y tan cerca de E.U." Como no fui a nacer en Zanzíbar, alejada de tanta cochinada burocrática y capitalista.

A que rico es explayarse, y que bueno que los blogs no vetan las groserías porque me habría metido en un problema redondo.

Sin más, me voy creo a saludar al Dios de porcelana y sacar de mi sistema el te verde, el café, el red bull y las aspirinas, o me quedo aquí y sigo observando al duendecito verde que salta por mi teclado...

miércoles, mayo 28, 2008

Me pregunto

Me pregunto si algún día se me olvidará todo, digo todo, lo que no quiero, lo que no espero, lo que no puedo tener, lo que no me gusta. ¿Se me olvidará?

Me pregunto si algún día habrá canciones que no me hagan recordar nada, si podré pasar por algún lugar o ver unas fotos sin sentir nada raro, si algún día todo cambiará y dejaré de sentir ciertas cosas. O de soñarlas. O de esperarlas.

Me pregunto si es cuestión de olvidar o de superar, siempre me he inclinado por la segunda, me parece más lógico.

Me pregunto si un día yo cambiaré, de verdad, y dejaré de hacer esas cosas que hago, y de decir esas cosas que digo, y de pensar esas cosas que pienso. Si algún día cambiaré y buscaré otras cosas, y dejaré de escribir estas, y encontraré mejores. Si algún día se me quitará esta locura, si alguna vez dejaré de decir groserías, si otra vez me gustará el mango, si dejaré de aborrecer el protocolo si dejaré de extrañar.

Me pregunto si algún día dejaré de mirar el teléfono como lo hago, o de pasar por Perisur con nostalgia e ilusión, lo mismo que cuando veo pasar un vocho blanco. Me pregunto si dejaré de hacer comentarios como el del sábado, "pensaste que venía mi hermano" quita un lugar.

Me pregunto si llegará el tiempo en el que otro continente no signifique tanto, y una palabra secreta no me detenga el ritmo cardiaco, y una situación persistente no me haga enojar. No sé si llegará el día en que todas esas cosas simples, fugaces, necesarias y reitrantes me dejarán de afectar.

Me pregunto si alguna vez dejaré de escribir con estos tonos de poeta frustrado, o de componer canciones ya hechas que hablan de despedidas torpes y reminicencias sentimentales. O de cantar como si el destino pudiera escucharme.

Yo me pregunto. Y me preguntaron ¿que vas a hacer? y yo contesté: "Nada".

martes, mayo 20, 2008

No te quedes con nada dentro



Estaba yo leyendo un blog -como siempre- y decía: "...donde el 80% de las veces quien me cita ahí me deja plantada (debería aprender que no tengo que citarme ahí con nadie nunca más). Y recordé cuantas veces he hecho yo eso.

No me eximo de haber dejado plantada a alguna persona alguna vez, bueno, siempre aviso, jamás he dejado a alguien así nada más esperando, ni siquiera por una llamada telefónica, pero de todos modos he roto el compromiso a última hora que viene siendo lo mismo. Pero menos gacho.

Y me surgió la curiosidad de porqué somos así. Tan esperanzados, tan buscadores de ilusiones. Porque a veces sabemos perfectamente cuando algo no va a suceder y sin embargo lo esperamos, dejamos la puerta abierta, el teléfono bien colgado, la agenda libre, lo que sea necesario para que eso que nunca pasa pueda pasar esta vez si es que pasa. Y hay veces que decimos "¡a la chingada!" Y nos largamos y apagamos el teléfono y hacemos todo para que si eso que nunca pasa, llega a pasar vean que no siempre estamos disponibles, y sin embargo, al final del día no se deja de sentir cierto dejo de culpabilidad por haber desaparecido sin previo aviso, y claro, desperdiciar la oportunidad de que eso que nunca pasa haya pasado sin tu estar disponible o pensar que eso que nunca pasa podría haber pasado si hubieras estado disponible. O que simple y sencillamente eso que nunca pasa no debe jamás pasar.

Por ejemplo, -y no me voy a meter en utopías sentimentalescas- yo hago muchos de mis planes con base en mi regreso a España. Quiero decir, puede que no pase, pero tengo tan presente el regreso a España, el sueño de vivir por fin en la tierra prometida y amanecer cada uno de mis días con el sol de Barcelona que, mis compras, relaciones, trabajo, dinero, etc. los enfoco y encamino hacia el otro continente.

Prefiero comprarme un cochecito barato y dejar de pagar mensualidades apra ahorrar e irme.Prefiero no involucrarme sentimentalmente para no romperle el alma a nadie cuando me vaya. Ni rompérmela yo.Prefiero vivir un poco lejos del trabajo que pagar más renta, más cerca. Para seguir ahorrando.Prefiero ahorrar todo el dinero en vez de gastarlo en gadgets, luxury y vacaciones porque cuando me vaya lo necesitaré.Prefiero trabajar en una empresa internacional para buscar la oportunidad de irme por medio de la misma y no sufrir consiguiendo trabajo.

Y así muchas cosas más.

No sé si es algo que de verdad va a pasar, tengo el decreto de que pasará, el deseo y las ganas, hasta los planes y el budget, sin embargo podría no pasar y mientras tanto yo conduzco mi vida solamente por los caminos que lleven a la madre patria. Y si no pasa, de cualquier forma yo tengo el depa lejos, la soltería, el minilmalismo. Como el teléfono bien colgado.

Así somos. Todo mundo haciéndose el racional, cuando en verdad lo que nos distingue es lo soñadores. No pensarían que se nos iba a otorgar la mente nada más para aburrirnos ¿o sí?

Por ahí anda el titiritero, lo puedo ver, sonriendo con esa mueca de concetración característica, moviendo las piezas de la maqueta, a ver que sueños se cumplen y cuales no. Y en que momento.

viernes, mayo 16, 2008

Sudores? Calor? Palpitaciones? Subida de presión? no culpe al amor, es la menopausia.

Estrés, preocupación, cansancio, falta de sueño? no culpe al amor, es el exceso de trabajo.

Canta desfinado y a todo pulmón? Habla sólo? Se ríe de repente de la nada o de usted mismo?

Mira al horizonte esperanzado? no culpe al amor, es el tráfico.
Mucho café? Mucho Red bull? Muchas vitaminas? Mucha sociabilidad? no culpe al amor, es la fiesta.

Desconcentración? Olvido? Torpeza? Ideas locas? no culpe al amor, no debe beber en el trabajo.
Felicidad? Exitación? Ganas de fiesta y convivencia? Plenitud? Satisfacción? no, no culpe al amor, es día de paga.

Celos? Murmuraciones? Ganas de partirle la madre a alguien? no culpe al amor, ascendieron al babosos de al lado.

Planes a corto plazo? piensa en el futuro? Ahorra? no culpe al amor, le han vacaciones.

Todas las anteriores apareciendo en un minuto, desapareciendo al que sigue y cambiando constantemente? CULPE AL AMOR.

lunes, mayo 12, 2008

El maravilloso mundo de la tecnología

Ahora vivimos conectados como desauciados de la vida natural. Yo me vuelvo loca cuando la computadora de la oficina no funciona, o cuando se cae la red inalámbrica en casa. ¡Oh Dios! ¿¡Cómo voy a bajar música ahora?! y se me acaba el mundo. No se diga el celular, que si lo olvido entro en páncio y vuelvo corriendo por él, o a veces he pedido que porfavor me lo traigan a la oficina.

Por ejemplo; la semana pasada fue difícil. Estaba en el nuevo trabajo y practicamente no existía. No tenía computadora, ni dirección de email, ni gafete, ni teléfono nada. Era horrible porque llegaba a la oficina y no tenía anda que hacer. Revisar presetnaciones, comunicados y leer manuales hasta reventar. Si quería un refresco, ir a comprar algo a la cafetería, o salir a "orearme" no podía, porque tenía que pedirle a alguien que me acompaañra y así poder abrir los accesos. Par irme tenía que esperar a que alguien se fuera y me acompañara hasta el estacionamiento, de otro modo estaba atrapada en esta H. compañía. En fin, así toda la semana pasada hasta que ofiialmente empecé a existir con mi gafetito, el phone, la cuenta de correo -que no queda bien configurada- la maq. prestada en lo que llega la lap, etc. Ahora la cosa va mucho mejor pero sigo sin hacer mucho. Porque la cuenta de correo no está bien, y aquí básicamente sin cuenta de correo no trabajas, la gente no sabe que existes y no puedes hacerte cargo de nada.
¿Y porque la tardanza? ¿No hubo previsión? Sí la hubo, o no, bueno es algo muy extraño porque no puede haber previsión. Puedes pedir la computadora por ejemplo, hasta que la persona está en la oficina, instalada, sino no. Y una vez pedida tarda de 2 a 3 semanas. Entonces, no puedes pedirla con anticipación para que cuando la persona nueva ya tenga todo listo para trabjar porque va en contra de las reglas, y cuando la persona ya está lista, tienes que esperar que te traigan las cosas unas 2 o 3 semanas, porque eso tarda la cuestión. Ilógico, ridículo, protocolo improductivo, como le quieran llamar, pero me parece una reverenda estupidez. Mientras a seguir posteando para que no me duerma.

Vuelvo al tema de la tecnología.

Yo recuerdo que cuando abrí mi primer email, que era de yahoo, lo abría para ver correos de mi hermano donde me decía que sólo escribía apra saludar, correos de mis amigos para quedar en algun plan de fin de semana, correos de maestros, tareas y nada más. Luego empezaron los chistes, luego los cuestionarios, luego als cadenas, las presentaciones y finalmente los videos. Ahora abres el mail y tienes 47 mensajes pendientes de puras pendejadas.

Ahora abro el yahho-hotmail-gmail y primero borro todos los mails de direcciones desconocidas y títulos "usted es el ganador de..." para ir dejando los "importantes". Luego borro todos los repetidos y nada más dejo 1. Luego borro los de título cadena como: "esto le paso a mi primo-hermano-segundo-político en San Juan de las manzanas, lee hasta el final". Y finalmente me pongo a revisar los mensajes.

10 son notificaciones del hi5, facebook, myspace, etc. otros 10 de que hotmail se cerraá y te costará 1 ojo de la cara y un hechizo de las brujas del cerro de la ingada volver a abrir tu cuenta. 10 de ataques contra Lopez Obrador y otros 10 contra Calderón. 1 de recordatorio del cumple de tu compa de la chamba, 1 que te mandaste tu mismo con una info que quieres revisar en casa, 5 presentaciones .pps de chistes y filosofías para que seas mejor persona y tengas una vida mejor, 1 médico contra lo que sea que pueda darte a ultimas fechas, sobre todo si eres mujer, 2 videos de magia, 1 de publicidad y finalmente 2 o 3 de amigos y familiares con alguna reseña de sus aventuras.

Sí, es padre leer chistes, presentaciones reflexivas, videos interesantes y en mi caos ver comerciales del festival de cannes pero me pongo a pensar, ¿que cantidad de tiempo se peirde en esto? ¿es realmente importante?. Bastarían con los mails tipo agenda, para compromisos, saludos felicitaciones. Algunas presentaciones informativas como las médicas que relatan ultimas noticias (que igual se puede leer el periódico. ¿Pero es realmente necesario invertir 1hr. del tiempo en revisar tanata burrada? Yo ya sé que AMLO es un pendejo, no necesito 5 pps para recordarlo, yo ya sé que la política apesta, no necesito firmar una cadena para salvar la patria, y así puedo seguir con todo. No sé, siento que el mail se volvió una adicción-necesidad sin sentido. Por eso casi no reciben mails míos, de verdad que sólo reenvío lo que vale la pena. Aunque claro, no soy quien para juzgar.

Luego la onda del celular. Ayer mencionaba mi tía que seguramente moriría sin el celulara a lo que contesté: "es que nadie tiene el teléfono de mi casa". Sí, el cel es más útil, porque va a donde tú vas pero me dio algo de trsiteza saber que nadie tiene el número de mi casa. Como antes. Y que dado el caso, era muy necesario que trajera mi cel. porque era la única manera de localizarme. Me acuerdo que ates, mis mejores amigos tenían el teléfono de mi casa, el de mi abuela y el de mis tíos, por si acaso. Y de un modo u otro siempre nos encontrábamos.

