viernes, octubre 19, 2007

Minueto Montaignac

Hace muchos años, cuando estaba en la secundaria entré a la estudiantina del Montaignac. Tenían una canción que servía de himno, hasta hace poco yo creía que era inédita pero la realidad indica que es de Julio Iglesias. La canción me gustaba, no sólo por el tonito melosón de la canción bohemia sino por la letra. La primera vez que la escuché decidí aprendermela al instante, hablaba de ideales, de libertad, de igualdad, de valor y sinceridad, en fin, de muchos conceptos que quizás a los 13 años no entendía muy bien, pero los conocía y los defendía por sobre todas las cosas.

El Montaignac fue la mejor época de mi vida, pero eso merece otro post especial. Ahora sólo quisiera volver un rato, un poco, un par de años tal vez. Ir los sábados a las presentaciones de la estudiantina y cantar el solo de "Te quiero tanto", salir 15min antes de la clase de Historia para llegar al entrenamiento de basket, invertir todas las tardes en los ensayos de teatro, salir del salón y ponerme a platicar en las banquitas naranjas, esperar a mi hermano en esas banquitas, mirar la escuela desde mi balcón. Estar con esos amigos, que al menos en ese momento eran realmente amigos, sin preocupaciones.

Y bueno, la canción decía así:

Quiero las cosas pequeñas,
sencillas y ciertas,
que dejan huella al pasar;
voy por la vida de frente
mirando a la gente,
nada pretendo ocultar.

Soy de un lugar
donde el viento se calma al llegar,
donde nadie es mejor ni peor,
sino igual,
no importa su ideal.
No tengo edad,
ni presumo de ser liberal,
ni me gusta que hable
quien no puede hablar,
ni que me juzgue el azar.

Entre bohemia y burguesa,
mi sangre se queja;
nadie la quiere escuchar,
y aunque se diga otra cosa
es roja y no rosa,
que es su color natural...

Soy de un lugar
donde el viento se calma al llegar,
donde nadie es mejor ni peor,
sino igual,
no importa su ideal.
No tengo edad,
ni presumo de ser liberal,
ni me gusta que hable quien no puede hablar,
ni que me juzgueel azar.
Voy mas allá
de la mano de mi soledad,
compañero del viento
que me ha de llevar,
busco una tierra y un mar.
De un lugar
donde el viento se calme al llegar,
donde no haya mejor ni peor, sino igual,
no importa su ideal.

Aún no puedo creer cómo todo lo que quería para mi vida futura se fue al diablo.

1 comentario:

Gio dijo...

Que canción tan más genial, todavía me acuerdo y se siente tan bien recordar aquella época de la estudiantina, como decíamos: Echale Montaignac!!!, Creo que fueron momentos que marcaron mi vida
Saludos
Giovanna