jueves, enero 31, 2008

Idiota

No, no estoy insultando a nadie, es una canción de Nena Daconte (artista española) que se llama así "Idiota" y cuya letra es -para mi gusto- mortalmente buena. La rola ya tiene un rato, tendrá casi 3 años pero ayer acomodando la info de mi lap, que por enésima vez tuve que formatear, me la encontré. La escuché, la volví a escuchar, recordé que en su momento la escribí y la traje en la cartera durante un buen tiempo, hasta que terminó como regalo en manos del buen Beavis, a saber lo que habrá pasado con aquella hoja amarilla que en alguna parte decía: "Sólo soy esa cara de idiota". Aquí dejo la letra, dejaría un link con la rola en el hi5 pero la fregaderita esa nunca saca las rolas como debe, creo que este es el link de you tube. Enjoy.

Ya está ahí la Luna.
Que perra la vida y esta soledad.
No quisiera perderme tu tren y saber lo que es malgastarte.
Podría coger cualquier autobús con tal de un beso más
pero tengo pesado el hogar y ya no puedo hacerlo igual.
Puede que mañana me quiera ir.
Y puede también que mañana sea la vida y que mañana, no exista mañana.

No soy una niña. No soy ese duende.
No soy luchadora. No soy tu camino.
No soy buena amante, ni soy buena esposa.
No soy una flor, ni un trozo de pan.
Sólo soy esa cara de idiota

Idiota por tener que recordar la última vez que te pedí tu amor.
Idiota por colgar tus besos con un marco rojo por si ya no vuelvo a verlos más.
Idiota por perderme por si acaso te marchabas ya,
y tirar tu confianza desde mi cama hasta esa ventana.
No ves qué fácil ha sido para mí perderlo todo en un momento.
Por mi miedo a perder, por mi miedo a perder
por mi miedo a no controlar tu vuelo.

No soy una niña. No soy ese duende.
No soy luchadora. No soy tu camino.
No soy buena amante, ni soy buena esposa.
No soy una flor, ni un trozo de pan.
Solo soy esa cara de idiota, idiota
esa cara de idiota
no ves que fácil ha sido para mi perderlo todo en un momento.

Me late, es como muy real.

lunes, enero 28, 2008

Hablemos de pendejadas

¿Porque será tan bueno hablar de pendejadas? Es divertido, te desahoga, es entretenido, te hace reir, te explaya no sé, hablar de cosas interesantes, importantes o trascendentes también es padre, pero generalmente terminan en polémica y no siempre hay mood para discutir. Y si hay mala suerte de que los parlantes sean gente estúpida, de esas que hablan sin saber, pues menos.

El caso es que es padre hablar de pendejadas, de sendas idioteces tipo todas las maneras en que se puede vomitar y como en ciertas ocasiones es realmente peligroso. Recuerdo que una vez mi hermano y yo fuimos a una fiesta malísima, de esas que no sabes que haces ahí pero tampoco tienes algo mejor que hacer como para irte. Nos sentamos en la alfombra, cerca de la puerta y entre trago y trago de aquella bebida extraña de vodka con café nos pusimos a platicar de todos y absolutamente todos los pormenores escatológicos que suceden al enfermarte del estómago. Teníamos una risa que nos hacía llorar, y de cuando en cuando expresiones de dolor o de asco inevitable dibujaban nuestras caras. A veces, realmente parecía que estábamos hablando científicamente.

Poco a poco la gente se fue pasando del sillón al suelo, abandonaban sus banquitos y formaban parte en un círculo que cada vez se hacía más grande. Lo más impresionante es que cada vez que un nuevo miembro se iniciaba en nuestro anecdotario intestinal, tenía algo nuevo que contar, algo que a nadie le había pasado y a veces la experiencia ajena incluso asustaba.

Debieron dar las 5:30 o 6:00 en época veraniega porque el amanecer nos sorprendió en pleno debate acerca del estreñimiento. Solo el sueño y el hambre pudieron interrumpir tan interesante plática y mandar a cada quien a su casa.

Semanas después recordábamos aquella fiesta horrible que se puso divertidísima gracias a un tema que en propiedad - o sociedad, como sea - simplemente no se toca. Alguna vez volvimos a ese departamento y otra vez aburridísimos mientras nos veíamos las caras como diciendo: ¿y ahora que?, alguien, una chica sino mal recuerdo dijo: "¿Y si hablamos de mocos?" y hablamos. Y fue otra buena fiesta que terminó a las 11:00am del siguiente día.

lunes, enero 21, 2008

Something is wrong

Uuuh...! panecillos redondos!
No soy un concepto, lo escribí hace tiempo en un post, como dice Clementine en "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" no lo soy y por consecuencia no me gusta que me vean como tal. No soy una obra de arte ni una princesa de Disney, y no porque no lo sea en sí, sino porque no quiero serlo, no me interesa.

¿Están familiarizados con el término "excéntrico"? Bueno, creo que en mi loco -y muy loco- afán de ser común y corriente resulto ser más bien una persona muy excéntrica.

Creo que si tuviera que ser un personaje de ficción sería Homero en la versión femenina, definitivamente soy igual, muy loca, muy fuera de lugar, siempre hablando de burradas, riéndome de tonterías, siendo feliz con "un coche azul" (como en el capítulo de Fortune) siendo muchas veces ilógica, claro que la verdad sí tengo algunas neuronas más que él. Simple sim-ple.

Algo debo estar haciendo mal, porque según yo hago todo para no parecer una princesa de Disney y al final todo el mundo me trata como si lo fuera y contrario al pensamiento general de que eso nos encanta a las mujeres, a mí no. La neta me desquicia. Sí, soy rara, muy y pues como siempre hay un roto para un descocido, esperaría que alguien lo entendiera. Como una vez le dije a Mon "este es mi cuadrito, mi espacio vital, ¡no lo invadas!" y no, no es una gracia invadirlo ni me voy a morir de la risa por ello. Tampoco es una gracia hacerme enojar, eso de "me divierte hacerte enojar" puede resultar peligroso. Muy. Bueno, ya he escrito antes de esto y no tiene ningún sentido repetirlo.

La verdad es tan sencillo mantenerme feliz que no entiendo lo que pasa, ¿será esa cuestión del ceder malentendido? ¿de pensar que hay que hacer lo que te nace sin importar nada más? ¿Serán las tradiciones arraigadas? ¿El modus operandi que ya no se puede cambiar?. Quizás no hay lugar para los "Homeros" reales. Que lástima porque somos personas muy fáciles de mantener contentas, basta una chela al salir del trabajo, una llamada para contar un chiste tonto, ir a los go karts, a una feria por algodón de azúcar, una jarra de vez en vez, unas noches de piano y guitarra afinando con los amigos, una pelea con pistolas de agua, o con almohadas, gritar de vez en cuando "¡estoy hasta la madre de todooo!" sorprenderme con "un coche azul"...

Que desmadre, pero es que somos expertos en hacer las cosas más simples complicadas. Pero como dijo Alfredo... pues aguantar el chaparrón, jajajaja.

Porque las mujeres tardamos tanto en salir

Ante la pregunta telefónica de ¿ya estás lista? Siempre respondemos que sí y que ahorita salimos. La eterna intriga de los hombres radica en porqué si ya estamos listas –en teoría- siempre nos tardamos por mínimo 10min. más en salir y a veces hasta media hora. Y la respuesta, no sé si general, pero lo que me pasa a mí y mis amigas conocidas es la cantidad de precauciones que tomamos antes de salir, lo que deja una situación parecida a esta:

- *Ring…*
- Bueno, ya llegaste?
- Sí, estoy aquí afuera. ¿Ya estás lista?
- ¡Sí!, ahorita mismo salgo.

8:00pm

Dentro de casa…

Bueno, ¿llevo todo? A ver… cartera, lapiz para retoque, kleenex, chicles y pastillas, una pluma que siempre hace falta, el celular… ¿dónde está mi celular? (búsqueda de 2 o 3min.) bueno estoy lista.

8:05pm

Rumbo a la puerta…

¿Sí metí el dinero a la cartera? A ver… (1min.) ¡Ah sí perfecto!, ¿Y la credencial del IFE? Últimamente la piden en todo lugar, será mejor que la lleve. ¿Dónde la habré puesto? (búsqueda de 5min. en todos los cajones…) mmmh, creo que la dejé en la oficina con los papeles del jueves… bueno ni modo.

8:11pm

Abriendo la puerta…

Ay, quiero ir al baño… bueno voy después, no mejor ahora porque igual y hay tráfico. (3min para ir al baño), en el espejo… mejor me retoco el maquillaje de una vez, tanto ir y venir como que el labial ya no se ve, ¿que es eso? ay Dios se me alboroto el cabello, un poco de aceite anti-freeze. Bueno estoy lista.

8:20pm

Otra vez rumbo a la puerta…

Logramos salir de la casa y de pronto *Ring…*, de nuevo para adentro, corremos aventamos la bolsa…

- ¿Bueno?
- ¿Que onda wey si vas a ir a lo de la noche?
- Sip, ya está Lucas aquí por mi.
- ¿Sigues con ese wey? No mames, si está espantoso.
- ¿Bueno y a ti que?
- No pues nada, es que claro son igual de pedos...
- Y baila chido
- Ps... bueno, no vayas a llegar tarde como siempre eh.
- Ay claro que no, te digo que ya me voy ahorita, ya me está esperando Lucas.
- Bueno, entonces te veo ahí.
- Sí, nos vemos bye…
- ¡OYE!
- … … ¿Qué?
- ¿Que te pusiste?
- Pues mis jeans, los azulitos que tienen las bolsas bordadas, la blusa negra que use en el cumple de tu primo y las botas negras de siempre…
- Llévate una bufanda porque va a hacer frío, luego te la quitas.
- ¡Ah sí! Que bueno que me dices, luego me ando congelando.
- ¡Bueno apurate! No sea que te deje tu amorcito.
- Jajaja, sí, sí, ya me voy.
- Te veo al rato. Bye.
- ¡Byk!

8:26pm

De regreso al cuarto…

¡Uy no había apagado la vela! Que bueno que regresé. Mmmh, ¿que bufanda me llevaré? (búsqueda y decisión para la bufanda 3min.) OK, todo listo.

8:29pm

En la puerta con las llaves…

¿Sí apagué la vela de mi cuarto? Sí, seguro que sí ¿o no? no, no manches que tal que la dejo y se incendia la casa, (regreso a verificar tal cosa 1min.) Ay sí la había apagado que bueno. Última mirada al espejo…

8:31pm

Saliendo por la puerta a saludar a Lucas…

- ¡Perdón! Es que me habló una amiga justo cuando iba de salida, ah pues me habló Marylin ¿te acuerdas de ella no? la del cumple del primo que querías agarrarte a madrazos…
- Ah sí, tu amiga la loca, ¿y va a ir el naco ese?…
- Pues creo que no.
- Mejor, porque si no la neta ni iba.
- Pues si sí va te aguantas.
- "·$%&/=)@(/&%$··$%&/
- Bueno ya vámonos.

8:37pm

A dos cuadras de casa…

- ¡Ay!
- ¿Qué?
- No me acuerdo si apagué la vela de mi cuarto…
- "·$%&/(/&%$·"$%@&

¡Así somos! Pero vale la pena vernos salir guapísimas y sonrientes ¿no?

Cheer up dudes!

martes, enero 15, 2008

El Hombre y el mundo

Un científico que vivía preocupado por los problemas del mundo estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos, pasaba los días en su laboratorio en busca de respuestas. Cierto día, su hijo (no mayor a los 7 años) invadió su laboratorio decidido a ayudarlo a trabajar.

El científico, nervioso por la interrupción, le pidió a su hijo que fuese a jugar al patio, pero el niño no lo obedeció, entonces el padre pensó en darle alguna actividad que lo mantuviera ocupado; se encontró una revista en donde venía el mapa del mundo, ¡justo lo que necesito! - exclamó, y con unas tijeras recortó el mapa en muchos pedazos y junto a un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: "como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo roto para que lo repares sin ayuda de nadie."

El científico calculó que a su hijo le llevaría varios días armar el rompecabezas y empezó a trabajar tranquilo, pero al cabo de unas cuantas horas escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente: "Papá, ya lo hice todo, conseguí terminarlo". Al principio el padre no dió crédito a las palabras del niño, pues pensaba que era imposible que a su edad, hubiera conseguido armar el rompecabezas de un mapa que nunca había visto.

Desconfiado, se levantó de donde estaba trabajando para ir a donde su hijo, para su sorpresa, el mapa estaba completo, todos los pedazos habían sido colocados en su lugar correcto ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz de lograrlo?

El niño le dijo: "papá, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que dí vuelta a los recortes y comenzé a recomponer al hombre, que sí sabía como era, cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y ví que había arreglado al mundo".

Esto me hace recordar la primera vez que fui al museo de Replay, debo haber tenido 11 o 12 años, quizá más. En uno de los cuartos -un poco tétrico a decir verdad- ponía sobre un cuadro bastante pequeño la leyenda: "Aquí puede ver el ser más destructivo y peligroso del mundo tan cerca como nunca" y al acercarte, había un espejo.

Que desesperanza, saber que puedo conquistar el mundo, pero para conquistar a la humanidad, comprobado está que ni Dios. Sin embargo, me seguiré dando a la tarea de conquistar el mundo.

jueves, enero 10, 2008

Silencio, brisa y cordura...

dan aliento a mi locura...

Demasiadas cosas que escribir, es el detalle de tener una cabeza como la mía, que piensa, piensa y piensa, y cuando deja de pensar, PIENSA. Estuve de viaje los últimos 4 días, "viaje de negocios" dicen por ahí, pero más bien fue viaje de diversión porque a pesar de estar trabajando todo el santo de día como antes decían "de sol a sol", me divertí muchísimo. Vuelvo a sorprenderme y a reiterar que todo es cuestión de actitud, ya que en un principio ni siquiera quería ir al viaje y finalmente encontré tantos lados buenos -o los fabriqué- que no me quería regresar. Tuve oportunidad de estar en la playa, de jugar, de nadar, de organizar un equipo y hacer que ganara, de conocer gente muy "linda" de hacer cosas que hace mucho no hacía como empanizarme de arena, admiro mi paciencia que no tuve que forzar, una sonrisa para mí misma bastaba para lidiar con lo que fuera. Además que el clima de Boca nos tuvo consideración y casi diría, aprecio. Así ante un calor riquísimo, una linda playa, un airesillo refrescante, un montón de señoras sonrientes y un equipo satisfecho me despedí de otro evento excelente y regresé a mi dulce hogar en la agitada ciudad en la que vivo.

Algo destacado es que mis sueños se empeñaron en llenarme la cabeza de cosas raras, como abejorros del tamaño de una taza de café, puertos de agua negruzca, cuartos de hotel sin amueblar, aviones que partían sin sus pasajeros y cosillas por demás raras. Creo que mis sueños absorbieron todo lo malo porque cada vez que despertaba se me presentaba un día excelente y sin ningún, NINGÚN, contratiempo.

Traigo en la cabeza tantas cosas que las ideas se me revuelven y no sé por donde empezar a escribir para no olvidar nada, pero igual confío que tendré un instante de relax en el que mis neuronas podrán ordenar mis desvaríos y plasmarlos aquí en su hogar, el blog.

Vuelvo a ver con agrado que sigo viviendo en un mundo de fantasía. Siempre sostuve el argumento de que la gente no cambia, mantiene siempre el mismo carácter, la misma manera de pensar, de actuar, de vivir, pero afortunadamente me he vuelto a equivocar, porque la gente sí cambia, y lo único que se necesita para ello es conciencia y decisión. No voy a hablar de algún amigo, pariente o conocido que cambió de la noche a la mañana y ahora es una persona increíble y bla, bla, bla, sino de mí, otra vez de mí.

Siempre creí que sería toda la vida como era, de carácter fuerte, poco sensible, muy mamey, muy capitalista, y de ideas fijas y principios inamovibles. Hay cosas que no han cambiado pero hay otras que sí, y gracias al cielo y todas las fuerzas divinas que rigen mi existencia las cosas buenas han permanecido y las malas se han ido.

Antes:
Yo era una chava que confundía la libertad con el libertinaje, suena feo pero no va por donde están pensando. Para mí la idea de libertad era hacer lo que te diera la gana sin importar lo que pensarán los demás, nunca me ha gustado el protocolo. Así que era infiel, rebelde, más loca que ahora y muy necia. Las relaciones laborales me costaban mucho trabajo y muchos corajes ya que no me daba la gana darle la razón a alguien que no la tenía, y por mi carácter tan deshinibido no me parecía mal mandarlo a la porra y punto si no entendía una explicación. Exigía mucho de la gente, de los demás, si tenía la idea de que un amigo, un hermano, un novio tenía que tener 147 características específicas para ser perfecto buscaba e incluso orillaba a la persona a cambiar hasta que se convirtiera en la imagen que yo tenía de él o ella y cuadrara con mi versión del mundo perfecto. Al punto que sin mí, aquella persona simplemente era un extraño, y por supuesto, tenía muchos problemas por eso y muchos enojos tontos. De igual manera, como dictador alemán, pretendía que todo mundo fuera capaz de hacer cualquier cosa que yo pudiera hacer, de manera que si alguien no sabía jugar fútbol lo consideraba un tarado, porque si yo podía, cualquiera podía (lo sé, hasta da pena escribirlo). Obviamente la gente tendía a decepcionarme. Y sin embargo, la suerte, la vida o el mundo y sus demonios me concedían tregua y estaba rodeada de muchas personas que sinceramente -y extrañamente- querían seguir a mi lado. En fin, en mi mundo perfecto yo era perfecta y pretendía que todos y todo a mi alrededor fuera igual a mis bocetos de coexistencia, es absurdo, loco, narcisista y muy inútil, pero así era. Obviamente tenía cosas buenas, siempre he sido sincera, franca, auténtica, leal, entre otras cosas, pero ahora el chiste es hablar de esas estupideces que divinamente he dejado atrás, muy atrás.

Hay gente que me conoce de mucho tiempo y que no veo muy a menudo, de modo que cuando me escucha ahora se extraña de encontrar ideas tan diferentes y diría yo mejores que antes, pero creo que puedo adivinar sonrisas ocultas en sus rostros sorprendidos. Lo mejor, es que la gente nueva que se va topando en mi camino puede conocer a mi nuevo yo y eso ha traído a gente que vale mucho la pena, de ese tipo de gente que como diría Diego te hace preguntar: "¿dónde habías estado todo este tiempo?".

Ahora:
Soy una persona que le vale madre el mundo tangible, que lo mismo da el coche o el pecero, que no se queja más que de los absurdos de la vida como la existencia de los "viene viene" que son dueños de un pedazo de calle del que nadie es dueño... cada vez que tengo un contratiempo me siento en una pose como El pensador, y analizo los detalles para resolver el dilema, con paciencia, sin gritos, sin enojos, sin berrinches. Si no tiene solución, pienso "ni modo", y aguanto que pase la tormenta porque bien se ha dicho que "Nada es para siempre" y ese pensamiento me relaja. Y no es irresponsabilidad, es que hay veces que no hay anda más que hacer y no sirve de nada lamentarse y maldecir tu suerte, mejor respirar hondo y dejar que pase.
También he aprendido que hay muy pocas cosas que valen el esfuerzo de insultar, si no es que ninguna, porque todo pasa por algo y cuando entiendes porqué hasta te da pena haber maldecido tanto. He aprendido que sí es importante defender la libertad y conservar los principios definidos, porque sin principios ni libertad no seríamos más que autómatas, que coloquialmente podría describir como "personas de hueva". Pero no hay que pasarse de listo, es bueno seguir los impulsos, no quedarse con las ganas de nada pero si hay que pensar en las consecuencias, porque aunque no parezca tenemos mucho más poder del que creemos, y con un movimiento de nuestro dedo podemos cambiar el mundo, y hay que fijarse que no sea para mal.
Siempre he sido idealista, y ahora creo que lo soy más, definitivamente me he ido de este mundo para mudarme a uno de fantasía, pero realista, lleno de cosas que puedo obtener con sólo una mirada. Ahora soy de esas personas de párpados caídos que parece que todo el tiempo traen algo entre manos, pienso en voz alta sin darme cuenta, y canto todo el tiempo, sigo tropezando al caminar y me río de cualquier tontería. Todos los días me doy tiempo de salir a mi balcón, respirar, sentir el aire, ver la enorme ciudad y pensar que no es mi casa, ni mi ciudad, ni mi país sino mi mundo, esa casota que podemos disfrutar sin siquiera haberlo pedido. Ahora soy tal vez lo que la gente catalogaría como "gente cursi y soñadora", porque creo que cualquier reto se resuelve con el corazón, que todo está en la mente y somos capaces de cambiar nuestros ojos de color con sólo imaginarlo, "que mi vida cabe toda en un bolsillo" y que una persona puede cambiar el mundo, lo que pasa es que nadie se lo ha propuesto.
Creo que estoy mucho más loca que antes, a ojos de la gente en general, pues mis ideales son casi caricaturescos, y para las generaciones de la primer mitad del siglo XX, no es que haya cambiado es que empecé a fumar marihuana.
Y como siempre me importa un rábano lo que la gente crea o no crea, porque lo importante es que yo sepa lo que es y encontrar en este mundo esas pocas personas que también lo saben. Ahora sé que la gente es diferente, que no todos podemos hacer de todo y más bien disfruto de enseñarle a los demás lo que no saben y aprender de ellos lo que yo no sé. Ahora disfruto más la vida, no me enojo, sonrío mucho, me río mucho, me divierto, y siempre estoy satisfecha de cada día. A veces me frustro porque estamos rodeados de estupideces, como dije en el cumple del espartano, me frustro con gente como los jefes -no todos-, cuya única cosa sólida que tienen en la vida es ser directores o gerentes y si les quitas el título se suicidan, como esas chicas que dejan ir al amor de su vida porque al pobre hombre no le alcanzó para el anillo de Tiffany y pendejadas así, pero también sé que es su vida, que todo mundo tiene derecho a pensar y a vivir como le de la gana y si eso los lleva a bien o a mal es su bronca y mi único granito de arena es el no dejar de decirles que la vida es enteramente otra cosa, a partir de ahí, "con su vida un papalote" para eso es que somos libres.
Es tan fácil vivir tranquilo y feliz, tan solo con entender que si a la gente le ves lo malo encontrarás muchos demonios, y si le ves lo bueno encontrarás muchos amigos, que es más fácil ayudar que presionar, que es mejor enamorarse y equivocarse que nunca enamorarse, que los muros dan seguridad pero restan oportunidades, que el miedo existe pero superarlo es más satisfactorio que no atreverse, que no arriesgarnos nos resta libertad que una vida sin libertad no es vida y que la vida es simplemente otra locura.