Y sin embargo apsa que, cuando es realmente necesario ni usamos la tecnología. Por ejemplo, hace como 3 meses, un amigo de mi hermano que tuvo en la primaria se encontró con mis papás en un restaurante -bueno también estaba yo pero a mi no me reconocía- se acercó a saludar, se presentó, platicaron un rato de los tiempos de antaño y finalmente mi papá le dió se mail para futuras relaciones y para darle el mail de mi hermano que en ese momento no recordaba la dirección. Es hora que mi papá no ha tenido noticias del muchacho. Y pienso, bueno, esto era algo padre, algo lindo, utilizar el mail para encontrate con un amigo de la infancia, pero este chico no lo ha utilizado. Sin embargo, cuantos mails habrá mandado en 3 meses que no tengan razón alguna y a gente que tal vez ni siquiera conoce pero está en su lista. En fin, cada quien.

A veces olvido el celulara, entro en pánico, pero ultimamente no regreso por él, quien hable que deje mensaje, y si me pierdo de algo ya será por una buena razón. A ves lo dejo, para que no me estén molestando.

O la idea del home office. Sí es padre poder trabajar desde casa, epro por otro lado implica que el remote access te hará una "oficina a bordo". De modo que, si tienes una gripa mortal, puedes quedarte en tu casa, pero trabajando, tienes que levantarte temprano y conectarte a la hora para trabajar, tienes que atender todos tus pendientes, conectar tu teléfono a la red y contestar todas tus llamadas, y puedes desconectarte a la hora marcada. Sin pretextos, nada de que me siento muy mal no voy a trabajar y me quedo durmiendo y viendo tele, no, para eso está el home office. Ya si terminas en el doc. es otra historia. O si te vas de vacaciones y hay algun proyecto del que no te puedes despegar, no importa, llévate la lap, y trabaja con el remote access ¿y las vacaciones? Como todo, pros y contras.

O el messenger. Me gusta. Ahora resulta que hay gente que está conectada 24 x 7, igual les hablas y no están, pero están conectados, hay varios usuarios que ni conoces o con los que nunca hablas, pero están conectados. Hay unos que se conectan 10segundos y se van, hay otros que están conectados todo el tiempo y todo el tiempo te dicen que ahorita no pueden hablar y así, uno se conecta por conectarse, nada más, como si quisieramos indicar que estamos vivos, y vivos on line. O por ejemplo cuando tenía pareja, era mortal esto del msn, porque en una discusión no había réplica, ante un atentado de alto nivel, simplemente ya no me contestaba. De ahí me viene la mente tipo Amelie, aprendí a inventarme las respuestas a todas mis preguntas y curiosidades inconclusas.

Y así vamos por la vida con otras cositas como el ipod, iphone, balckberry, laptop, reloj hagalo-todo-con-el, parrot, gps, etc. ¿Y que hacer? seguir con la marea porque si no tienes todas estás cosas, lo mismo da que te mudes a una isla desierta.

Hombre que buena idea. Lo de la isla... porque desierta... no, mejor me llevo a todos mis compas y que también se desconecten.

Ah sí, también todos tenemos blog ¿verdad? jajaja.

viernes, mayo 09, 2008

El camino amarillo... en motocross!

Empiezo a pensar que la vida -al menos la mía- es como una carrera de motocross. El camino se ve difícil y cuando te lo describen hasta espanta, pero una vez montando tu moto empiezas a sentir el motor, la velocidad la adrenalina y todo se te olvida. A veces hay curvas, topes, desfiladeros, subidas y bajadas que hay que tomar con precaución. A veces no ves una piedra y te das en la madre contra el piso, otro competidor o hasta tu compañero de equipo. Pero nunca es invalidante. Te levantas y vuelves a tu moto, otra vez el "rrrrrrrrrrrr" y el brinco del vehículo biciclo te avientan a la carrera. Como todo, hay rectas y partes asfaltadas donde podrías manejar con los ojos cerrados, descansar, eso sí, no puedes dormirte nunca, porque hasta en el camino más seguro dormirse es fatal.


Siguiendo está analogía -cómo me gustan verdad- he encontrado que en mi vida para tener una recta y descansar, necesito primero pasar por un camino de terracería lleno de baches, hoyos y pendientes, y luego cuando ya estoy maldiciendo hasta por lo que no me afecta BOOM! se viene la recta y todo es tranquilidad. Lo mejor de mis carreras, es que las rectas duran.


Estoy contenta -por si no lo han notado- después de tanto quejarme y "sufrir" en mi antiguo trabajo, antiguas relaciones, antiguos compañeros y otras cosas más, de nuevo salí de la curva para encontrar la recta y no me puedo quejar de nada.

En un día como hoy en el que todo ha salido bien, en el que me estoy desayunando un muffin delicioso con un cafecito de "te chai vainilla" patrocinado por esta mi nueva empresa, en el que ya soy libre y oficialmente HP, en el que salí espantosa en la foto del gafete como debe de ser, en el que voy a salir temprano porque es viernes, en el que agendé una reunión con el CEO WW, definitivamente no puede estar menos que contenta.


Y seguiremos en la recta.


Hasta que la cosa se ponga aburrida y haya que tomar el camino intrincado para ponerle sabor.


Y salir a la nueva recta.

Uno viejito

Este mail no lo iba a subir, pero leyendo los borradores de hoy, me pareció que me había quedado padre y que tal vez, a alguien le podría servir. Noticias pasadas de cualquier modo.

21 Abr 2008 - 02:47pm (blog data)

Yo de verdad no entiendo está capacidad que tengo de hacer el estúpido en todo momento. Estoy de malas, muy de malas, no he dormido porque quien sabe que coño pasa en la noche que me tardo horas en dormir y me despierto a cada rato después de soñar mil y un estupideces.

Creo que estoy estresadita, y luego la gente que no coopera. Yo no entiendo de verdad, estoy cayendo en una ignorancia absoluta de la psicología humana y más de la mía. No entiendo porque la gente se toma atribuciones que no le corresponden.


Una vez encontré una botella de vino en mi alacena, cosecha... 1989? un Vega Sicilia de esos que no consigues nunca jamás. Lo encontré porque estaba con un amigo pintando y tuvimos que sacar cosas de la alacena para poder moverla. Y me dijo: "ni lo muevas, para que todo el sedimento se quede en el fondo y no se mezcle". Consentí en que era una excelente idea y lo dejamos donde estaba tratando de mover lo menos posible y con el máximo cuidado, el mueble.


Bueno hay cosas, ideas, sentimientos que son como el vino, que es mejor "no moverle" no mezclar. Sobre todo si lleva asentado mucho tiempo. Pero yo... como últimamente mi hobby es hacer el tarugo, justo voy y agito lo que menos debería.


Me paso el 20 de Marzo del año pasado, cuando sonó el teléfono y 2min después mi mamá me decía que era él. Todavía incrédula, pregunté: ¿quien habla? a lo que me contestó por supuesto: Sabes perfectamente quien habla. Después de unos 5-10min de una plática casi carente de sentido concluyó que me llamaría, que no era necesario intercambiar los números de celular, y me dijo: "el diablo aparece cuando menos te lo esperas". Me reí -porqué por el teléfono es difícil pegarle a una persona- y colgamos. Hoy a más de un año de lo sucedido, sigo esperando que llame y a veces, de verdad creo que lo hará.


Así hay muchas cosas que siempre he esperado aunque por dentro yo sé que no sucederán. Como encontrarme a mi hermano por ahí, de buen humor y poder platicar. Como encontrármelo a él y comprobar que el diablo sí aparece cuando menos te lo esperas, como que llame a fin de cuentas quizás para avisarme que se muda a Australia, como llegar a mi departamento y encontrarme a alguien en las escaleras con sus maletas, como que mi amigo el que se casó me confiese por fin que efectivamente se casó. A fin de cuentas ¿a mi qué?


De repente hay cosas que pasan, que no esperas y pasan, como que después de 5 meses por fin te digan "vamos por un café" y te agarran en la idiota -que otra cosa si no- y nada más dices que sí. Luego te pones a pensar en la idea original de ese café, y te ves al espejo y piensas: "yo para que caramba quería tomarme un café con esta persona?" Y concluyes que, dado que has olvidado el propósito original, simplemente irás a ver que es lo que, más bien, te quieren decir a ti. Así mientras te medio pones decente porque no has hecho nada en todo el día piensas en cómo aprovechar el momento, porque pueden pasar años sin que se vuelva a dar. Piensas en qué decir y en no guardarte nada de lo que has querido decir antes. Juegas con las posibilidades de lo que te pueda decir: "mmmh, a lo mejor se va a casar, todo mundo se está casando", "a lo mejor se va a mudar a otro país y quiere que le de unos consejos", "a lo mejor tiene una propuesta laboral y no sabe qué decidir". Después de todo siempre he sido esa persona que sabe qué decir en el momento que hay que decirlo. Soy un buen consultor. Y así, de repente hasta se te ocurren idioteces nada más para divertirte: "me va a decir que es un alien y viene a despedirse porque su nave ha vuelto para llevarle de regreso a casa". Pero el tiempo pasa, las ideas se están agotando y no termina por llegar. Hasta que suena el teléfono y no, ya no se va a poder ese día, quizás mañana. Justo a tiempo tu mejor amiga te saca de casa por unas chelas, mejor, así dejarás de pensar.


Lo lógico es que al día siguiente trates de armar tus planes por si acaso de verdad te llama y te dice que ahora sí, que hay que ir por el café, pero terminas en ese ridículo papel de llevar el celular hasta el baño, no vaya a ser que necesite algo. Y en el GYM el celular, y en el restaurante el celular, y en casa de tu abuela el celular. Hay momentos en los que te preocupas, y hasta piensas que algo le pudo haber sucedido, que por eso le urgía hablar contigo pero ahora por X circuntancias no se puede comunicar, tal vez debas hablarle, pero no, porque podrías repetir los 5meses de espera, porque podrías volver al terreno de YO te pido el café de nuevo y la verdad, esta vez no tienes nada que decir. Seguir esperando. Quizás hasta la noche, quizás llame a la misma hora que llamó ayer, por alguna razón me parece lógico, pero tampoco pasa. Debías haber ido al cine como habías planeado, pero esa idiota idea de que podría suceder una emergencia no te dejaba. A cierta hora, decides que es mejor ponerte la pijama y dejar de hacer el tonto, ahora sí que piensas que has hecho el tonto todo el día, que de verdad fue tonto llevarte el celular al baño y te ríes, y piensas que no es la primera vez que haces ese tipo de ridiculeces y que sabías perfectamente que no llamaría porque nunca lo hace, que no es la primera vez que te quedas esperando, y por algo que ni siquiera era de tu interés sino del de esa persona, pero al final, como siempre tú terminaste siendo la preocupada. Y piensas que otra vez la regaste y que no tienes porque ser incondicional con alguien que no lo es contigo y claro, ahora recuerdas que toda la vida te ha dicho mentiras, que tú por decente nunca le haces ver que siempre te has dado cuenta, y que por supuesto el compromiso de última hora que le impidió ir por el café, era también -otra vez- una mentira. Lo que pasó realmente es que al final, ya por salir, llamó la persona correcta, y ya no necesitaba más de tus servicios, pero para qué quedar mal diciendo la verdad, si se puede quedar medio bien diciendo una mentira, es lo más inteligente porque siempre le crees. Pero apagas la luz, checas el celular, las llamadas, los mensajes, no sea que algo se te haya pasado, activas la alarma y recuerdas que en estos 5 meses habías decidido que si llamaba le dirías que no, porque ya no te interesaba hablar, porque ya no tenías nada que decir, porque habías dejado la botella de vino asentándose y ya no querías moverle. Pero ¿sabes que terminaste haciendo? mandando un mail, esperando que todo esté bien, diciendo que si necesita algo ahí estás. Sin reclamos, sin preguntas, sin detalles. Y ahora estás de malas, muy de malas, porque volviste a hacer lo mismo de siempre, el estúpido, porque otra vez la que está enojada y decepcionada eres tú, ¿su culpa? no, la tuya, por dejar que siempre pase. Siempre. Por estar esperando otra vez, que te conteste el mail.

jueves, mayo 08, 2008

A veces...

