martes, noviembre 26, 2013

Si se pone peluda la cosa

He estado varios días, si no es que meses pensando en sentarme a escribir. El problema es que cuando me pongo a pensar en lo que voy a escribir recuerdo la sarta de cosas horribles que nos han pasado, me enojo y decido dejarlo para otro día con más calma. Hoy finalmente creo que es hora de desahogar un poco.

En los últimos meses todo se ha ido para abajo. Yo sigo sin trabajo, los celos se hicieron presentes por primera vez y sin ningún sentido, pelea un día sí, 2 no y otro también, reflexiones acerca del matrimonio, presiones, cambios de poder y percepciones.

Entre otras cosas parece que un hijo de puta cree que tenemos demasiado para su gusto y se ha metido a robar a la casa, dinero en efectivo, joyas, un iPad y pendejadas, sí, también nos han robado pendejadas. No sé si el hijo de la gran puta cree que lo merece más que nosotros, si está en una necesidad y no es capaz de pedir ayuda, si es un resentido social y cree que lo merece más que nosotros o que nos va demasiado bien y es como quitarle un pelo a un gato, al final sólo creo que es un hijo/hija de la gran chingada y que tarde o temprano lo agarraremos y le daré una paliza sobrehumana. Dicen que es alguien que nos conoce, alguien "cercano" que sabe nuestros movimientos y tiene acceso al edificio y el departamento pues nada ha sido forzado, pero eso nos deja aún peor. Si fuera alguien externo, un malandrín jodido de la calle al menos sabría porqué lo hace, pero el hecho de pensar que es alguin que conocemos y en quien confiamos nos roba la tranquilidad. ¿Quién es? ¿Por qué lo hace? ¿Quiere joder o no sabe pedir ayuda? Y si es alguien conocido entonces debemos empezar a desconfiar hasta de nuestra sombra, de los amigos, de la familia, de aquellos que pensamos "jamás nos harían nada" porque de otra manera no hay sospechosos que encajen. Conocido o no, estoy segura que lo atraparemos, ya estamos en ello y la policía no es tan inepta como pensaba, es posible que no recuperemos lo perdido pero enviaremos a la bonita cárcel a aquel que se quiso ver más listo y mucho más pinche. Eso será un gran alivio.

Mientras tanto vivimos en la paranoia. La bici con cadena en el estacionamiento, jamás dejamos el coche abierto, las ventanas tienen seguro, la puerta se cierra con doble chapa, y estamos pensando en instalar un circuito cerrado, como si viviéramos en una casa de las lomas, a lo que hemos llegado.

No me gusta pensar que un imbécil fracasado muerto de hambre nos está robando la paz, pero hasta ahora es lo más importante que se ha llevado. Dentro de todo y como en el punto bueno del ying yang, ya hemos mandado traer a las personas que limpian nuestra casa, vamos a meditar, alejar a las malas vibras y volver a las andadas, un poco de ocus pocus y abracadabra para que Don o Doña amante de lo ajeno empiece a sufrir las consecuencias de sus actos. A veces no queda más.

Dentro de todo, hoy amanecí tranquila. Creo que llegué a mi límite de mal humor y empecé a respirar. Aire bueno dentro aire malo fuera. Era necesario ponerle un alto a mi bilis. Funcionó. Amanecí tranquila y contenta. Las cosas se recuperarán, la paz volverá y pasará algo bueno porque he aprendido a esperar. De alguna manera las cosas se han ido acomodando para dejar de pelear y muy por el contrario disfrutar de estos azahares del matrimonio. Supongo que todo es una montaña rusa, o una espiral, y lo bueno de llegar muy abajo es que después no queda más que ir para arriba.

Espero que de ahora en adelante las cosas sigan mejorando y se me ocurra escribir más, y si no, que al menos piense varias veces en todas las cosas buenas que tengo que contar.

Ah, Casti, Love u insane!

viernes, octubre 04, 2013

Karma Darma Tú

Le he estado dando vueltas, vueltas, y más vueltas a esto de ponerme a escribir. Es que hacerlo me hace sentir que vuelvo en unos pasos que no quisiera volver a pisar y todo de pronto se vuelve muy confuso y complicado.

A veces me pregunto que tan liberador y cierto es "desahogarse". Como esa manía que tengo de escribir cosas para quien no las lee o escribir cartas, quejas, declaraciones de amor, reclamaciones para luego quemarlas y dejar que tanto el fuego como el viento se lleven lo malo y dejen lo bueno. Lo hago para -desahogarme- para decir todo lo que no puedo decir, o no quiero. O no me atrevo.

Hay algo extraño en este blog. Además de que es leído por mucha más gente de la que yo pensaba creo que tiene el don de atraer las cosas, para bien o para mal. Por eso me cuido de lo que escribo, por eso últimamente escribo menos.

Lo que me trae hecha un lío en estos días es esta sensación renovada de octubre. Comienzo a descubir que en octubre siempre me siento bien, mejor de lo que en otros meses, es como si este mes -o época- trajera consigo ferómonas de la felicidad que me afectan sólo a mí. Pero octubre trae consigo también una necesidad imparable de reflexión y nostalgia. Freudianamente podría ser porque es época de halloween y solía pasármelo bomba en mi infancia, realmente, no sé qué pueda ser.

Octubre como toda la vida, la trae a Ella. ¿Qué tiene que ver? Absolutamente nada. No hay santos, ni cumpleaños ni aniversarios muertos que hayan sucedido en tales fechas. No hay eventos especiales, ni peleas ni reconciliaciones, de verdad no hay nada, pero haciendo el recuento de los daños, en octubre siempre la pienso, siempre me acuerdo, y me acecha todo el tiempo y poéticamente en cada rincón.
Ahora que navego en mis recuerdos, recuerdo la persona que era, recuerdo sus 20 años y los ojos de animé con esa enorme chispa que me miraban como si yo fuera Jennifer Aniston. También recuerdo lo ridículo que me parecía y lo mucho que me avergonzaba. Sí, ahora que recuerdo Ella era una gran persona, y yo no era precisamente simpática. Sobra decir las razones por las que nos comportábamos tan diferente, sólo sé que en un momento esa combinación funcionó y 5min después esa combinación nos llevo a la ruina. La verdad la extraño. No extraño a la persona que es hoy, no me refiero a que voy a ir a buscarla en este instante con amigos y mariachis, no nos confundamos. Extraño a esa mujer. Extraño a la que me miraba como si si todo el mundo estuviera en blur menos yo, que me hacía reir y me daba regalos cursis, que inventaba cualquier pretexto para irme a ver, que quería decirle a todo el mundo que me quería sin importar lo que pasara, que me dedicaba canciones y me cantaba How I wish you were here. Extraño querer a alguien de esa manera. La congruencia no era uno de mis fuertes y el hecho de que la quisiera tanto no implicaba que lo demostrara y mucho menos que actuara en consecuencia. Tal parece que mi misión en la vida era demostrarle que el amor no importaba y podía quererla mucho pero también podía ser una persona muy miserable y así tendría que aceptarlo.

Me he quejado mucho para mis adentros desde que me enteré que se comprometió. No me interesa si es para casarse, para tener una manada de infantes, para vivir juntos o para quitarse de la presión social. Mi primera reacción fue enojarme de una manera estúpida. No me gusta la persona que es hoy y sentí que no se lo merecía. Me enojé porque pensé que después de todo lo que me hizo, después de tantas jaladas, mentiras y fregaderas el karma iba a cobrar y lo haría de la manera más sutil; quitándole lo que siempre soñó, quitándole el pretexto por el que según ella no se quedaría conmigo y "noblemente" me dejaría ir. Pensé que la justicia haría que se quedara sola. Sin su príncipe azul, sin su historia de Disney, sin sus millones de hijos y su vida de familia telerín. Sin sus padres adorando al marido, sin su familia política adorándola a ella, sin esa vida que según ella tenía que encontrar sin mí, que se fue a buscar sin mí, que no podía realizar conmigo y que si Dios era justo resultaría que no la lograría con nadie. Con nadie, porque esa vida de fantasía, la dejo ir cuando me dejo ir a mí. Me dio coraje pensar que finalmente sería feliz porque no se lo merece, porque es una persona horrible, egoísta e irrespetuosa, porque todo se paga en esta vida, porque somos producto de nuestras decisiones y Ella siempre toma las peores, pero no, parecía que al karma le valía madre y no conseguía taxi para llegar. Finalmente llegó octubre y con él el momento de reflexión. La había soñado una y mil veces. Una y mil veces le había dicho que no interrumpiera mi boda, que era muy tarde y yo escogía al Castor, una y mil veces me pregunté qué pasaría si eso sucedía realmente. Al punto que teníamos un plan de contingencia en caso necesario. De pronto me acordé que yo tampoco fui una perita en dulce. Me acordé que la primera en hacer fregaderas fui yo. La primera en negarlo todo, renunciar a una vida juntas, darle en la madre, el padre y la abuela, burlarme de su amor, fui yo. Yo fui la primera en tirar la toalla, la primera en cagarme en todo lo que le importaba sólo para demostrar que era yo, que Verónica López Fernández podía hacer lo que le diera su gana, cagarse en todos sus muertos y encima, lograr que me siguiera adorando. Si como no.
Efectivamente llegó el día en que Santa Verónica se dio cuenta de que había batido todo el tepache y aún bien puesta en su pedestal dijo: Verito, va de retro. Y pues no, como la lógica indica aquella ya se había chutado a Sanz con "Al olvido invito yo" y lo había hecho re-bien. Entonces se volteó la tortilla y empezó la historia de ella la bruja y yo la víctima. Porque caray, yo si que fui necia, necia pero necia. Yo pensaba que el amor no se podía acabar tan rápido y como cada re-encuentro parecía que el tiempo no había pasado me confié, pero como bien dice el espartano, cuando te das en la madre, aprendes a meter las manos. Ella nunca volvió a arriesgarse y cada nuevo regreso estuvo zanjado por un buen par de manos en el medio que evitaban tanto que se cayera como que nos pudiéramos acercar. Eso no evitó que hubiera un sin fin de intentos en el medio. A pesar de que ahora es una historia como la Biblia del Diablo y su venta y distribución están prohibidas, es una historia que duró entre idas y venidas unos 10 años, y eso, por algo ha de ser.

Si el karma funcionara como yo digo, no me habría podido casar. Ella podría haber estado en su casa pensando: ahora te chingas, ahora lo vas a perder todo por haber sido una hija de tu repinchísima madre cuando te dio la gana y encima querer verme la cara de idiota. Si funcionara así, tampoco Ella podría casarse porque sea por vicio o por revancha de que también fue una hijita de su madre lo fue, es más lo ha sido, porque no para de cagarse en el castor cada vez que la ve, pero eso sí, a mi me felicita mucho mucho. O sea que si el karma funcionara como yo creía, las 2 estaríamos jodidas. ¿Y porqué? por no haber seguido a nuestro corazón. Si al chile, así de ridículo como se oye, por darle más valor a las sonrisas de los demás que a las nuestras.

Ahora ya no pienso qué se merece y qué no, no le deseo que vuele una vaca con diarrea por sobre su cabeza pero, sin hacernos tarugos tampoco le deseo que sea feliz. Vaya es que me importa un pito que haga de su vida, hace años que ni la veo. Igual siempre voy a pensar que sin importar quien sea, todo aquel que este con ella es un imbécil y merece morir. En octubre y con todo lo que trae consigo sólo quisiera regresar en el tiempo, no para cambiar las cosas o tener otro destino, me gusta mi vida como es, me gustaría regresar en el tiempo para disfrutar ese momento, para disfrutar la única vez en que realmente éramos nosotros, donde no hubo mentiras, ni apariencias, ni burradas. Cuando creíamos que el universo nos había creado para estar juntas y que seríamos las que romperíamos el paradigma de que nunca te quedas con el amor de tu vida. Me gustaría volver ahí y en vez de tener miedo y recelo, disfrutarlo, disfrutar de una relación padre, de un amor loco, de una pasión desenfrenada como era en ese entonces. Siento como si hubiera tenido el mejor juego de video de la historia y sólo hubiera jugado 5 minutos. Me gustaría no hacer ninguna cochinada, decirle que también la quería pero me daba muchísimo miedo demostrárselo y así permitir que algún día me lastimara, aunque eso sucedió de igual manera.

Nada de eso existe ni podrá existir. Y sólo me da mucha risa, no termino de comprender cómo pueden existir tantas personas en el tiempo, cómo puedo seguir tan enamorada de alguien que sólo existió en 1999, cómo puedo extrañar a alguien con quien sólo platicaba virtualmente en 2004, cómo puedo casi odiar a alguien que existe sólo ahora, y que todas ellas sean la misma persona. Como diría la Pausini, son amores extraños.

Tal vez lo que hizo el karma fue eliminar los factores en común como en la ecuaciones, ella pagó por adelantado y yo pagué con ella. O la venganza es el arma del karma. Que sé yo. Ya se irá octubre y con él estas sensaciones raras. de verdad que no sé porque en este mes siempre la extraño tanto. De cualquier modo paren su carro, no voy a ir corriendo tras Ella. No sé cómo llegar a 1999.

Creo que mi moraleja es que no debo juzgar a la gente y mucho menos decidir qué se merece y qué no. Somos producto de nuestras decisiones y eso es lo único de lo que somos responsables, también somos producto de nuestro pasado así que para qué renegar de él. Ahora toca ir a dormir con mi presente, al final es lo que importa, y la verdad ese castor no pinta menos que un futuro realmente prometedor. ¡Al abordaje!

lunes, abril 08, 2013

¿Qué idioma se hablará en el cielo?

Pensando que Margaret Tatcher y Sara Montiel se fueron juntas al más allá, me surgió la duda de qué idioma se hablará en el cielo. Sólo en el cielo. Prefiero no creer en un lugar horrible, lleno de azufre y fuego donde pagarás tus miserias por toda la eternidad. Una, porque la eternidad es mucho tiempo y otra porque todos cometemos errores, aunque hay gente de lo más pinche, me parece un castigo extremo pagar por toda la “eternidad” una metida de pata.

En fin, que pensé que tal vez estas 2 grandes mujeres, de geografías, estratos y culturas diferentes habrían emprendido el camino al cielo juntas. Dicen, que uno no se va sola, al menos lo acompaña uno más y este no necesariamente es alguien cercano. Gracias a Dios porque si de por sí es horrible que se muera alguien, que se mueran 2 o 3 de la familia o los amigos ya sería el colmo. De nuevo, si iba juntas ¿qué idioma hablarían?

Para hacerse compañía hay que hablar. A veces no es necesario tener gustos en común ya que se puede discutir o empezar una polémica pero de que es necesario hablar es necesario. Entonces, ¿será que el camino al otro mundo –y el otro mundo, está globalizado como la tierra? ¿Será que Sara Montiel habló en inglés todo el camino? Porqué en definitiva es mucho más fácil que Sara hablara inglés a que la dama de hierro hablara español. Pero lo más seguro es que quien sabe. No las conocí tanto. Y finalmente, ya en el cielo, nos han planteado que hay de todo. Que no hay límites, casas o estratos sociales. Lo mismo puedes saludar a Lincoln que a tus abuelos o a Elvis. Puedes parrandear con Jimmy Hendrix mientras te echas una chela con Mussolini y escuchas en “vivo” a Edith Piaf. Porque a mí no me van a venir con la fregadera de que en el cielo no hay chelas. Entonces, si en la tierra no aprendiste 16 idiomas, ¿cómo te comunicas? ¿Será igual que aquí? A señas o con 2 o 3 palabras parecidas. ¿Será que el cielo tiene su propio idioma y cuando das “el paso” te lo instalan como las actualizaciones de Windows? ¿Será que mientras vas en la barca aprendes cualquier idioma conocido y por haber? No lo sé. Pero en definitiva me intriga saber cómo se comunica la gente, o quiero decir, los espíritus en aquel lugar. Porque tienen que comunicarse. Ya en terrenos religiosos, tal vez todos hablan el idioma de Dios, si es que hay uno.

Espero que Sara y Margaret se lo hayan pasado bien, e independientemente de cómo sea la cosa de la comunicación se hayan entretenido en el camino, porque tampoco sé cuánto durará el viaje. Si el día que cuelgue los zapatos deportivos, reciben una solicitud de diccionarios con remitente desconocido, ya saben por dónde va la cosa y de paso avisen que por allá, también es necesario globalizarse.

En memoria de Sara Montiel y Margaret Tatcher. QEPD - RIP
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martes, marzo 19, 2013

Silver Linings Playbook

“Silver lining” es la pequeña cosa buena en lo malo, lo rescatable, el punto blanco del ying yang. Literalmente, el rayo de luz que escapa a través de una nube con cara de tormenta. Silver Linings Playbook, traducida en nuestra región como “Juegos del Destino” es la única película desde Closer, que me maravilla de esta manera. Con un guión adaptado del libro Silver Linings Playbook de Mathew Quick esta película sorprende con sus afirmaciones de que los finales felices no existen, porque no vivimos en un cuento de hadas. La vida, la humanidad; es pinche y cruel, pero eso no quita que tenga “silver linings” todo el tiempo, y que nuestro único trabajo sea darnos cuenta de ellos.

 

Las mejores “quotes” del libro:

“I don't want to stay in the bad place, where no one believes in silver linings or love or happy endings.”

“Life is not a PG feel-good movie. Real life often ends badly. Literature tries to document this reality, while showing us it is still possible for us to endure nobly.”

“If clouds are blocking the sun, there will always be a silver lining that reminds me to keep on trying.”

Life is hard, and children have to be told how hard life can be…So they will be sympathetic to others. So they will understand that some people have it harder than they do and that a trip through this world can be a wildly different experience, depending on what chemicals are raging through one’s mind.”

“I still love you in my own fucked-up way.”

“It hurts to look at the clouds, but it also helps, like most things that cause pain.”

“I am practicing being kind over being right.”

“Let me tell ya. You gotta pay attention to signs. When life reaches out with a moment like this it's a sin if you don't reach back... I'm telling you.”

“life is random and fucked-up and arbitrary, until you find someone who can make sense of it all for you— if only temporarily.”

“The only way to beat my crazy was by doing something even crazier. Thank you. I love you. I knew it from the moment I saw you. I'm sorry it took me so long to catch up.”

“You need to know it's your actions that will make you a good person, not desire.”

“Most people lose the ability to see silver linings even though they are always there above us almost every day.”

“I think all it really takes for different people to get along is a common rooting interest and a few beers.”

“I need you so fucking bad.”

“There will always be a part of me that is dirty and sloppy, but I like that, just like all the other parts of myself.”

 

-          Mathew Quick, The Silver Linings Playbook

 

Las mejores “quotes” de la película:

Tiffany: I opened up to you, and you judged me.

Tiffany: I was a slut. There will always be a part of me that is dirty and sloppy, but I like that, just like all the other parts of myself. I can forgive. Can you say the same for yourself, fucker? Can you forgive? Are you capable of that?

Tiffany: I do this! Time after time after time! I do all this shit for other people! And then I wake up and I'm empty! I have nothing!

Pat Sr.: Yeah have Ernest Hemingway calls us and apologize to us too.

Pat Sr.: Have some respect for what I do.

