miércoles, septiembre 06, 2006

Chole

La soledad es una medicina, y como todo medicamento tiene contraindicaciones, por ejemplo, estar solo te da mucho tiempo para pensar, y pensar en exceso es malo, llegas a demasiadas teorías, conclusiones, te preguntas, te respondes, pasas por muchos y muy diversos estados de ánimo y al final, es muy difícil encontrar una respuesta o un camino específico para aquello que estabas pensando, porque sigues siendo solo tú. Tú y esos incesantes pensamientos.

A mi me gusta mucho estar sola, me gusta la "soledad", pero claro, bien llevada, me gusta sentir que el espacio que ocupo es todo mío, estar con mi música, mis ideas, mis locuras. Me gustan esos momentos donde estar solo te lleva a la libertad.

Hace tiempo que no puedo estar sola, he logrado -sin esforzarme mucho la verdad- no estar con nadie ahora, eso me anima, gracias a eso he podido hacer muchas cosas, vaya, no le echo la culpa a las parejas de que te retengan la vida, hay que ser muy tonto para eso, pero si requieren de tiempo y esfuerzo, cosas que en este momento no tengo. Mi tiempo y mi energía están en otro lugar, en otro espacio y sobre todo encaminados a otro objetivo muy alejado de... ese estilo de vida. Sin embargo, no ha sido posible estar como yo quiero, tener unos días para mi, donde no haya nadie, donde solo un libro me acompañe para comer, unos tennis para caminar, una computadora para escribir las ocurrencias de mis neuronas y mucho, pero mucho café. O té, me gusta el té.

Tengo que salir de aquí, a eso, a un fin de semana al menos, a ver a donde, seguramente eso me ayudará a acomodar mis ideas, porque tengo muchas que no llevan a ningún lado, al menos no a un lado que quiera.

Ultimamente la desidia -por no decir otra cosa- se ha apoderado de mí. No me importa casi nada, y eso es malo, yo soy una persona apasionada, de las cosas, la gente, la vida, soy de esas personas que puede pasarse una hora entera convenciendo a alguien de que vaya a un sitio o que lea un libro determinado, puedo discutir mil horas acerca de los dinosaurios y las cosas más triviales me hacen feliz. Ahora todo se me resbala. Es cierto que me estreso menos, pero esos estados de valemadrismo total generalmente no dejan nada bueno.

Quiero salir, a donde sea y como sea, con mi back pack y mis artefactos tecnológicos con los que de plano no puedo sobrevivir, malditos compromisos que no me dejan salir, tengo que salir de aquí, tengo que salir de mí. Pronto.

Mientras tanto, seguiré disfrutando de mi nuevo "juguetito", seguiré "aporreando las teclas" como dice mi papá, perfeccionando mi técnica sobre las cuerdas de metal que están acabando con mi paciencia, seguiré grabando los lunes, escribiendo en las madrugadas, leyendo en las mañanas, haciendo ejercicio en las noches, comiendo de vez en cuando, quejándome de mi trabajo, no, eso no, dejaré de quejarme, si no me gusta simplemente haré otra cosa, o tomaré otra actitud, que es más bien la solución. Seguiré saliendo con mis amigos que gracias a Dios cada vez veo más, haré unas llamadas que llevo postergando más de un mes, tal vez también mandaré eso, eso que siempre dije que mandaría y no lo mandé, después me voy. A ver si no me encuentro algún muerto por ahí.

Aaah y mi pez, dije que me compraría un pez, con una pecera redonda como las de las caricaturas, también haré eso. ¿Como le pondré a mi pez? Lo pensaré en el baño, el único lugar donde se puede estar realmente solo.

1 comentario:

Julio dijo...

Tienes razón, a veces estar sólo demasiado tiempo no es bueno.

Has pensado mucho y seguramente tendrás claras tus ideas, definidos tus objetivos y con ganas para lograrlos.

El pez puede llamarse "Wilbur", de todos modos no creo que te responda por su nombre.

Un beso