... como que me gusta hacer el éstupido de una manera sorprendente. Me doy cuenta. Prometo no hacerlo... mucho. Porque no puedo prometer no hacerlo, sería mentira y le quitaría la diversión, pero prometo hacerlo menos, por salud mental y por salud de este blog, que odio cuando lo convierto en telenovela. Lo que pasa, -y no es justificación- es que a veces como dice Mafalda, parece que se entra a la vida por la puerta de atrás. O algo parecido.















viernes, mayo 02, 2008

Otro sueñito

Otra vez soñé con él. Y con ella, porque siempre que sueño con él aparece ella, en el mismo papel, como tratando de advertirme que quedarme con él no es la mejor decisión. Es raro.

Estaba en un evento de la oficina, terminando ya, entregando unas notas en caja y haciendo otros asuntos inherentes a esos eventos. La escena era en algo parecido al Fridays del aeropuerto, pero gigante. Caminando entre las mesas llegué a notar que había mucha gente de la prepa, y entonces mientras me dirigía a la barra recordé que había una reunión de la prepa, justo después de mi evento. Montse ya había llegado a aclararme todo el asunto.
Bebía un vodka tonic en la barra cuando vi a su prima, y me sorprendí. Montse enseguida se apresuró a decirme si sería posible que él hubiera venido a lo que respondí que no, que además de no ser una persona muy afecta a esas reuniones, yo no tendría tanta suerte de encontrármelo así de pronto, sin más ni más, en el restaurante que yo dirigía hasta el momento. Pero su prima pasó junto a nosotros y dejo tras de sí la vista despejada en la que asomaba su perfil. Sentado con el look de siempre, con las manos juntas y la sonrisa a medias platicaba con alguien, una chica, alguien nueva. Y yo me di la media vuelta y me fui, no sin antes escuchar como siempre, la misma y repetida frase de Montse: "¿No vas a ir por él?". No vas a ir por él... como si me perteneciera.

Terminamos todos en un hotel. Al parecer era una reunión como de fin de semana y estábamos en ese hotel tan parecido a los dormitorios universitarios que de no ser por la extravagante recepción no parecería hotel. Y yo vagaba por los pasillos, buscando mi habitación y no, pensando que tal vez David no se había quedado, que tal vez sólo había ido a la comida del restaurante y se habría regresado esa misma tarde, y que tal vez otra vez había desperdiciado la oportunidad de hablar con él. Pero es que en estos sueños siempre estoy confundida y algo asustada.

Lo vi pasar y supe que sí estaba en el hotel. Sin duda el me vio a mí, cruzó casi rozándome hacia las escaleras pero no se detuvo, y yo volví a decidir que no lo buscaría. Terminé de nuevo en la barra, tomando cerveza y maldiciendo su arrogancia cuando llegó ella. Mónica con ese look desenfadado como si fuera menor que yo que siempre porta en mis sueños me alejaba la cerveza mientras me preguntaba qué pasaba. Y yo ignoraba la pregunta y seguía pensando, sabiendo que ella no podría ayudarme en nada. Otra vez lo veía pasar a lo lejos y entonces le decía: “David está aquí”. ¿Y por eso estás tan enojada?, ¿Si te hace enojar para que lo sigues?. “Ni siquiera lo he seguido”, “Ni siquiera me ha hecho caso, ese es el problema”. Habla con él. “Ese es precisamente el problema que no sé cómo, y no parece que él quiera hablar conmigo. ¿Y te vas a quedar aquí? Podemos hablar si quieres. “No. Ahora no”. Y me fui.

Ya era de noche y comencé a perder la paciencia, no parecía quedar mucho tiempo para aprovechar la situación de estar los dos en el mismo lugar así que decidí buscarlo. Como en una carrera contra el tiempo mientras más tiempo pasaba más perdía la paciencia y menos sabía dónde estaba. Por fin llegué a un campo parecido al circuito de cuemanco y vi a un montón de chicos en ropa deportiva. Según mi sueño estaba en el dormitorio de los hombres y me dirigía a la zona de jugadores de americano. Corría, saltaba, en algún momento tuve que cruzar el lago, preguntaba y simplemente no lo hallaba hasta que finalmente un señor parecido al entrenador de “One tree hill” me señalaba un punto de la barra del bar y al moverse un muchacho de su asiento lo veía.

Me detuve un momento, tenía que respirar. Había corrido mucho y en este momento sentía que se me encogía el estómago, como cuando te dicen que alguien está en peligro y finalmente lo encuentras a salvo. Quería pensar que no era producto de mi imaginación.

Caminando lentamente me fui hacia él y me senté en el banco de al lado. En la T.V. había un juego de los Yankees.

- Te estuve buscando todo el día.
- Ya lo sé.
- No me dijiste nada.
- Tú tampoco. Pasaste al lado de mí más de una vez, pensé que no querías hablar conmigo así que no te hablé.
- No quería pero… Creí que tú eras el que no quería hablar. No me dijiste que venías.
- Quería darte una sorpresa. Pero cuando llegué estabas muy ocupada y no quise interrumpir. Luego te vi con Mónica y tampoco quise interrumpir. Ahora…
- Hubieras interrumpido. Todo el día he querido hablar contigo.
- Si me vas a preguntar porqué me fui no te voy a decir. Porque te vas a enojar.
- No me voy a enojar. Bueno tal vez, pero dime.
- Me fui porque no quería que tuvieras que elegir.
- ¡Te hubiera elegido a ti! ¡Siempre!
- Uno nunca sabe.
- Ahora lo sabes. ¿Ahora qué hacemos?
- Nada. Irnos. Juntos. Si quieres.

Y me desperté.

Hace unos días concluí, de manera muy personal aclaro, que para saber si debes quedarte con una persona sólo tienes que hacerte 2 preguntas: ¿Es lo mejor? Y ¿Es la única persona capaz de hacerme feliz? Y viceversa.

De modo que si crees que eres lo mejor para él, porque contigo puede ser mejor, y puede alcanzar sus sueños y vas a ser una escalera en su vida más que un ancla llevas el 50% ganado. Si además, crees que eres la única persona capaz de hacerlo feliz, que nadie en esta maraña de personas podría hacerlo más feliz que tu, que con nadie estaría más cómodo, ni más a gusto ni más contento por lo que sea entonces has ganado todo. Y al revés, debes preguntarte qué es para ti, debes concluir que es lo mejor y es el único capaz de hacerte feliz.

David, es definitivamente el mejor hombre que he conocido. El único que no se espanta de mis ideas ni de mis reacciones, el único que me sigue en mis locuras, que cuando digo que habría que matar a alguien por su estupidez completa mi frase diciendo “con un bat” en vez de decirme “que agresividad”. El único que si me ve pateando un sillón me dice: “¿Por qué pateamos al sillón? Y se pone a golpearlo conmigo mientras le explico. Sí, sería lo mejor para mí, porque no se acomide ni me trata como princesa. Me levanta si me caigo y me empuja para que siga adelante. No pregunta cómo estoy porque sabe y confía en que estyo bien y no hace lo que yo no puedo hacer, sino que me enseña a hacerlo. Es un hombre con voluntad, de modo que no puedo perder la mía, porque lo perdería a él. Él es lo mejor para mí.

Es la única persona que puede hacerme feliz porque es la única persona que me quiere y me respeta tal cual soy. No busca más ni menos, no espera más ni menos, no me pide nada a cambio, ni necesita que cambie nada. Y lo más importante, después del famoso “peer crush” es la única persona que logró que lo quisiera, que me olvidara total y completamente del pasado, y que no quisiera más que un futuro con él. Definitivamente es el único capaz de hacerme feliz.

¿Yo? No sé si sería lo mejor para él, no sé si podría hacerlo feliz, mucho menos sé si sería la única capaz de eso. Pero sé, que invertiría cada uno de mis días en intentar hacerlo. Si pudiera.