lunes, julio 31, 2006

De todo un poco

La semana pasada fue lo más parecido a una montaña rusa. Hoy empieza otra semana y a pesar de ser una nueva, continua como montaña, ahora vamos de bajada, lento, pero en bajada.
Estoy muy aburrida, tengo que hacer unas cosas que me aburren un montón, encima, el fin de semana comí demasiado, y muy pesado. Ahora el estómago lo traigo fatal. En un rato más tengo que ir a Tlanepantla a ver a un proveedor, me da una flojera impresionante, además que no me agrada nada la idea, porque siempre me pierdo y encima al coche de la empresa le quitaron stereo, será para que nos concentremos al manejar (¿!?).

Por fin me entregaron el auto, cabe aclarar que el auto no es mío, yo lo uso siempre, pero yo no lo compré, y en nombre de eso, me han retirado la posibilidad de usarlo. Mi madre me ha dicho que un día de estos me voy a matar, y para evitarlo no puedo usar el auto, a menos que sea bajo circunstancias especiales, y para ir a trabajar. Por lo demás que me olvide del auto, "al fin tienes muchos amigos", claro.

Yo le he dicho que el quitarme el auto no implica que no maneje, la mayoría de mis amigas suelen dejarme su coche, porque prefieren que maneje yo a manejar ellas, por experiencia según dicen. Los hombres no, la tradición indica que ellos manejen siempre. Aunque alguna vez tuve un novio hiper flojo que siempre me hacía manejar, no era tan malo, después de todo, y a pesar de los avatares de la ciudad, me gusta manejar. No sé porqué, pero la gente siempre me deja su coche, supongo que las opiniones acerca de cómo manejo son iguales a las de cómo soy; encontradas.

En fin, ahora por más que trato de dejarlo pasar, no soy capaz de estar bien con mi madre, entiendo lo que hace pero no le hallo sentido, ya he hecho un trato para comprar un auto, y seguiré manejando le guste o no, no puede evitarlo, pero imagino que su idea es "que aprenda". He aprendido algo, no depender de los demás, mucho menos de sus cosas, aunque digan que son tuyas, porque al final, en realidad no lo son.

Por último tengo mucho sueño, tuve un sueño increíble esta noche, pero supongo que fue tan ajetreado que no me dejó descansar, me levanté tardísimo y llegué tarde al trabajo, pero bueno, recordemos que no está mi jefe, no hubo problema. Olvidé mi café, por eso tengo aún más sueño, me he acostumbrado a desayunar un jugo de toronja y café, el Tasters Choice Express de Nescafé, es delicioso, pero lo olvidé y aquí en la oficina el café no es muy bueno, yo creo que ahora que vaya a Tlanepantla pararé en algún sitio por un Express.

Entre las cosas buenas un pedazo de España ha llegado para alegrarme la vida, mi "prima" de Barcelona vino de vacaciones, el fin de semana lo pasamos "viviendo de noche" como en los viejos tiempos. El domingo tocó pueblo, fuimos a Tepozotlan, ahí fue donde acribillé a mi estómago con unos molcajetes de chile pasilla y salsa verde, lo que sí es que mi prima debió acabar peor, después de todo entre un estómago mexicano y uno español hay diferencias abismales.

Ahora está en casa de mi abuela porque yo tengo que trabajar, ya me ha dado nuevos tips para conseguir el regreso a España, comienzo a sentirme como una extraditada en suelo nativo, de verdad me hace falta el aire Ibérico, será por eso que cada vez me importan menos las relaciones personales, y sin embargo creo que ya es tiempo de volver al tren, no estaría mal llegar a casa después de lidiar con 2 trabajos y que alguien me preparara un emparedado, con pan blanco y sin tostar. Ya veremos.

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