sábado, septiembre 02, 2006

1 año

Hoy cumplo un año en México, creo que aún no sé cómo llegué aquí, sé porqué vine pero aún no sé como lo hice. Después de un año, sigo sin saber a ciencia cierta que hago aquí. La escuela no fue el pretexto, como dice Mon, si ya había terminado los estudios en España y tenía tantas ganas de estar ahí, podría haber mandado al demonio la escuela en México y regresar a España. Los papeles de la nacionalidad tampoco son pretexto, también podría haberme regresado, trabajar de lo que fuera y mantenerme a la espera de los trámites allá en vez de en México. La gente no es un pretexto tampoco, después de todo estuve 1 año sin mis amigos, sin mi familia, sin mi "gente", bien podría haber sobrevivido a su falta otros años más y siempre quedan las vacaciones. ¿La comida?, mmmh, la verdad es que nadie se queda en un país por la comida, te puede gustar o no gustar, pero tarde o temprano a todo te acostumbras, aquí es a comer chile, allá es a no comerlo, esa no es una cuestión que guíe una decisión de vida.

Todo esto me lleva a pensar ¿qué hago aquí?. Eso es lo que le he preguntado a Cristian los últimos días, palabras más palabras menos, altisonancias más altisonancias menos pero eso, la eterna pregunta de: ¿que hago aquí?

Mi año en México fue excelente, tuvo sus bemoles como todo, pero fue un buen año, hoy estoy haciendo corte, como cuando termina el año fiscal. Hoy termina mi año, el primero, y empieza el segundo, ¿cuantos más serán?, ¿Cuantos años-México me quedarán por vivir?

Quisiera disfrutar del aniversario, pero un cierto dejo de tristeza no me deja en paz ¿porqué? ¿porqué no me gusta estar aquí? ¿porqué no es lo mismo?, las razones que me hacen estar mal no cambiarían estando allí, no son cuestiones de lugar, supongo que lo que me aleja es mi espíritu cobarde, quiero irme lejos para mandar todo al demonio, para no tener que enfrentar mis miedos, mis sueños rotos, para no tener que volver a empezar una vida tan cerca de la que creí ya hecha, ya perfecta, ideal. Irme a un lugar lejano, donde no conozco a nadie, donde no tengo nada me obligaría a empezar una vida, me guste o no, lejos de las tentaciones del pasado, lejos de lo que algún día concebí perfecto, lejos de lo que conozco. Tendría el pretexto perfecto para abogar al: "es que estoy muy lejos, así no se puede". Pero que ganaría, como dice Cristian, viviría todo el tiempo huyendo, de país en país buscando una tranquilidad que nunca llegaría.

Quedarme... es tan difícil. España sigue siendo mi sueño, mi leyenda personal, pero por lo mismo, es un sueño que respeto tanto que no quiero corromperlo con mis estupideces, no quiero convertirlo en mi escape de la realidad, porque terminaría odiándolo y mis sueños son todo lo que tengo como para ensuciarlos de esa manera.

La solución, la verdad, creo que es quedarme, al menos un tiempo, para entender muchas cosas, para resolver otras tantas, para no dejar nada en el aire aunque a veces eso es imposible. Pero es tan difícil, muy difícil. Quedarme no sé si requiere de valor, inteligencia, astucia o madurez, tal vez de todo un poco, comienzo a creer que quedarme requiere de un milagro, simplemente de un esfuerzo sobrehumano.

Irme la verdad es lo más fácil y de los dos, no sé que es lo mejor.

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