lunes, agosto 25, 2008

Somewhere out there



En estos últimos días le ha dado a la gente por aparecerse derepente. Sigo esperando que a mi hermano le toque en algún momento pero no sucede. La gente que aparece es de lo más inesperado y hasta cierto punto me hace preguntar: ¿Qué haces aquí en mi vida? Pero con esta actitud renovada -y hasta cierto punto valiente- de aceptar las cosas como vienen y sin replicar no me causa tanto conflicto.

Cierto día de la semana pasada me hicieron mención de una carta que en algún tiempo muy antiguo escribí. Me intrigó bastante y quise buscarla entre todas mis cosas pero, al parecer en algún punto de mi vida tuve un momento de sensatez y dejé de guardar esas cosas, que al menos hasta seguramente ese momento no hacían más que daño, porque no la encontré por ningún lado. Hasta que la fui a encontrar ayer, creo yo justo cuando debía, porque no tenía nada que hacer donde estaba, ni yo ni la carta, y así en medio de todo apagué la T.V. y me puse a leer.
4 páginas la fregadera. Eso hacía antes. Escribía 4 páginas describiendo todo lo que pasaba por mi cabeza esperando obtener alguna respuesta positiva por parte del lector, o al menos simplemente una respuesta. Ahora recuerdo que nunca pasaba. 4 páginas y he de aceptar que por más vanidosa que soy y que me gusta leerme y releerme, esta vez me dio flojera, y me fui saltándo varias partes hasta que llegué a la parte mencionada en aquella conversación. Y terminando de leer me quedé viendo al techo y pensé que estaba igual que el día que hablamos. Que colgar y guardar esa carta me causaba exactamente el mismo feeling. Nada. Alivio por saber que uno puede colgar y no volver más.

No puedo negar que me dio cierta melancolía ponerme a pensar cómo es posible que sucedan ese tipo de cosas tan estúpidas. Es estúpido dejar a alguien porque te dijeron allá afuera que no está bien, que no es correcto. Es estúpido pensar que hay alguien perfecto para ti y no atreverte a buscarlo, por miedo, por desidia, por conformismo, por cobarde. Es increíblemente estúpido tratar de encontrar algo allá afuera, cuando lo tienes aquí adentro. Bien adentro. Y me dio podría decir hasta tristeza, ver cómo producto de nuestras decisiones, de nuestros límites sociales y del jodido protocolo alguien importantísimo en tu vida puede quedar relegado a los calabozos de tu mente. A esas puertas que no vuelves a abrir por miedo a meterte y encontrar todo horriblemente cambiado. Sí da un poco de tristeza pensar en alguien que tal vez era tu detonante de sonrisas, con quien podías hablar y compartir, en quien podías refugiarte y confiar sabiendo que si estaba cerca todo estaría bien. Y de pronto estás del otro lado del mundo "out of reach" y esa persona se convierte en nadie, en absolutamente nadie. Sí es un poco pinche pensar que si no tuvieran lazos externos e impersonales que los unen, no se verían jamás, ni se hablarían jamás, porque nadie se atreve a levantar el teléfono. No vaya a ser que se enoje, no vaya a ser que malinterprete, no vaya a hacer que crea que no lo he superado, no vaya a ser el carajo.
Y al mismo tiempo que me sentí muy estúpida por aceptar ese tipo de términos y límites no hablados de un break up, me sentí bien, porque yo no soy así. Porque yo sí me juego todas las canícas.

Porque no sé si mañana me atropella un autobus o a alguien más y ya no hay oportunidad ni de arrepentirse. Me puse a pensar cosas locas, y en cierto punto me entró una euforia malsana por darle una lección de manera desesperada. Y pensé que si efectivamente me atropellara un autobus, le darían ganas de pegarse un tiro. Y no, no porque me adore ni mucho menos, pero estoy segura que sería horrible porque yo en su lugar, me pondría a pensar en todo el tiempo que perdí. Me pondría a pensar en los pretextos que tenía para no quedarme. ¿El futuro? Pues ya no hay futuro, me atropelló un autobus y me morí, podrías haber pasado 10 años de tu vida FELIZMENTE conmigo y luego olvidarte y hacer tu "futuro" correctamente como querías. ¿El protocolo? Tampoco, podías haber mandado el mundo al demonio, finalmetne yo iba a desaparecer, tal como lo hice, y te iban a dejar en paz. ¿Planes, objetivos?, ¿Cuales? el autobus habría llegado en el momento oportuno para alcanzar esos objetivos que según tú no podías alcanzar conmigo, o no podíamos, porque dice la getne que no se puede. Y me dio risa, como de Guasón, me imagine con mis pequeños demonios en los hombros, como fantasma chocante diciendo: "Ya ves wey" y tu perdiendo el tiempo con pendejadas tratando de encontrar alguien ideal cuando lo tenías al lado. Y aún peor, preguntándote y reprochándote porqué demonios era imposible encontrarlo. Insisto, no puedes buscar el salero en la mesa de al lado, si está en tu mesa. No mames.

Y bueno, volvió a mí la poca cordura que tengo, dejé de divagar y de reirme de mis idioteces y pensé que es triste su caso. Porque no es lo mismo jugarse todas las canicas y perder, como yo, que no jugarse ni madres y preguntarse todo el tiempo si habrías ganado. Espero en Dios y todos los santos que le vaya bien, porque debe ser horrible darse cuenta en algún punto que efectivamente habrías ganado, pero ya no te puedes jugar las canicas.

Porque así es, porque cada línea me hizo ver que no la quería, la adoraba, aún en ese momento que no estaba ya conmigo, cada palabra parecía salírseme del pecho como si quisiera escribirle un pedazo de mí. Y cada línea me di cuenta que ya no era lo mismo. Que no quería escribir otra cosa así nunca, que no tenía más canicas, y que tampoco tenía nada de que preocuparme porque siguiendo la analogía, quizás ya no podía buscar el salero que tenía enfrente, puesto que ahí estaba, pero había dejado la sal por la paz y más bien, quería buscar otro tipo de condimento.

Lo mismo que al colgar aquel día, y como lo conté al siguiente. Hay personas que en algún momento de tu vida son todo para ti y luego no sólo dejan de serlo, sino que dejan de ser esas personas. Quiero decir, que te enamoras de cómo habla, cómo piensa, cómo camina, cómo te ve, y de pronto ya no piensa, ni habla, ni camina como antes, y ya no es la persona de quien te enamoraste ni tampoco alguien con quien puedas estar. O con quien quieras estar. Y se siente bien. Sobre todo si llevas un rato dándote en la madre pensando que no hay naaadie mejor para ti, ni maaas perfecto, ni mejoooor parecido, etc. y caes en esa ridícula conclución de que estás maldito y nunca vas a a poder estar bien con alguien porque perdiste a tu Dios. Nel. Nop. Eso no pasa.

Lo que pasa es que es cuestión de actitud. Es como cambiarte de trabajo y después de la primer reunión fatídica, pedir la vuelta al antiguo, y así llevarte la vida. Aseguro que así siempre estarás en el mismo trabajo. Que hueva.
Todos tendemos a acordarnos de lo anterior cuando lo actual sale mal o se complica. Pero es cuestión de tomar buenas decisiones. De ser mejores, no peores, de escoger cosas mejores, no peores, de subir y no bajar. Mundanamente, si andabas con alguien inteligente, búscate a alguien inteligente no un pendejo. Si terminaste con alguien porque no compartía tus objetivos, búscate alguien que los comparta, no que tenga una vida radicalmente diferente a la tuya. Si siempre quisiste estar con alguien que te hiciera mejor persona, buscate alguien que te impulse, no alguien que te critique. Creo yo. Si no, lógicamente, siempre volverás a la zona de confort, donde ni para bien ni para mal, simplemente no pasa nada. Y la vida, se pasa.

Sigo pensando que en este mundo es cuestión de aventarse. De coger el teléfono y decir: le hablo proque le hablo y no me importa qué le parezca, de presentarse ante un jefe y decir la neta: quiero un aumento, por esto, por esto y por esto, de no quedarse callado ni con las ganas. Pero sigue siendo mi muy humilde opinión.

Y finalmente me preguntó el partner: ¿Puedes volver a encontrar al amor de tu vida?. Al amor de tu vida no, porque creo fervientemente que sólo hay uno, pero si no está contigo, no era el amor de tu vida. Así que tienes que seguir buscando, hasta encontrarlo, quizás del otro lado del mundo, en la esquina o saliendo de la oficina.

Eso creo. Eso pienso. Ese es uno de mis principios que no romperé. Todos tenemos un pasado y hay gente que ocupa un lugar y nadie ocupará ese espacio ni ese feeling nunca. Pero buscar otra cosa no significa peor, significa diferente y con un poco de buena actitud, sentido común y cero presión, mejor.

Cuando dejas de buscar las cosas aparecen. Los destinos tienen una tendencia a darte un madrazo para que voltees la vista cuando debes. El chiste es hacer caso a la señal.

Y sí, quizás me equivoque. Pero yo vivo feliz pensando que, con determinación y un poco de suerte, todo se puede. Y que nada es una maldición, solamente el resultado de nuestras buenas o idiotas, decisiones.

Dios bendiga que me haya jugado todas las canicas. Juéguenselas, y si siempre pierden, vayan a otra feria, y si siguen perdiendo cambien las cánicas por dardos, y así... siempre habrá una opción y una salida. Dicen que nadie puede predecir el futuro porque este es producto de las decisiones que vas tomando en el camino. Pudiera ser que para ser feliz tuvieras que escoger 3 cosas correctamente, y si no lo hiciste, ya no puedes ser feliz, hay que fijarse. Pero la única manera que yo conozco para estar seguro de decidir correctamente, es hacerlo con el corazón. El desgraciado no miente. Pero uno, muchas veces se empeña en obligarlo.

Last time I talked to you
You were lonely and out of place
You were looking down on me
Lost out in space...
You're falling out of reach...

viernes, agosto 15, 2008

Happy

Estoy decididamente contenta. Ultimamente todo me sale con las patas, de eso que lelgas temprano todos los días menos el que tienes junta, o te tiras el café encima cuando vas de blanco, o te atoras en el tráfico el único día que quieres llegar pronto a ver un partido... pero, siempre hay un frijol en el arroz, en este caso, bueno. Así que estoy contenta, por varias cosas.

1.- Cuando el peor de los escenarios pintaba que formaría parte de los desempleados, resultó que me promovieron. Ahora hay que festejar.
2.- Esa "promoción" implica que haga cosas nuevas que no he hecho más que por introducción, así que además de volverme prácticamente indipensable, ahora mi CV aumentará de valor de modo desproporcional. Hay que festejar.
3.- Los círculos se cierran y se abren, las personas vienen y van y de pronto, el destino -digo yo- te da un zape marca diablo y te encuentras con alguien que no esperabas, que básicamente no existía y resulta que está bien, muy bien. Y ahora existe y me entretengo ideando a ver cómo se queda. También hay que festejar.
4.- Después de una larga espera un pedazo de Barcelona viene a mí. Mi prima Anna llega el 30 y voy a estar de fiesta todo el mes. Para festejar.
5.- Alguién apareció.
6.- Ahora resulta que uso lentes y no me importa. Me veo muy sexy. Casi para festejar.
7.- ¿Ya dije lo de que alguien apareció? ¿Y que hay que festejar?
8.- Cuando estoy contenta, me veo muy bien, mejor que de costumbre. JAJAJA

Y eso, estoy decididamente contenta, decidí estar feliz por las cosas buenas y dejando a un lado las malas. Namaste...

"Puedes pasarte años sin vivir en absoluto y de pronto toda tu vida se concentra en un instante"

Ah que buenos instantes he tenido caray.

Hay que festejar.

Les dejo esto que está muy padre y ad hoc. Queda prohibido...

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos...

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños...

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor...

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas...

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere...

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro...

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente...

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita...

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual...

Pablo Neruda

lunes, agosto 11, 2008

No sé...

Argh... estoy como molesta, no debería, casi no tendría porqué pero lo estoy. Y es que estas cosas no me pasan a mí, no a mí, no a esta cabrona, egocéntrica puedolo todo y el mundo me ama, no.

Es un desmadre, por un lado estoy molesta porque las cosas no están saliendo como suelen salir, baste mi linda sonrisa para que el celular se me atasque de mensajes y no es posible que eso no suceda después de haber invertido mucho más que la sonrisa. Por otro lado estoy contenta porque es muy difícil que encuentre alguien por quien tenga que esforzarme, que idear algo, que lucubrar digamos estrategias porque no, no va a bastar mi linda cara. Pero... no puedes hacerle eso a alguien tan vanidosa como yo, tienes que darle por su lado, tienes que decir "sí, sí eres genial" cuando lo digo yo primero, aunque no lo creas, nada más para satisfacer el defecto Freudiano de ser una pinche narcisista, y si esto no pasa, nos atraen, y piensas "uhm, esta es más cabrona que bonita" y ahí va, te interesa, te intriga, te causa curiosidad, pero a la vez, ¡soy yo! soy yo y mi ego gigantesco que me dice, ¿para que te esfuerzas? ¿te tienes que esforzar? ¿porque? si allá afuera hay una fila de gente por la que no tienes que hacer absolutamente nada más que decir "buenas tardes". Buenas tardes...

¿Y que hago? el tonto, me siento aquí en mi oficina a hacer como que trabajo porque no me puedo concentrar, no me dejan concentrar, y pienso que no voy a hacer absolutamente nada, que ya hice suficiente, que otro movimiento quitaría la pelota de mi cancha, y si no está en mi cancha al menos sé que no está en la suya, y no le voy a mover. Porque no, eso si no, sería un pecado capital para mi orgullo -y ego- demostrar que me interesa, que de verdad me interesa, prefiero pensar que ya se me pasará, que cuando te llevas bien es clásico que los primeros días estés como en crush, no sería la primera vez, idealizas, endiosas y luego se te quita la cruda y resulta que ya no te gusta nada, es más, piensas el clásico: "¿cómo pude...?" esperaré a que pase eso, porque como muchas de mis decisiones, puede no ser la más inteligente, pero es la que me va a mantener tranquila.

O... tiro una moneda y si pierdo, llamo.

Que porquería, sería tan fácil ser una persona decente y común, pero no, realmente me pesa, realmente me causa conflicto hacer a un lado la idea de que soy un catch y llamar. Los catch no llaman. Y claro, empiezo a pensar que soy YO, y puedo conseguir lo que quiera, entonces ok, haré lo que tenga que hacer, y resultará como yo quiero, porque así es, porque así pasa, porque esta vez no tendría que ser diferente.

Y al final sólo soy esta persona odiosa, sentada en su escritorio, debatiéndose entre llamar y no llamar, cuando lo único que le quitaría lo gruñón, es llamar. Vanidad, el pecado favorito... ya sabía yo que algo raro tenía.