miércoles, agosto 02, 2006

Hermanito, hermanito

Sigo soñando con mi hermano, todos y cada uno de mis días, el otro día me puse a pensar, que he luchado poco o mucho por las cosas y la gente que quiero, me aferro a las cosas que quiero y no hay manera de hacerme cambiar, no estoy bien hasta que lo tengo, y Dios sabe que lo consigo por más imposible que parezca. Ahora bien, ¿cómo pretendo que las cosas entre mi hermano y yo cambien si no hago absolutamente nada por ello?, será que por una vez el miedo puede más que yo.

Se supone que mi carnal ya es feliz, completamente feliz donde está y con quien está, entonces ¿para qué moverle?. Después de todo yo nunca he sabido como hacerle ver que es una persona importante para mi, y todos en determinado momento necesitamos sentirnos importantes.

Recuerdo que una vez el se enojó porque escuchó que dije que era un tarado, o algo así. Según yo esas cosas pasan, pasa que alguien hace algo mal y tú dices que ese alguien es un tarado, sólo por eso que pasó, no porque realmente lo creas, pero su razón de enojarse era bastante válida. El dijo que no era posible que la persona que más admiraba en el mundo y en la que más confiaba pensara que era un tarado. Eso jode, y mucho. Imagina que la persona por la que más te esfuerzas es la misma que opina que eres un papanatas, ¿no te jode?.

Ahora entiendo como debe sentirse mi hermano. No es que esté enojado, o quiera que me arrolle un tren -digo yo, no sé- simplemente debe pensar que no vale la pena hablarle a alguien, o bien mantener un trato con alguien que no importa lo que hagas nunca te va a dar tu lugar, y si encima encuentras quien te lo de, pues menos, solemos buscar las cosas que nos hacen falta, las que no las dejamos, las olvidamos, después de todo no se puede extrañar lo que no se conoce.

Ciertamente ahora sé lo que hay que hacer, ESPERAR. Mi hermano no volverá a encararse conmigo hasta que pueda hacerme ver que es mucho más de lo que creo.

Paciencia, es lo que queda, poco esfuerzo y mucha paciencia.

No hay comentarios.: