jueves, octubre 27, 2005

En el depa 1st good bye

Antes de despedirme de todo, hubo que despedirse de lo más genial que me ha pasado en la vida: mi depa. Ya tendré otro, ya lo tendré... pero como ese, bajo esas atípicas circunstancias, seguro que no. Estoy feliz de todos modos, quien hubiera pensado que a los 22 tendría un departamento a un oceano de distancia de mis padres, ¿un sueño hecho realidad? no, fue una aventura emprendida con excelentes resultados. Gracias a los que compartieron ese pedazo de tierra conmigo, que al término de un corto año, se convirtió en un pedazo de cielo.

Domingo 10 de Julio 2005 Madrid, España

El día parecía que no iba a llegar nunca pero llegó. Hora de partir, dejar todo atrás… ¿todo?, bueno no, no todo, sólo esa parte de aquella aventura emprendida tiempo atrás que se termina para dar paso a una nueva, diferente y mejorada.
Tanta gente, tantas cosas, tantos recuerdos… no caben en un papel, ni siquiera caben en la memoria, uno a uno van trayendo 10 consigo y no paras de ver diapositivas de tu vida pasando por tus ojos perdidos en el sol de las 10:00, sol a las diez de la noche, creo que nunca me acostumbraré a eso, y ahora ni falta hace porque no volveré a dormir ni despertar con ese sol europeo al menos en un buen rato.
Fui quitando la fabulosa decoración tipo art modern de mis paredes, “mis paredes”, sí, ya eran mías, desde la primera noche que pasé en este cuarto esas paredes se convirtieron en mías, así lo era su color blanco y el maldito librero con el que siempre me pegaba desde que cambié la cama de lugar.
Mis posters, estampas, mi jersey del Basketball, mis come galletas, mi badtz maru y mi muro entero del Barça se perdieron entre los cierres de mi existir, ahora esas bolsas gigantes encapsulan uno de los mejores años de mi vida.
Siempre pensé que sería una decisión difícil pero nunca dudé en tomarla, aún no sé si lo hice bien o lo hice mal, sólo sé que lo hice y eso me basta.
Todavía recuerdo de donde salió la colección de botellas acomodadas meticulosamente en la vitrina, recuerdo cada una de las fiestas en donde se tomaron, y son más de 20.
Ya no habrá más casa-hostal, ni maldición del Domingo después de las 10:00 pm, no habrá guardia civil por el ruido ni una vecina quejumbrosa, no pasaré horas antes de dormir contemplando mi universo fluorescente y mi almohada olvidará mis brazos y mi respiración.
Ya no despertaré con la música de mis roomys ni pondré la mía a todo volumen mientras me baño, ni veré mis fotos, ni diré: “buenas noches baby” a ese retrato que vivía arriba de mi reloj despertador.
Voy a extrañar mi colección de envases de cerveza sólo mexicana en mis repisas, mi homero gordo, mi centro de entretenimiento y las horas que pasaba frente a la computadora jugando Zelda y Mario 3, que por cierto, sigo sin terminar.En fin, todo plazo tiene un fin y este plazo llegó, más pronto de lo que creía, ya no sé si fue por miedo o por desidia pero igual si algo no te nace es mejor dejar de hacerlo, de todos modos ya volveré bajo mejores circunstancias y seguro me irá igual de genial como me fue ahora, la diferencia estará en que esta vez, quiera Dios y todas las fuerzas divinas, sea para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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