sábado, enero 08, 2005

Cuestión de enfoques

Y llegaron los regalos...

La vida está llena de sorpresas, a mi me encantan las sorpresas por lo tanto, si seguimos la lógica del silogismo me encanta la vida, y es cierto, de hecho me encanta.
Las lecciones y experiencias que te da esta vida tan encantadora no siempre son de lo mejor, pero siempre son productivas, y la lección de estás navidades no fue sólo productiva, sino buena y reincidente, pues ya antes me han intentado decir las cosas de otra manera pero no acabo de entender.
En mi mundo de “yupi” como diría mi prima, a veces pienso con las patas, comienzo a actuar de una manera tan repulsiva que si me encontrara por la calle, yo misma me daría una patada.
Estas fiestas, caminaba por las calles de Barcelona pensando cuanto incrementaría el saldo de mi cuenta bancaria, contando los futuros depósitos que me harían de regalo de navidad mis familiares, cuando no recibí nada, me enojé por supuesto y sobre todo me frustré, pensé que no era justo que estando tan lejos no tomaran en cuenta el ayudar a mi economía por navidad, llegué a creer que eran las peores navidades por no tener regalos.
Al salir de “yupi” descubrí que han sido las mejores fiestas que he pasado. A un océano de distancia logré sentir un ambiente hogareño durante las cenas y las comidas, estuve en familia y al final recibí regalos mucho más importantes que el dinero en el banco que ahora, la verdad no me importa nada.
Mi prima de 6 años que no me hablaba por tímida, me regaló un pin de la Sagrada familia, una bolsa de dulces y la experiencia de leerle un cuento en catalán y montarle la casita de muñecas (con ayuda) que le dieron en reyes. Ahora ya me habla muy bien, por supuesto.
Un día mencioné que me hacía falta un lector de tarjetas de memoria para descargar las fotos de la cámara sin conectar la cámara y el día de reyes el lector apareció en mis manos envuelto en un papel de regalo que tenía mi nombre.
Muchos días –consecutivos- estuve sufriendo por conseguir un gorro para el frío que tuviera una bola arriba, el gorro que por fin fue encontrado me lo han regalado también.
Otro día mencioné que me faltaban unos discos de Mecano, hoy tengo un estuche con 6 discos de Mecano y Alejandro Sanz, –que también dije que quería- producto del mismo rey mago que me dio el gorro.
La prenda para el frío que por fin combina con mi ropa roja, una bufanda procedente de alguien que me ha visto 2 veces en su vida. Gracias.
Conozco el 70% de Barcelona, he hecho toda la ruta Gaudí, conozco a la familia que no había visto nunca en mi vida, conozco las tradiciones catalanas de las fiestas, tengo fotos del atardecer en el mediterráneo, he pisado el campo del Barca, he comido lentejas, estuve en una lluvia de dulces, me subí al “estampida”, han sido las mejores vacaciones de mi vida.
Y si no era bastante, mi madre me manda el último disco de Luis Miguel y una botella de salsa valentina por la que he estado sufriendo desde que llegué a Madrid, mi compañera de piso me trae tequila y mi control de juegos de la computadora que olvidé en México y mañana me autoregalo mis tennis de basketball.¿Dinero? No, no tengo dinero, pero para qué necesito dinero si ya lo tengo todo.

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