jueves, octubre 27, 2005

Catarsis

Hace dos noches tuve un sueño, muy extraño, de esos en los que derepente apareces desnudo a media calle y no sabes que haces ahí, así fue.

Estaba yo en la universidad, y de ahí se hacía una fiesta afuera de mi casa, en plena calle, estábamos todos, todos los de la uni, la prepa, la primaria, familia, bueno era un fiestón. De pronto una de mis amigas de la uni, Miriam (la que nunca sale) me invitaba a comer pozole. Nos fuimos a comer pozole por San Angel, yo iba vestida toda de blanco y ella como de azul cielo, jamás la he visto así, nos sentamos en una mesa frente a lo que parecía una fuente y nos pusimos a platicar.
Después de un corto tiempo, serían 10 min. a lo mucho me dijo que me tenía una sorpresa, pero que para salir por ella me tenía que bañar primero, yo accedí como si estas condiciones fueran de lo más normal y me dirigí a lo que era la fuente esa frente a nuestra mesa, ahí me quité el sweater y de pronto todo se había convertido en los vestidores de un gimnasio.
Tal como me pidieron me fui a bañar pero al salir (sin ropa por supuesto) me encontré a mi amiga de nuevo en el restaurante y me dijo: ¿y tu ropa?, a lo que yo contesté: no sé, se me olvido que había que traer ropa, tengo una ahí, pero no la encuentro.
Mi amiga pensó un instante y me dijo: bueno, pues te doy la mía.
Así fue, salimos del restaurante yo con su ropa y ella con la mía, (sí, mi ropa apareció en su persona no sé como) y justo al girar la cabeza para ver si podía cruzar la calle lo encontré.
Ahí estaba él, perfectamente razurado, vestido todo de blanco (como yo antes) con una flor en la mano y una sonrisa enorme en la cara.
Me quedé con cara de estúpida, volteé a ver a mi amiga que ya se alejaba con ese gesto de complicidad y guiñándome el ojo. No lo puedo negar, yo estaba feliz.
Corrí hacia él y me abrazó al punto de alzarme del suelo, (siempre hacía eso), empezamos a caminar tomados de la mano (cosas que nunca hacemos) a media calle sin rumbo específico. Ibamos jugando, riendo, platicando de estupideces como quien se ve todos los dias y solo se dedica a hacer el tonto y se divierte, me regaló como 3 anillos, uno de plata, uno enorme azul cielo de plástico, como una bola y uno morado que yo solía traer hace tiempo. En este punto le dije: te acordaste, y él me contestó: esas cosas no se olvidan.
Se nos hizo de noche y parecía que nada ni nadie existía en el mundo más que nosotros, de pronto surgió la pregunta esperada: ¿Estás con alguien? y la expresión me cambió por completo. El seguía sonriendo, sin preocuparse de nada, jugando conmigo, pegándome, y yo me perdí entre mis pensamientos. ël sabía la respuesta, yo sabía que sabía pero no era capaz de decirselo, una y otra vez las frases corrían por mi mente, armaba enunciados distintos tratando de hacer que sonara lo mejor posible pues pasara lo que pasara diría la verdad, de cualquier formaba estaba bien ahora y... no podía ser diferente, no quería otra cosa, pero estar ahí... me giraba el esquema de una manera inesperada y la verdad, nada mala.
Haciendo acopio de todo mi valor y esperando un larog adiós como respuesta, me dispuse a contestar con todas sus letras: SÍ, la verdad me va muy bien y ahí me voy a quedar, lo siento ha pasado mucho tiempo. Pero cuando estaba a punto de emitir el primer sonido me desperté, supongo que mi cuerpo sucumbió ante la presión y prefierió despertar que tomar una decisión aunque fuese utópica.

Todo el día no pensé en el sueño, pero por la noche abrí mi correo y ahí estaba, su nombre y una petición para hablar. Creo que se me cayeron un poco más que los calzones al suelo, los ojos se me desorbitaron y tragué tanta saliba que estuve a punto de ahogarme. Pero abrí el mail y no era él, no era. No puedo negar que sentí alivio, pero al mismo tiempo desilusión.

No dejo de pensar que sólo fue un sueño, pero sé que lo que sentí en ese momento fue real, sé que así sería si sucediera, sé que me di cuenta de la realidad en el momento en que vi su nombre en mi correo, sé que si no cierro ese círculo, como sea, no podré hacer las cosas bien, sé que será imposible saber que estoy tomando la decisión correcta mientras no vea la otra opción, sé que tengo mucho en juego y... no puedo seguir escudándome en el miedo y las excusas baratas.

Estoy tan bien ahora, tan bien, que siento que nada podría tirar mi felicidad, pero sé que hay algo que permanece flotando, acechando con romperme el esquema en cualquier momento que me descuide, a menos que lo ataque yo primero.

No sé si sabré reaccionar, no sé si será más fácil de lo que creo, no sé si sabré mantenerme o cambiaré de opinión, es tan difícil saber que se siente cuando el objeto de tu afecto no está presente, ya no sé si es amor al recuerdo, a lo que fue, nostalgia, o es de verdad algo que traigo dentro y no saldrá hasta que esté frente a él.

No lo sé, estoy en un estado catártico, (por no decir estúpido), ese sueño fue tan real, y la pregunta que me hizo, planee tantas veces la manera de contestarle, planee tanto decirselo aunque no lo preguntara, hacerle saber que hay alguien más, que perdió su oportunidad, o que yo me fui, no sé, estaba tan segura y ahora... no sé ni como decir hola, pero sé que tengo que hacerlo y tengo que hacerlo ya.

God, you don't like me I don't like you, we are clear there, now help me this time.

No hay comentarios.: