lunes, enero 03, 2005

Tratado sobre el amor

Ay el amor, que será el amor sino verte en sus ojos y esperar cada día el contacto de su piel, el sonido de su voz, el ruido de sus pasos recorriendo tu cabeza y su olor llenándote las entrañas. Qué será el amor sino eso, la expectativa de aquella persona que llena tu espacio, que agita tu respiración y acelera tus latidos al punto de perder la conciencia por un instante. Después de todo qué era el amor, “un estado patético que lleva a la inconciencia del ser”, esto según yo hace algunos años, parece que sigo pensando igual, excepto por lo de “patético”.

Qué será el amor sino hacer dibujitos en el aire con su nombre, corazones de humo, besos de vapor, así es el amor, fugaz, como viene se va, hay que encontrar el modo de grabarlo tan bien en el alma que no pueda escaparse jamás, y para eso se necesitan muchas cosas.

¿Qué es el amor? ese estado físico que entorpece el sistema sicomotor al bajar los niveles de zeratonina en el cerebro.

¿Qué es el amor? ese estado de ánimo que hace ver las distancias más cortas, las cosas más hermosas, el aire más puro, la luz en la noche y el sol en el frío, ese estado que convierte a esta tierra en un paraíso terrenal.

¿Qué es en sí el amor? una decisión. La decisión de tomar a priori las necesidades de esa persona sobre las tuyas, la decisión de hacer a un lado tu tiempo por el suyo, la decisión de olvidar tus cosas cuando llegan a estorbar, dejar a otras personas atrás, restringir libertades por adquirir derechos, compartir espacio, propiedad, cuerpo, pensamiento, idea. Tragarse el orgullo, las palabras, reprimir los enojos, evitar las explosiones. La decisión de no renunciar, no claudicar, no rendirse jamás, la decisión de gastar tu último aliento en su último segundo de vida, ceder el alma, esa que no se puede vender por un coche deportivo o 1 millón de dólares, esa que no cambias ni canjeas por nada, esa que sólo cedes cuando realmente vale la pena.

Es enviar el último suspiro a donde esté, no olvidar aunque te olviden, renunciar a tu felicidad si así puedes conseguir la suya, alejarte si le frenas el camino, hacer lo que pide aunque duela, lo que cueste si puedes conseguir con eso una sonrisa.
Es la decisión de hacer muchas cosas y dejar de hacer muchas otras, para lograr la estabilidad en la relación, donde la otra parte tomará también sus decisiones.

Cada lágrima derramada, cada noche en vela, cada dolor de cabeza, cada minuto de espera, cada coraje, cada desilusión, cada decepción, cada momento de frustración, impotencia, impaciencia, cada cosa ha valido la pena en mi vida por amor, por que sin eso no hubiera tenido nunca las fotografías, las canciones, las risas, los abrazos, los besos, las fantasías, los planes, las sorpresas, las experiencias, las palabras raras, los recuerdos, la magia, las ganas de que el sol salga cada día para amanecer a su lado.

El amor con palabras, creo que no puedo explicarlo a ciencia cierta. No es un estado físico, ni mental, ni espiritual, no es un conjunto de conceptos, ni la mezcla de todo lo antes mencionado. El amor, según todo lo que he escuchado, aprendido y vivido es esa cosa que siento desde el primero hasta el último centímetro del cuerpo, cuando pienso en ti.

Es el impulso que me lleva hacia ti estando a un océano de distancia. Es la opresión cuando caigo en cuenta de que no estás aquí.

El amor es lo que me enseñaste a vivir, lo mal que se siente ver que no estás y lo mejor que me pasa al pensar que algún día estarás.

1 comentario:

Mon dijo...

Para mi el amor es un acto de fe