sábado, febrero 26, 2005

Tan fácil que sería... ser simplemente feliz

Tengo miles de pensamientos rondando mi cabeza, un sin fin de sentimientos encontrados que no hayan su lugar, al compás de algunas tristes melodías me dejo llevar por el mismo flujo de mi existir que no sé aún dónde encontrará su cause ni su fin.
Mi mente está ahora tan lejos de mi cuerpo que es difícil saber a donde fue y si podré encontrarla, sin embargo estoy tan bien que a veces incluso siento un poco de miedo ante tanta perfección.
Que habré hecho yo de bueno para cambiar las estrellas de lugar y mudarlas a mi espacio personal, tengo todo y un poco más de lo que pudiera querer, pedir una nueva cosa sería más que una grosería un insulto al destino y aún así, aún con todo, no puedo respirar con tanta libertad como debería, no me falta nada, no hay ningún soplo perdido en la habitación de mi alma, no hay nada que desacomplete mi esquema vital y aún así, aún así... sé que algo pasará, no sé si malo o bueno pero pasará, puede ser tan sólo el error inevitable de la desconfianza humana, mi ser que al encontrarse atónito, repleto, extasiado de felicidad bloquea mis emociones ante algo tan extraño como este mar azul que me gusta tanto como el miedo que me da.
Así envuelta en un desierto de recuerdos me es difícil creer que no hay más allá, es tan parecido al final de una carrera donde en la meta no hallas más emoción que la ovación y el objeto brillante, perdiendo así todo sentido posterior.
Debo quedarme aquí, esperando, como un buen observador si caeré o volaré; ¿Y a donde volaría si estoy en lo más alto?. Es ubicar mi agonía en el pico de una montaña, sin saber si lo que sigue es el vacío a donde gire la vista, es el ojo del huracán. ¿O no?
Que chusco este Dios que nos hizo tan viscerales, ante una vida perfecta, delante de un tiempo superior con todo justamente acomodado se me antojan en el hígado los sentimientos más miserables; no puedo hacerle frente a mi propia felicidad.
Maldita la incertidumbre que rodea mis ideas y detiene mis pasos, después de soñar tanto tiempo con un pararíso terrenal un día desperté y lo tuve, y ahora el triste resultado es la ignorancia del futuro incierto que siempre ha marcado mi camino.
Sabiendo lo que vale la pena y lo que no, habiendo decidido tiempo atrás lo que haré con cada suspiro que se pierda en el olvido de alguien más, habiendo creado mi obra de arte me encuentro en el sitio más solo de esta tierra. Será que simplemente estoy en shok.
Pinté el cuadro de mi existencia, lo he terminado me parece antes de tiempo, ¿que hago con él ahora? ni siquiera soy capaz de admirarlo, un sólo vistazo fugaz más que una vana emoción me produce un sublime escalofrío.

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