Tiffany: Humanity is just nasty and there's no silver lining.

Pat: The world will break your heart ten ways to Sunday. That's guaranteed. I can't begin to explain that. Or the craziness inside myself and everyone else. But guess what? Sunday's my favorite day again. I think of what everyone did for me, and I feel like a very lucky guy.

 

-          Los juegos del destino, David O. Rusell

SINOPSIS

lunes, marzo 11, 2013

Finde

Este finde fue uno de los más divertidos e interesantes que tuve. En realidad nada fuera de lo común. ¿O sí?

Empezó el viernes por la noche cuando la Tía arribó de Tijuana y decidimos acabar con la reserva de cervezas artesanales –y no- del Soriana y Superama. A nuestra llegada a la presa, ya nos esperaba el nuevo vecino con la propia aportación cervecera. Como toda noche de copa normal, se nos fue uniendo gente en respuesta a las publicaciones en redes sociales que denotaban nuestro buen ambiente. Finalmente llegó la razón de la reunión, la pequeña Dulcinea con los tan esperados tabacos para el único fumador del evento.

La noche pasó sin pena y con mucha gloria. A pesar de que bebí como si tuviera la intención de caer en coma –y caí pero no en etílico- me acuerdo de todo. Bailamos, bebimos, platicamos, bebimos, reimos, bebimos, reimos, volvimos a beber. Conocí unas rolas que serán parte fundamental de los próximos playlists. Lo que no supimos al día siguiente fue cómo, quién y porqué movió la mesa del comedor hacia la pared. Será la eterna incógnita de esa noche.

Al día siguiente después de morir y resucitar a las 3 horas, volver a morir y volver a resucitar a las 6 horas logramos desplazar nuestros restos destruidos al pozole, que hizo las veces de hierba mágica y boost regresando a 2 momias de ultratumba a la realidad. Hace mucho que no estaba en estado creda. Muy desagradable, pero peor cuando por fin te alcanza la cruda pura y dura. A pesar de todos los pronósticos logramos llegar al evento de Pichelina, donde pensé en hacer un poco el tonto y salir sin nada, pero en realidad terminé encontrando el vestido. EL VESTIDO. Después de una llamada solicitando la presencia urgente de mi madre, sin cuya aprobación no podría cerrar el trato, me enfundé en un atuendo de princesa y me di cuenta que es cierto, me voy a casar. Es anoche por fortuna no hicimos más nada y logramos reparar los daños con 12 horas de sueño ininterrumpido.

El domingo, el evento suigeneris de una comida familiar de 5 me sacó unas cuantas sonrisas. En algunos momentos me pareció estar por ahí de los 90s sólo que con ciertos agradables cambios. Una carne excelente y una gran sobremesa coronaron el último día de este interesante finde. Y con toda la flojera del mundo logramos ir a la aventura del supermercado, porque cuando se acaba el papel de baño, se acaba el mundo.

Que decir, este fin además de divertirme como enana, me enseñó cosas, cosas que aprecio, que extrañaba que necesitaré de hoy en adelante para sonreir:

1.- Como los rompecabezas, como las cosas que suben, como la gente en el metro, todo se acomoda.
2.- El timing es un concepto que debemos entender y seguir. Las cosas buenas le pasan a quien sabe esperar.
3.- “Back to the basic” no significa volver a lo mismo, significa volver a la base, a tus cimientos a tus orígenes, y es de las mejores sensaciones que puedes tener.
4.- Para lograr algo sólo tienes que quererlo. Quererlo realmente. No si hace, deshace, olvida o cambia. Sólo quererlo con y a pesar de todo.
5.- Si quieres que algo te salga bien hazlo sin miedo. Puedes tener miedo, pero igual ve por ello, supéralo.
6.- Para ser feliz, sólo se necesitan unos segundos, pero tienen que suceder en el lugar, tiempo y con la gente correcta.
7.- Sólo hay una cosa mejor que ser feliz y es poder hacer feliz a alguien más.
8.- Contra todo pronóstico, soy una princesa, lo soy y me gusta.
9.- Me voy a casar, no estoy planeando un fiestón loco, realmente soy una novia que se casa pronto.
10.- Aunque suene egoísta, si estás feliz con lo que tienes, lo demás –y los demás- no tienen por qué importar. (Siempre que no vayas en contra de sus derechos activamente)
11.- Sólo hay una manera de vivir una vida simple, sencilla y agradable. Ser congruente contigo.
12.- Los caldos y las garnachas son el único remedio efectivo para cualquier tipo de cruda.
13.- Los 30 no son los nuevos 20. Si tu cerebro lo piensa, tu cuerpo te recordará lo equivocada que estás. J
14.- Lo último no quiere decir que no te diviertas tanto, sólo que hay que físicamente vale la pena cuidarse un poco más.
15.- La familia no es lo más importante, es lo único. Y en ella entran los amigos, esa familia que uno elige a lo largo de su existencia.
16.- Aguas con el pasado, hay uno que debes dejar atrás, pero hay otro que debes tomar en cuenta, porque es la base de tu futuro y lo que te empujará a seguir adelante.

Toma antidepresivos decían, cuando la cura era mucho más sencilla.

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martes, marzo 05, 2013

Señales

Ayer fui al loquero. Más a fuerza que de ganas pero Jess tiene razón, no podía quitarme yo la medicina así no más al chingadazo y ya llevaba un mes. Lo más interesante fue cuando le conté aquello de Noviembre, que se murió mi jefe. Me dijo: “cuando las barbas de tu vecino veas cortar pon las tuyas a remojar”. Y pensé: “este wey, ni que me viera tan mal como para estar a punto de colgar los tennis” pero la cosa no iba por ahí por supuesto.

Humberto era un hombre que llegaba a la oficina a las 7am y se iba después de las 7pm. No sé qué tan tarde porque nunca me fui más tarde que eso. Alguna vez escuché que se iba por las 9pm varias veces. Le hacía burla que era el de intendencia, el fantasma de RCI y cosas así. Tenía 3 hijos; Emilio, Camila y Pato (7, 5 y 2) Gaby su esposa, una chava muy simpática y dedicada al hogar, quien trabajaría con 3 hijos… y luego se le ocurrió la excelente idea de morirse. Me enteré que su esperanza de vida no era muy óptima porque tenía un mal congénito en el corazón, sin embargo, vivía para el trabajo. No comía diario, y cuando comía era una torta, sabritas o sándwich en su lugar, no le gustaba convivir y en Navidad él era el Greench. Era bueno en la chamba eso sí. Y así, trabajando todo el día casi 24 x 7, viendo a sus hijos sólo para llevarlos a la escuela, se fue a morir de un día para otro.
Una chica de RCI Uruguay renunció casi al día siguiente. En su nota de despedida dijo que lo de Humberto le había afectado mucho. Ella quería ser Event Planner, y si ese era su sueño no tenía nada que hacer en un puesto administrativo en una vida corporativa y se fue. Bien hecho.

El barbas me dijo varias veces que por qué no hacía lo mismo, porque no empezar a hacer del piano mi sustento por ejemplo y le dije que aún no, que estaba a gusto, que tenía mucho trabajo pero era un reto, etc. Me miró con cara de: “ya viste que todo puede pasar” pero yo me reí.

Hoy llegando a la oficina vi correr al personal de Servicios Generales y a 2 paramédicos con camilla. Al supervisor de intendencia le había dado un infarto en la terraza.

¿Serán señales tipo Juana de Arco? No porque me vaya a morir pronto, no lo esperaría, pero… para de verdad disfrutar de esta cosa que le dicen vida y no hacer sólo lo que estamos acostumbrados. Nacer-crecer-reproducirse-morir. O bien, crecer-estudiar-trabajar-trabajar-trabajar-morir. Que peste.

No tengo la vida garantizada, nadie la tiene, me gustaría poder ir al más allá sabiendo que hice algo interesante en vez de que me envíen al inmenso grupo de los mercadólogos Godinez que debe haber en tal sitio.

¿Será una señal?

Honestamente si no fuera por el dinero renunciaría. Me gusta lo que hago pero no como para arriesgar la salud. O algo más valioso, el sueño. Que hace tiempo no puedo dormir bien con tanto estrés. Él lo dijo: ¿Vale la pena? Yo lo pienso: ¿Vale la pena?

Hoy el señor Arturo, Supervisor de Intendencia tuvo un infarto. Si no es una señal, es algo que debería tomar en cuenta, estoy segura. Espero que todo marche bien de aquí a agosto y tal vez después de agosto si lo haga, al demonio con todo. Mientras tanto, a bajar el ritmo, no quiero morirme como Humberto, ni ser calva como su jefe, ni dejar de comer y dormir como mis compañeros así que no hay mucho por lo que competir. Que se maten, mientras yo sigo el sabio consejo de la prima y me hago especialista en “hacer ver”. Porque no, no vale la pena.

jueves, febrero 14, 2013

My life is brilliant

Hoy he estado leyendo muchas cosas. Ahora que lo pienso, es probable que el título de esta entrada ya lo haya escrito antes, de ser así, me alegro, porque quiere decir que más de una vez he pensado que mi vida es maravillosa. Esperaría seguir repitiendo este título como disco rayado. Hoy me voy a centrar en él. Ya sé por dónde van. Si habla de un “él” habla de una pareja, si habla de una pareja va a hablar de amor. Pero no será así precisamente.

Él durante unos 16 años de mi vida, se peleó el lugar de “mi héroe” junto con otras 2 personas. Al final ganó y era un hombre por el que yo hubiera dado las manos. También los ojos y la risa. Después como los enamorados, de alguna manera empecé a ver que no era tan perfecto, pero logré descubrir el espartano que vivía en su interior y el que no fuera perfecto y aun así fuera el dueño y señor de mis emociones lo hacía aún más admirable. Y digo emociones porque no todo era miel sobre hojuelas, era también dueño de mis disgustos y berrinches, pero por cada uno había otro o más gestos increíbles. Nadie te dice ni te prepara para lo que pueda venir, alguna vez me ha pasado guardar algo en la alacena y después no poder alcanzarlo. Me pregunto ¿Cómo pude subirlo ahí y no ser capaz de alcanzarlo? A menos que me haya encogido, suena ridículo. Pero pasa. Y con él pasó. De pronto lo había puesto en un lugar que ya no podía alcanzar y lo peor es que en el afán de llegar a él, se me pasó la mano, y cuando la altura no fue más un problema, habíamos perdido el camino y no nos podíamos encontrar.

Siempre habrá responsabilidades, actitudes, errores y aciertos en el camino. Siempre habrá una razón, buena o mala, para explicar lo que pasó. ¿Pero a quién le importa? ¿A quién le sirve saber qué pasó? ¿Cómo pasó o por qué? ¿Arregla algo? ¿Devuelve el tiempo? ¿Cura heridas o borra cicatrices? No. Lo más difícil de hacer para conseguir algo nuevo, es deshacerte de lo viejo. Caben más cosas en un vacío que algo pleno, pero es muy difícil quedarse vacío. Yo vacié. Y ante eso mucha gente me ha dicho que tal vez, ese lugar aunque vacío no se llene y habré perdido lo que tenía ahí. Yo pienso que si no me arriesgo tampoco sabré si había suficiente espacio para llenarlo con él. Mucha analogía sí, pero no es algo de lo que necesite hablar con pelos y señales.

Él es él, yo soy yo, y cada uno hicimos en su momento lo que teníamos que hacer. Si fue bueno o malo ya pasó, se quedó en ese basurero del olvido y a mí no me gusta ir a la basura. Los recuerdos… eso es otra cosa, pero igual que el vacío, procuro borrar la papelera y sólo quedarme con lo bueno. Recuerdo lo bueno y me llena, no puedo recordar lo malo porque ya lo eliminé. Y si hicimos daño en estos 8 años, so be it. Ni hablar, no se puede deshacer el pasado, pero se puede construir el futuro como a un le venga en gana.

Hoy, agradezco que esté, agradezco olisquearlo como cachorro y empezarlo a reconocer. Agradezco quienes somos y admiro lo que somos. Podemos tomar diferentes caminos, esto puede ser sólo un oasis en el desierto o incluso un espejismo, pero lo que dure lo pasaré bien. Y no tengo que planear una defensa. Si me quedo a la intemperie y traspasa un flecha que me hiere, así tendrá que ser. Pero el mismo hueco por donde pasan las armas es el hueco por donde podrán pasar las risas, los momentos, los abrazos, ¿y cómo saber si eso llegará si le pongo una trinchera? No. Siempre he sido de jugarme las canicas, y aquí también las jugaré. No hay nada por la que valga más la pena hacerlo.

Él, aún no lo conozco bien, pero lo veo y algo me dice que es increíble. Provoca que elija el atuendo antes de salir, que me bombee el corazón más rápido, que espere como tonta su llegada. Y digo como tonta porque él no sabe que lo espero. Tal vez sí es una pareja, tal vez sí hablo de amor. Pero en definitiva, no es lo que están pensado.

Todo lo que deseo en la vida llega tarde o temprano. Ahora veo que debo tener mucho cuidado con lo que deseo, pero que también tengo la oportunidad de hacerlo a manos llenas. Los genios, los dioses, los duendes, las brujas… ninguno se compromete a revivir un muerto y en cambio nosotros, acabamos de resurgir de las cenizas. Tal vez, sólo tal vez es cierto, juntos nos comemos al mundo, y somos más poderosos que los genios, los dioses, los duendes y las brujas. Y por eso, jamás debemos volver a usar nuestro poder contra nosotros.

Mi vida era bella, pero hay que reconocerlo, apenas 3 vistas y con él, es un mundo de destellos.

lunes, enero 14, 2013

Iniciativa de ley para la reproducción asistida.

No me gustan los clichés ni los convencionalismos. No me gustaría empezar con el “nosotras somos y queremos” pero se me ocurre empezar por “usted es”. Sin conocerla, puedo hacer 2 declaraciones en el caso de la aprobación de su iniciativa de ley:

<![if !supportLists]>1.       <![endif]>Usted es una mujer que puede decidir libremente formar una familia con esposo e hijos, y de no poder procrear del modo natural, podría acceder a la reproducción asistida y cumplir sus deseos, sueños y objetivos en el plano familiar.
<![if !supportLists]>2.       <![endif]>Usted es una mujer homosexual que puede decidir libremente tener una pareja pero al no poder procrear del modo “natural” se negará a sí misma el deseo de ser madre y formar una familia con descendencia.

Hay muchos escenarios que puedo plantear, pero estos 2 abarcan cuanto quiero decir. En ambos escenarios su iniciativa de ley resulta no tener el menor sentido humanitario y benéfico para la sociedad. Me refiero a TODA la sociedad, no a esa condicionada de la que les gusta presumir. En el caso 1, entendería que usted puede hacer lo que quiera dentro de nuestra –NUESTRA- sociedad, pero ha decidido bajo no sé cuál derecho, que algunas personas no son dignas de acceder a lo que usted sí. En el caso 2, usted misma sabotea sus posibilidades, nuevamente bajo no sé que fin.

Al final sin importar en que plano existencial se encuentre usted, su iniciativa no tiene razón alguna dentro de una sociedad que busca el bien común. Y si usted no busca el bien COMÚN no sé qué hace creando leyes para todo un país.

Tal vez deba explicarle que tanto las personas como aquellos a los que llamamos dirigentes, tienen la obligación moral los primeros y laboral los segundos de buscar el bien común, y por común se refiere a las personas como un todo sin importar absolutamente ninguna de sus características. Si usted desea el bien de un grupo determinado de personas bajo ciertas características creo debería buscar la presidencia de una secta y no un lugar en el gobierno cuyo deber es buscar la libertad y la paz de todos sus habitantes. Sin hablar de la involución que esto representa.

Toda la energía y el conocimiento que invirtió en crear su ley de reproducción asistida que no beneficia pero sí perjudica a muchas personas, podría haberla utilizado para mejorar y dar seguimiento a las leyes y casos de violencia intrafamiliar, padres drogadictos, violadores, golpeadores y/o abusadores, niños sin hogar, niños explotados, trata de personas, etc. que sí que rompen con la unidad familiar. Pero eso queda en un segundo plano, porque ha preferido luchar por una ley que al final perjudica a cierta gente y sus resultados “benéficos” ni siquiera podrán verse. ¿Habrá menos niños? ¿Habrá menos niños creciendo en familias que desde su perspectiva no aportan la educación “debida”? ¿Qué gana con esto? ¿Qué ganamos como sociedad?

Conozco muchas parejas homosexuales y homo parentales que tienen los mejores valores familiares que he visto. La mejor posición económica. Los hijos más felices y SANOS. Por desgracia, también conozco parejas heterosexuales, sin problema alguno de salud, que le han dado a sus hijos el peor ejemplo y el peor hogar.

Yo hubiera preferido tener 2 mamás como mi mamá que un padre alcohólico. Una amiga cercana hubiera preferido crecer sola con su mamá y su hermana que ser víctima de violación a manos de su padre biológico y temer por su hermana pequeña. Mi mejor amiga hubiera preferido tener 2 papás como su papá que tener que perder a su madre en la infancia porque decidió abandonarlos. Porque sí Licenciada, las madres y padres heterosexuales y “sanos” abandonan, sobajan, maltratan y dan una mala vida a sus hijos. Ser heterosexual no garantiza ni garantizará jamás que serás un buen padre/madre.

Ser homosexual tampoco lo garantiza, pero hay una ventaja. Y es que al verse privados de la libertad de concebir por un método tradicional, o tener un “accidente”, una pareja homosexual debe pensar seriamente y durante mucho tiempo la idea de traer a un hijo al mundo. Debe ahorrar, consultar a los mejores especialistas, buscar opciones, encontrar el mejor de los escenarios. Debe pensar seriamente en hacer una familia con descendencia. No se ven atrapados en las circunstancias de: “no tenemos dinero y se rompió el condón, ¿qué vamos a hacer con el niño? ¿lo regalamos? ¿lo abortamos? ¿lo tenemos y vemos cómo le hacemos? Y aunque coma frijoles el resto de su vida… al final ya está aquí”. No. Una pareja homosexual se asegura de que podrá darle la mejor vida posible y después busca la manera de tenerlo.

Reflexione. ¿Qué hace daño? ¿Qué no lo hace? ¿Qué está provocando su ley? Si al final de su reflexión concluye que su ley hace más bien que mal, le deseo con todas mis fuerzas éxito en la aprobación, pero si concluye conscientemente que hace más daño que provecho, por favor, desista. Todo pasa por algo en este mundo, los accidentes no existen, y su ley ha de seguir el mismo camino.

Para rechazar la iniciativa de ley y leer de qué trata, sigan este link.

viernes, diciembre 21, 2012

El fin del mundo

Dicen que todo final es un nuevo comienzo. Yo creo fervientemente en eso. No todo final es agradable o esperado, pero siempre trae consigo la oportunidad de volver a empezar, de retomar algo olvidado, de cambiar las cosas. Con la leyenda del fin del mundo la gente tuvo pretexto para hacer mil cosas. Algunas se prepararon para el Apocalipsis tal como se prepararían todos para un desastre: comida, agua, lámparas, bunkers, cobijas, medicinas, etc. y estuvieron con el corazón en la garganta los últimos 6 meses. Otras hicieron broma mientras se debatían entre tener miedo al fin de la tierra o no creer en las leyendas. Otras trataron de demostrar que tal cataclismo no pasaría y como no había nada de qué preocuparse siguiéramos como siempre y donde siempre, y otras más, por si sí o por si no, sólo se resignaron a esperar que pasaría y tomaron ciertas precauciones como despedidas, felicitaciones y agradecimientos. Al final, a todos no nos quedó más que esperar, independientemente de nuestra postura, ya que el tiempo no se detiene.

Creo que todo esto tiene un lado muy positivo. No se acabó el mundo. No nos cargó el pintor. Pero, ¿Y si sí? Que tal que pensamos que sí se acabó. Creo que las cosas no tienen que desaparecer para poder cambiar, o dar lugar a algo mejor y algo nuevo. A veces un edificio tiene que derrumbarse para hacer otro en su lugar, tal vez porque sus cimientos ya no aguantaban, tal vez porque el material no duraría mucho tiempo más, pero a veces basta con levantarse y decidir. Yo les llamó epifanías. Son esas revelaciones que uno tiene de vez en cuando y te llevan a hacer alguna locura que resulta en algo muy productivo. Hace dos años tuve una, renuncié al trabajo ese mismo día y en una semana tenía otro, con todos los requisitos que había puesto en mi wishlist. Hace muchos años no era precisamente feliz, tuve una epifanía y decidí que mi felicidad estaba en otro lado que de donde miraba, así que tomé mis maletas y me fui para el lado opuesto. Así, el 8 del 8 del 8, encontré al amor de mi vida. Creo por supuesto, en las revelaciones personales.

Esto del fin del mundo es una oportunidad. ¿Quién dice que esto que vivimos día a día no lo creamos nosotros mismos? La ropa, la gente con la que tratamos, lo que hacemos aún cuando a veces no nso guste. ¿Quién dice que no somos dueños de nuestro propio destino? Que decidimos el camino y el fin, que creamos todo a nuestro alrededor como si dibujáramos caricaturas, borrando y pintando según nos acomode. ¿Quién dice que no es así?

Hace no mucho tuve que lidiar por primera vez con la muerte. Me afectó tanto que literalmente enloquecí. Ahora después de casi 1 año, un libro llegó a mis manos con las respuestas que estaba esperando para por fin entender porque pasan todas las cosas que no entiendo. Jess me leyó la parte importante, decía que somos mente, cuerpo y alma, las dos primeras están en el plano consciente, la última en el inconsciente, vaya, no tenemos la capacidad de manejarla a nuestro antojo, pero ella sí a nosotros. Decía que cuando uno se muere es porque el alama decide que fue suficiente, se deshace del estorboso cuerpo y continua con su misión, sus deseos, en otro plano que no conocemos. Entendí que la gente no se muere, sólo cambia de plano existencial. Ellos, continúan su misión, en un mundo que no se acaba según los mayas y que mientras estemos conscientes nunca entenderemos, pero ahí están, libres, felices, etéreos.

Para mí, hoy se acabó el mundo, de modo que construiré mi realidad como mejor me plazca. Aquellos amigos que no he visto y quiero ver aparecerán, porque mi alma inconscientemente los atraerá a mí. Cada vez que necesite tranquilidad la encontraré, cada vez que necesite respuestas me las darán, cada vez que necesite sonrisas las crearé. Es mi oportunidad de un nuevo comienzo, no porque lo que hay este mala, sólo porque todo cambio es movimiento y el movimiento es para mejorar. Hoy si quiero un Puf encontraré casualmente una tienda, si quiero un regalo no encontraré gente. En esta vida, es muy fácil ser feliz, sólo tienes que ser consciente de que todo lo que pasa lo creas tu mismo, de que este mundo se trata de decretar y mientras decretes lo que quieres y sea para bien, se te concederá, y de todo lo demás se puede encargar el inconsciente.

Así que como le dije a Moncho, es tu oportunidad, llámales, siéntate en un lugar lindo y disfruta de la realidad que tú creas. Esto como todo, es sólo la oportunidad de hacer las cosas diferente. Dicen que la felicidad no es un destino, es un camino, yo creo que es una decisión. Yo decidí que el mundo se acabó, y me emociona muchísimo empezar a construir uno nuevo a mi medida. Bienvenidos sean todos los que quieran pegar un ladrillo. Mientras me voy a poner mi tapetito de Welcome Home.

martes, noviembre 13, 2012

Sra. Cara de Papa

“Ya sé, podría convertirme en una papa o hacer popo de unicornio por las orejas” decía la víctima de un defecto causante de aneurismas en Grey’s Anatomy. Me hizo reír toda la noche y me recordó aquella frase de Toy Story: “Soy una papa casada, soy una papa casada, soy una papa casada…” Me di cuenta que en algunos meses eso diré. Me imaginé diciéndolo, repitiéndolo, jugando con esa frase y me gustó. Pronto seré una papa casada y me gusta.

Es la primera vez que no me da miedo hablar del tema. Incluso hace unos 3 o 4 meses me daba terror escuchar la palabra boda y se lo dije a Jess. “Sabes qué, no me quiero casar. Vaya, no quiero el papel y todo eso, siento que es como una soga.” Pero después las cosas se fueron acomodando. Me imaginé en las diferentes formas en que podría darle su anillo deseado y me emocioné. Me imaginaba en diferentes escenarios, feliz. Imaginaba su expresión, su cara, su todo y me gustaba la idea. Después sucedió y vino la parte de empezar a planear la boda. La parte complicadísima de empezar a avisar a la gente cercana y esperar la reacción, porque no es lo mismo juntarte que casarte y aunque se acostumbren a verte con alguien, creo que cerrar el trato cambia la perspectiva de algunas personas. Y finalmente empezar con los preparativos. Todo se ha resultado tan bien desde aquella propuesta que no puedo tener duda de que estamos haciendo lo correcto, y no sólo eso, las circunstancias me han demostrado que We are meant to be. We are made for each other. Cuando Ana Torroja en el concierto dijo que esperaba que saliéramos un poco más felices de lo que ya éramos, nos miramos y dijimos: La tiene muy difícil. Es impresionante lo feliz que puede llegar a ser uno solamente por la presencia de una persona. Ya lo había mencionado antes, he llegado a ese punto en que un día sin Jess es un día perdido. O como citaba el buen Conejo “En tu ausencia de hoy perdía algún reino” 1. Yo con el Castor pierdo la cabeza y sin ella perdería hasta los calzones.

En su conferencia con toques de pedida de mano, mi mamá le extendió a Jess cierto plano petitorio y me sorprendió que le haya dicho: “no te aproveches de lo que te quiere”. Creo que nadie nunca se da cuenta cuando quiero a alguien, porque soy poco efusiva, poco comunicativa y poco emocional, sin embargo, con Jess todo el mundo se da cuenta. Desde los primeros meses la gente me decía que me veía feliz, yo pensaba que estaba igual aunque en realidad, sí que me sentía diferente.
Después de escuchar la petición me puse a pensar porqué lo diría. ¿Sería que recordaba algún evento de mi vida donde alguien se aprovechó de mi nobleza? ¿Sería porque es algo que le hubiera dicho a cualquiera que pensara llevarme al matrimonio? ¿Sería porque era una preocupación fidedigna al saber que uno pierde la cabeza cuando se enamora y llegan a verle la cara de Peña Nieto? No lo sé pero me gustó. Mi mamá no sólo había entendido de qué se trataba todo esto, no sólo estaba de acuerdo y contenta, me estaba protegiendo como siempre ha hecho.

Poco a poco he ido dejando –o rompiendo- muchos paradigmas que tenía. Siempre pensé que no me casaría con un vestidazo de novia y de blanco, porque quería ir contra la norma y no darle gusto a nadie, pero ahora los veo y se me antoja, también se me antoja darle gusto a la familia y sí me veo en el vestido blanco con aplicaciones, con tiara, con ramo… Ahora hablo de casarme y mi subconsciente sonríe por mí, me emociona, me atrae, hay días que no puedo esperar. Pensamos en escapar al ayuntamiento y hacerlo al estilo Sex & The City pero ahora la fiesta cada vez es más grande y emperifollada. Pensé en engarzar las suelas de mis zapatos con la leyenda “Help Me” pero creo que ahora les voy a poner “Bless me”. Es impresionante, increíble, extraordinaria la forma que tiene el universo para decirte que vas por buen camino, sigo cantando la misma canción, la misma que le cantaba a la Yaya en los jardines del Español porque no hay nada más atinado: “No puede haber nadie en este mundo tan feliz, sólo pienso en ti”.

Y ahora, con la bendición de todos –o casi- me encamino hacia el altar pensando que no imaginaba tener una vida tan bonita, que aunque suene a telenovela de las 10 no pensé que lograra en algún momento llegar a ser de este modo feliz o en encontrar a mi media toronja. Pero lo hice y ahora no puedo esperar a decir: Acepto. No puedo esperar a responder: ¿Estado Civil? -Papa casada.

1 Carlos Pellicer

lunes, octubre 22, 2012

A mis padres

El 16/10/2012, a las 12:24, "jose luis lopez diaz" escribió:

HOLA VERO, NO SE SI DESPUÉS DE ESTE MENSAJE NOS VAYAS A ODIAR, PERO ESTUVE PLATICANDO CON TU MAMÁ Y QUEDAMOS DE ACUERDO EN ENVIARTE EL PRESENTE, CON LA FINALIDAD DE PEDIRTE CON LA MEJOR VOLUNTAD DEL MUNDO, QUE NO SE LES VAYA A OCURRIR ECHAR A PEDER LA VIDA DE UNA CRIATURA A TRAVÉS DE UNA ADOPCIÓN, O QUE ALGUNA DE LAS DOS SE EMBARACE POR INSEMINACIÓN ARTIFICIAL, PIÉNSENLO POR EL FUTURO DE DICHA CRIATURA, LOS PROBLEMAS QUE TENDRÍA EN LA ESCUELA Y EN SU MUNDO SOCIAL EN GENERAL, SOBRE TODO POR LA FORMA DE SER DE LOS MEXICANOS, SÉ QUE NINGUNA DE LAS DOS ES TONTA Y ENTIENDEN LO QUE LES QUEREMOS DECIR.

TUS PADRES QUE TE QUIEREN

From: vero
Date: Tue, 16 Oct 2012 22:53:34 -0500
To: papá, mamá

 
Yo no odio a nadie, por nada. Yo acepto a la gente como es; racistas, machistas, misóginos, retrógradas, involucionados, partidistas, cerrados, violentos, necios, etc. porque todos tenemos defectos, manías y virtudes. Si le pusiera atención a los "defectos" no le hablaría absolutamente a nadie.

Aprecio la voluntad, aunque preferiría que el consejo de procrear lo compartieran con la gente pobre, con los padres violadores, con las madres golpeadoras, con los drogadictos, con los borrachos, con las chavas de 15 años, etc. y no tanto con 2 mujeres de 30, exitosas y con el mundo por delante, que hasta ayer, no se han topado con ningún bache ni ninguna puerta cerrada, ni en el trabajo, ni con los amigos, ni con la "sociedad" ni con la familia (bueno, una parte de ella).

En realidad sí me haría muy feliz tener hijos. Creo que van a sufrir sí, van a sufrir si son gordos, si tienen los pelos parados, si son bobos, si son ingenuos, si son sucios, si son chaparros, si son muy altos, etc. porque los niños son crueles con todo lo que se les pone enfrente, y lo mismo tendrán que defenderse de todo lo anterior como de la razón de su existencia. El mexicano efectivamente es retrógrada, aculturado, acomplejado, machista y agachón. Conozco mexicanos muy cercanos, pero les sorprendería ver la cantidad de gente que no es así, porque afortunadamente este mundo va cambiando para mejor, no para peor.

Entiendo su punto de vista por la edad que tienen y la educación que recibieron, lo respeto pero no lo comparto. Yo sufrí en la escuela por ser chaparrita, por enfermarme todo el tiempo, por ser de cristal; pero salí adelante, y jamás -hasta ayer- he sufrido por ser como soy. Jamás me dijeron cosas en la escuela, jamás me juzgaron, nadie jamás me dejó de hablar o me dejaron de invitar a una fiesta, y sí, sí sabían. Creo que he tenido suerte de toparme con gente que se fija en otras cosas, en que tengas una buena conversación, en que seas inteligente, en que tengas una sonrisa, que seas feliz. Jamás se me va a olvidar lo que me dijeron mis amigos después de la noticia que me casaría: "Vero, felicidades, jamás te habíamos visto tan feliz, definitivamente ustedes se complementan". Y sí, nunca, jamás en mi vida había sido tan feliz como lo soy ahora. Después de los ataques de pánico y las crisis nerviosas creí que nunca lo podría decir, pero salí adelante también de eso y en este momento no podría ser más feliz, y tampoco podría serlo sin Jessica.

En realidad conocemos a 2 parejas que tienen hijos, unas tienen una niña y las otras unos gemelos, los niños son increíbles, "normales", comunes y corrientes y nunca en la vida se han tenido que enfrentar a ninguna tontería. Pero insisto, tal vez todos, ellas, los hijos, Jessica y yo, hemos tenido muchísima suerte y nos hemos topado con otro tipo de personas.

No sé si algún día procreemos, pero francamente no descarto la idea. No, no somos tontas, por algo hemos tenido tanto éxito en la vida, un departamento envidiable, una relación que todos admiran, un trabajo al que muchos aspiran y una vida por la que muchos nos han dicho que darían lo que fuera. Es casi imposible voltear para atrás y pensar que lo estás haciendo mal, sinceramente, todo es casi perfecto.

Si el problema fuera México pues nos moveremos, la familia de España no ha parado de enviar felicitaciones por separado y a ambas, en USA sé que tampoco tendríamos problema alguno, allí te pueden mandar al bote por agredir a alguien con este "defecto".

Entiendo perfectamente lo que quieren decir. Que en su momento se perderán uno de los días más importantes y felices de su hija, que sus principios y creencias pesan más que darse cuenta que hace 4 años soy más feliz de lo que fui los últimos 20, y que los planes que tenga no importan demasiado a menos que se ajusten a esa "sociedad" -que es como la bolsa de valores-  a la que ustedes le tienen tanto aprecio. Entiendo que se perderán en su momento, si se da, la ilusión de ser abuelos, y por supuesto de ser parte de una familia que está mal solamente en su cabeza, porque afuera, a menos que 549 personas mientan al mismo tiempo, no sólo está bien, está increíble.

Para ustedes un fulano borracho que ni quiero debe ser mucho más aceptable que una mujer que siempre ha visto por ustedes, que se preocupa, que estaba hecha un manojo de nervios y lloró porque le dije que no los volvería a ver. Vale más la pena un par de "normalitos" que 2 personas a las que hasta ayer veían con gusto cada fin de semana, los invitaban a comer, a las reuniones, a ver el football, a los viajes. Que no se perdían un cumpleaños, un día del padre o la madre, que llegaban con regalos y que para colmo, siguen siendo las mismas personas que los quieren, pero que ahora llevan "la letra escarlata". No espero que lo entiendan, espero que comprendan que la bola está en su cancha, que pueden elegir no vernos o no verla, no salir con nosotros, no pasar navidades juntos ni volver al Tapas Bar, no conocer lugares nuevos ni participar de eventos conjuntos como la boda de Montse, pero lo mismo implica que no se involucren en nuestras decisiones.

La vida de un niño se arruina por muchas cosas, pero no por vivir con 2 mujeres que tienen una relación estable, seria y sana. Que tienen buenos trabajos para darle lo que necesite y un buen luegar donde vivir y que se rodean de gente increíble que los van a adorar como sus tíos, sus otros abuelos, sus primos, etc. busquen en internet, hubo un huérfano que escribió una carta al respecto, para que lo dejaran vivir con 2 chicos y ya no viviera en el DIF.

Por último les pregunto ¿qué ha cambiado? ¿qué creen que cambiará? Porque Jessica y yo hemos sido, somos y siempre seremos las mismas personas, ¿no quieren pasar nochebuena con su familia? ¿convivir como consuegros? Ya lo han hecho. Lo han hecho en años nuevos, en navidades y a nadie le ha salido otro ojo ni se les ha pegado la sarna ni les han hecho ninguna grosería. ¿No quieren ir a la casa? Ya han ido. Ya han jugado, comido, convivido y nada cambiará. Somos las mismas personas. No van a llegar y van a encontrar el departamento de otro color ni a una encima de la otra, así como ha sido hasta ahora, así seguirá siendo, porque nunca actuamos, por eso ustedes se daban cuenta de muchas cosas. Nada cambiará. Sólo que yo ya no diré más mentiras, ni inventaré más excusas. Si no puedo ir algún lado diré la verdad, que me toca ir con la otra familia, que Jessica se enfermó y es mi tarea cuidarla, que es nuestro aniversario y no podemos salir. Aunque si esa es su preocupación, y tienen dudas acerca de "en qué nos convertiremos" ahora que ya lo saben al 100% mejor pregúntenme, y hablamos. Porque hablando se entiende la gente.

Yo hice todo el numerito, me agarré los pantalones y les dije para dejar de alejarlos, para compartir, para acercarnos y ser auténticos. Para que participaran de mi vida porque se estaban perdiendo muchas cosas. Si ahora creen que es mejor perderse más, está bien, es su decisión y la respeto, pero la diferencia es que será SU decisión, ya no la mía. Las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas y aquí siempre serán bienvenidos.

Gracias por el consejo, tengo 30 años, voy a hacer lo que crea correcto.

Su hija que los quiere.

viernes, septiembre 07, 2012

I'm back baby!

Bueno, bueno, bueno. Ya que mi antiguo post ha causado furor y preocupancia extrema (sí, “preocupancia”), creo que es hora de contarles los últimos acontecimientos de mi intensa y extraordinaria vida.

Después de encontrarme como Roderick Usher tras la muerte de su hermana, me encontré con el mejor Doctor que pueda habitar este planeta, o sea con el Castor. Después de aquella bajada de montaña rusa en la que pensé si no sería buena idea aventarme del periférico, decidí por su consejo hacer trampa. Tal vez suene loco, pero caray, ¿porqué no confiar en la persona con la que planeas pasar el resto de tus días? Y que además, te conoce más que tu madre. Entonces me tomé una pastilla mágica. No. No era éxtasis, ni una tacha, ni un papelito sumergido en tiner, me tomé nada más y nada menos que un antidepresivo. Pues sí,  no es que una se enorgullezca de entrar en el azote de la depre, ni es algo que alguna vez me hubiera imaginado onda: “sí, muy bien, estoy tomando antidepresivos”. Me suena como discurso después del divorcio o del funeral. Aunque claro, igual que a Roderick, lo que me pasó es que lo de la Yaya no fue un ladrillo bajando por el esófago, fue como un gato hidráulico. Y además, había algunas otras piedritas que me estaba tragando y no me dejaban ser. Por lo que se me ocurre, con mi malísima pero muy educativa experiencia, darles unos consejos.

  1. Las cosas duelen. Decirle a la gente a ti mismo que todo está bien, no hace que dejen de doler. No finjas. Si duele, extérnalo como cuando te pegas en el dedo chiquito del pie o en el nervio del codo con un gran y sonoro: ¡CARAAAAAAAAAAJOOOOOOOOO!
  2. Llora. Viendo Titanic, en el funeral de tu perro o al ver un bebé. Si tienes ganas llora. De coraje, llora. De alegría, llora. Jamás lo retengas. ¡LLORA!
  3. Habla. Cuéntale a la gente qué te pasa, a tus amigos, a tu familia. No como diario matinal, simplemente para buscar consejo, ayuda. A veces te ayuda la persona más lejana y menos esperada, la Sra. de la limpieza. Hay cosas que no podemos hacer solos.
  4. Olvida las máscaras. Es fácil crece ry adoptar una personalidad camaleón, de modo que en la oficina seas el serio, en la fiesta el pedo y en la familia el responsable. No se trata de llegar a una boda en pants y decir: ¡así me visto y qué! Pero sí de decir así soy yo y qué. Yo juego, yo canto en el baño, yo bailo en el elevador, yo decoro mi lugar con plantas artificiales, yo no uso tacones… sólo ser auténtico te mantendrá en paz.
  5. No ocultes. Casi igual que las máscaras. No ocultes al familiar loco, al amigo imprudente o al novio posesivo. Todos tenemos defectos, nadie puede juzgarte por tus gustos o relaciones, por algo los escogiste a ellos o ellos te escogieron a ti. Di, orgullosamente, es mi amigo, está completamente loco y lo amo.
  6. Siempre mantén a la familia cerca. Los amigos, los compañeros de trabajo, la familia de la pareja siempre te pueden ayudar y hacer sentir bien si se lo proponen, pero hay momentos en la vida en que necesitas tocar base, volver a aquello seguro, y no hay más que la familia para sentirse a salvo.
  7. Ten miedo. Y extérnalo. Aguantarse el miedo, la angustia, la preocupación, por no afectar a los demás, por mantener la imagen de fuerte, por quedar bien; sólo hará que aquello que te asustaba, te de más miedo.
  8. Olvida el ego y se egoísta. Sí, al diablo los demás y su problemas porque yo tengo los míos. Los demás, llámense papás, pareja, hijos, perro, jefes… no se van a morir sin ti, sin tu oportuna intervención o sin tus sabias palabras. Ayuda cuando puedas, pero cuando la ayuda te rebase y empieces a decaer por ella, haz a un lado todo. Es ponerse la máscara de oxígeno uno, antes que al niño, para no ser inservible al quedar inconsciente.
  9. La vida es un malabar de pelotas: la familia, la pareja, los amigos, la salud, el dinero, el trabajo. Sólo el trabajo rebota, así que déjalo caer cuantas veces sea necesario, pero jamás dejes caer otra pelota por conservar el trabajo girando, porque esa pelota se romperá irremediablemente.
  10. Haz tiempo para ti. Millones de cosas y de gente demandarán tu tiempo y esfuerzo. Haz siempre un hueco para ti. Para tus hobbies, un libro, un video juego, una cerveza SOLO o un café con tu sombra, una película, escribir… cada vez que pienses en qué le hace falta a las demás personas piensa: ¿y a mí?
  11. Y finalmente, como han dicho por ahí: bebe, come, duerme, coge, ríe, baila, canta, sé feliz, haz todo aquello que te haga feliz como si la vida siempre pasar dentro del cuarto de baño que te da tanta confianza para ser libre. Es cierto que las cosas no salen siempre bien, pero eso no es razón para no divertirse y ser feliz.

La vida es corta aún cuando puedas vivir 80 años, hay que disfrutarla y cuando no se pueda por cualquier razón como me pasó a mí, hay que alzar la mano y decir: ¡hey! A mí ya no me parece tan fantástica y pedir ayuda. Nunca hay que pensar que las cosas son así de horribles y no queda de otra, que el trabajo apesta, que viajar es caro, que el tiempo no alcanza. No. Sólo hay que pedir ayuda cuando se necesita y siempre tirar cosas para aligerar la carga. Porque como decía en mis instrucciones […] el viaje es largo, cargar no te deja mirar hacia delante y además jode la espalda.

Y así, me despido con mi nueva y mejorada realidad, declarándome muy muy feliz y declarándome otra vez, Yo.

viernes, julio 27, 2012

Esta ciudad

Se está volviendo insoportable. Circular de modo vehicular (llámese taxi, camión o auto particular) se ha vuelto imposible gracias a las innumerables construcciones, cierres viales sin razón, gente torpe y el alto volumen de automotores que tenemos hoy en día.

Pero ningún sufrimiento comparado con los días que llueve. Que llueve en serio porque ahora llueve todos los pinches días a la hora de la salida común laboral. Como debe de ser. Seguro es una venganza de la naturaleza contra nuestra imposición urbana.

Ahora bien, ¿cuál es el chingado problema? ¿Será que la lluvia inunda partes críticas de las vialidades y de ahí se provoca un efecto dominó de detenimiento en absolutamente toda la urbe? ¿Será la falta de educación vial y de respeto entre conductores? ¿Será una falta de personal de tránsito que controle la circulación entorpecida por esas faltas de respeto vial? O será simplemente que la lluvia contiene esporas de desastre que al ser respiradas por todo el mundo se provoca el caos en masa.

Es que no me lo explico. Tomar el coche bajo una tormenta es prácticamente imposible. Es cierto que es más complicado manejar porque a veces la lluvia es tan fuerte (aquí en al ciudad, no en el campo donde se necesita, aquí a las 6:00 de la tarde no en la madrugada cuando a nadie le importa) que no te deja ver por donde vas y tienes que aminorar la marcha. Tomar un taxi es igual de imposible ya que la gente como que enloquece –a de pensar que se encoge- y llegan a parar taxis para avanzar 2 o 3 calles y no mojarse, además que sería una idea muy torpe ya que al ser un vehículo también, estarías atrapado en el tráfico común y encima, pagando un dineral. Y, por supuesto que los taxistas ni se detienen, según ellos porque los meten al tráfico y luego el pasaje se baja por desesperación, pues sí, lógico. Pero es que ahora con sus rutas establecidas y su elitismo para subir pasaje, tomar un taxi es como contratar una limousine y encima, sin el glamour. Tomar el metro es también imposible. Vuelvo a pensar que la gente debe tener la idea que la lluvia mata y si de por si el metro es un transporte donde fluye la gente como el agua en las cataratas del Niágara, con lluvia es peor. Simplemente no te puedes subir, ya no por la falta de sangre guerrera para colarte entre la gente, sino porque no puedes llegar siquiera a comprar un boleto. Y los camiones… igual que el metro con el defecto de los coches. Parados como todos, cambiando rutas para “evitar el tráfico” y alejándote de tu destino en vez de acercarte, hacinados por la gente con el miedo mortal de mojarse y escasos ya que se encuentran detenidos por horas en el mismo punto sin llegar a la próxima parada.

¿Y qué hacer? Caminar. Patinar. Ir en bicicleta. Claro que eso en esta ciudad también es complicado. En principio porque es una ciudad construida con el culo, y no sólo te mojarás por la lluvia que cae sino por la infinidad de charcos, inundaciones y los miserables coches que te avientan agua estancada para divertirse. A pesar de llevar impermeable es toda una aventura acuática. Los patines son complicados en suelo mojado y Dios te libre de caerte en plena calle porque serás atropellado ipso facto. La bicicleta es uno de los mejores vehículos, pero en lluvia también es complicada, y al no poder ir sobre la banqueta también te arriesgas a cruzar entre los coches aviados de sangre y libertad, que te avientan la lámina yo creo por el coraje de que vas más rápido que ellos, las motos que sienten les roba su espacio exclusivo de los acotamientos –que ellos no tienen porque usar- y nuevamente la destreza en el suelo mojado. Pero cabe mencionar que esta es una ciudad centralizada, y en las oficinas, con nuestra cultura “de 9:00 a 6:00 llueva, truene o relampaguee” –¡JAJA!- el 80% de la gente vive a 2hrs o más de su lugar de trabajo, en transporte. Lo que implica que caminando haría como 5hrs y en bicicleta unas 4hrrs. No es de Dios. No es opción.

¿Qué hacer? ¿Qué hacer con la lluvia? ¿Qué hacer con esta ciudad? ¿Dejar de robar y empezar a planear las cosas sensatamente? ¿Educar? ¿Promover el uso y respeto de vehículo no automotores? ¿Promover el Home Office? ¿Cambiar los horarios laborales? ¿Descentralizar y contratar a personal según su zona geográfica? No sé, pero que desesperación de sitio. De verdad.

lunes, julio 09, 2012

Y nada...

Que no me siento bien. Que quién sabe qué pasó y pareciera que voy para atrás como los cangrejos. Ya no sé si soy yo o los demás, o todo. Ya no sé quien soy yo. Se ha vuelto un poco ridículo todo esto. Es como si me asustara de pronto, gritara y alguien me preguntara ¿qué pasó? – Nada. ¿Entonces porqué te espantaste? – No sé. Y después no se me quita el susto –de la nada- ni con bendiciones.

La pastilla no ha sido mágica, aunque me dijeron que lo sería. Estoy consciente que nunca lo será. Los amigos, más mágicos que la pastilla pero sin surtir un efecto recuperador que permanezca, tendría que comérmelos tal vez.  La familia, no sé si es recuperador o agotador. Me da tanto miedo que se vayan, que no estén, porque muchos no están. Porque todo mi mundo perfecto, sí, perfecto, existe pero está lejos. La pareja, Dios sabe lo que hace la pareja. Recupera, permanece, aguanta pero tampoco cura. Y yo, yo… tendría que poner digamos, la estrella en el árbol de navidad, todos pueden cooperar y sé que yo tengo que dar el “último jalón” pero ¿Cómo? Cómo si cada vez que pienso que lo estoy dando es como un ligazo hacia atrás. Cómo si ha pasado tanto tiempo, porque 5 meses son mucho tiempo y no logro sentirme bien, cómo si las mejoras en ese tiempo se caen en un día y estamos como al principio.

¿Qué necesito? ¿Qué carajos necesito? ¿Cambiar de trabajo? ¿Dejarlo todo? ¿Tomar –como dice Carlos- más tequila y menos Prozac? Mandar todo al demonio y empezar a entender que no puedo controlarlo todo, que por más que quiera lo que tengo y a quienes tengo –incluyéndome- pueden desaparecer en cualquier momento porque así es la vida, porque así es mi vida y pase lo que pase tengo que saber cómo salir adelante. ¿Pero para qué? No me imagino saliendo adelante sin todo eso que “tengo”, sin ellos, sin mí.

Empiezo a ser esa persona que solía conocer y no quien conozco. Siempre me acuerdo de mí antes, cuando no tenía miedo, cuando todo me causaba emoción y asombro, cuando nada me detenía y lo veo tan lejos, tan inalcanzable. ¿Cómo se fue? ¿Quién se lo llevó? ¿Cómo volver? ¿En qué momento dejé de sentirme invencible? Y sobre todo ¿Por qué? ¿Porque no pude hacer nada por salvar a la Yaya? ¿Porque no quise hacer nada para retener a mi hermano? ¿Porque no supe –y no quise- darle su merecido a la pera? ¿Porque tengo muchos círculos abiertos? o muchos cerrados. La verdad es que ya no entiendo nada.

Hay mucha gente a la que quisiera decirle “sabes qué: púdrete” y ya. Pero no sé si eso arreglaría algo. A veces me despierto tan enojada y sin saber por qué pero al menos no me afecta tanto. Días como hoy, como ayer, que amanezco como si la Yaya se hubiera vuelto a morir son de lo más jodido. No me explico qué pasa. No vi nada en la tele, ni me enteré de una mala noticia, ni leí mi antigua correspondencia, ni me senté en mi chupón de chiquita. Sólo me acosté así y amanecí así. ¿Será dolor? Será que no estoy acostumbrada a que las cosas me duelan y… no entiendo que esto sea normal. Por ahí circula el mensaje que los ataques de pánico, la ansiedad, la depresión, no son síntomas de debilidad si no de haber permanecido fuerte durante mucho tiempo. Por Thor que yo he sido muy fuerte entonces. Más fuerte que toda la liga de la justicia junta.

Hice un juego de una imagen en donde tienes que descubrir 3 palabras, las primeras 3 que descubres en teoría te describen. Yo encontré: Honest, Special y Strong. Me sentí tan feliz cuando vi “Strong”. Pensé que si el juego lo decía, si mi subconsciente lo sabía entonces era cierto, entonces no tenía de qué preocuparme porque aunque no lo crea sí soy fuerte. Un día después, lo que es la ironía, sintiéndome mal y pensando en mil y un pendejadas –como debe ser cuando te sientes mal- le enseñé el juego a Jess, y al volver a hacerlo yo la primera palabra que encontré fue “Scared”. Me derrumbé. Será que soy fuerte, pero todo el tiempo tengo miedo. ¿Cómo vivir sin miedo? ¿Cómo dejar de pensar que todo se puede ir al carajo en un segundo? Que no importa lo que hagas ni lo que te cuides o cuides a los demás, hay un destino y se ha de cumplir, cómo dejar de tener miedo a no saber qué pasará mañana y según lo que pase, cómo tendrás que hacerle.

España se acerca y no me emociona, me estresa. Un viaje que planeé desde que regresé de allí hace 7 años, que estamos planeando Jess y yo desde hace 3 y que por fin se realiza y a mí me estresa. No he sido lo suficientemente fuerte para decir “no vamos” y tampoco para decir “vámonos ya”. ¿Por qué me estresa? ¿Por qué se llevaron lo bonito de mí y quién o qué se lo llevó? ¿Por qué ya no soy yo?

Cada año que cumplía descubría una versión mejorada de mí. Con todos mis defectos y manías siempre lograba ser una versión mejorada y esta vez creo que falló la actualización. No a los 30, a los 29. Tal vez mi teoría de esta mañana es cierta, tal vez la Yaya era mi alma gemela y cuando se fue se llevó mi mitad, la mitad fuerte, consciente, pensante, confiada y feliz. Y me quedé con la mitad que no sabe nada de si misma. No sé que carajos hacer para salir de esta montaña rusa, siempre tuve miedo de perder a la gente que amaba y la habilidad de no demostrarlo, pero nunca pensé que una de ellas sería yo, y por Dios cómo me extraño.

martes, julio 03, 2012

El recuento de los 30

1982 – Nací
1983 – Aprendí a caminar
1984 – Conocí a la Miss Susana y tuve mi primer novio Yoshi. Jugábamos en una especie de canoa de metal que había en el kinder y la volteamos. Así nos fue. También me acuerdo del perro de la Miss Susana que mi hermano logró horrorizar.
1985 – Viví el temblor de la Cd. de México, bajo el marco del baño del depto. y bajo el brazo de mi padre que nos protegía a todos con su cara de horror. Un día, nos llamaron, en el kinder de la Miss Susana y nos dijeron que mi mamá vendría por nosotros. Esperamos sentados en una banquita tomando una agua de jamaica sin saber que pasaba hasta que llegó. Se había muerto mi abuelo. Yo lo entendí 4 años después.
1986 – Me culparon de un acto vandálico con unos colores en el kinder y tuve que pagar la condena lavando los baños de niñas.
1987 – Fui capturada haciendo un acto vandálico en el kinder y tuve que pagar la condena lavando las bancas del salón. Es muy probable que en este año haya recibido mi primer triciclo apache.
1988 – Inventé la historia de la mano peluda en el sótano de la cooperativa del kinder haciendo correr a todos los niños y dejando libre la fila. También me colgué de una rama del árbol de margaritas y aterricé sobre algún cristiano que me costó una semana sin recreo.
1989 – Entré a la primaria y conocí a mi primer maestra Hitleriana, la Miss Mary, que me aventó unas cajetillas de cigarros a la cabeza por haberlas llevado vacías, cuando nunca especificó que había que llevarlas llenas, y mi madre, en toda su buena voluntad, las vació pensando que una niña de 6 años nada tenía que hacer con cigarrillos. En ese año un niño gordito llamado Jorge me acusó de algún acto vandálico y le rompí todos sus colores uno a uno, no recuerdo que condena pagué, pero recuerdo que no me importó. El gordo se lo merecía. ¡Ah! Y fue el año memorable en que le pegué al director de la escuela, el señor Cecilio Salmerón porque el muy listo me dijo: “te crees muy importante pegándole a los demás niños ¿no? A ver, pégame a mí” y entonces yo le pegué muy obediente. La cara que puso no tuvo precio. Mi madre aún se pregunta como es que logró que no me expulsaran.
1990 – Cerraron mi escuela el Colegio Champaignat y fui a dar al Magallanes, aún instalado en Mier y Pesado, 7 años, 2° de primaria. El día que me inscribí conocí a Don Polo y Esperanzita su esposa, los encargados de la cooperativa, y mi mamá me compró mis primeros Nerds. El hecho más memorable fue mi primer recreo, me senté en un árbol que ya no existe, sola, abrí mi sándwich y antes de la primer mordida se acercaron Liliana y Jessica; “Hola”. Hola. “¿No tienes amigos verdad?”. No. “Si quieres nosotras podemos ser tus amigas”. Jessica fue la del monólogo, Lili la de la sonrisa cómplice, y Dios sabe lo que pasó después.
1991 – Me arrojé por una ventana durante la clase del profesor de inglés, Raúl. Sólo porque alguien me dijo que no podría hacerlo. Luego aparecí en el salón y terminé la semana en la dirección. Ese año inventé mi versión de calabozos y dragones en una hoja de block con un dado hecho de goma cortado finamente con un cutter que me valió una felicitación del maestro por mi imaginación y un reporte por jugar y distraer en clase. También me gané el premio a bufón por contar los mejores chistes en clase de la Miss Alicia. Ese año tocó el Memory de When I’m 64, último en que mi grupo se coronaría ganador de tal festival antes que los padres de los perdedores lograran quitar la premiación para proteger los sentimientos de los palurdos que no ganaban.
1992 – Tuve mi primer novio, Julio, era el niño nuevo y también se convirtió en mi niño nuevo. Rompí el récord de meses continuos con conducta reprobada y mandaron llamar a mis padres, pero no hubo mucho que hacer, ya que mi historial académico era impecable y el subdirector tuvo la mala suerte de argumentar una cosa por demás estúpida: “es que su hija me ve con unos ojos horribles” y entonces mis padres le perdieron todo el respeto. Me lo pase muy bien ese año, con los talleres y con el Memory de La Sirenita. Un Día en clase de inglés me tropecé con las tablas del piso y se me salió un zapato, dado mi historial delictivo se tomó como una gracia premeditada y fui expulsada de la clase con castigo de planas, pero encontré a mi hermano deambulando por el patio y dada nuestra compatibilidad de letra compartimos el castigo, el tiempo y la conversación, fue algo muy divertido de lo que nadie jamás se enteró.
1993 – El año fatídico de la primaria. Fue el primer año que decidí qué pasaría si dejaba de hacer la tarea y lo hice. No pasó nada. Cuando preguntaban los cuestionarios en orden yo preguntaba la respuesta que me tocaba al de enfrente y al de atrás de modo que tenía colchón de 3 preguntas, nunca se daban cuenta que tenía los cuestionarios en blanco y mi memoria privilegiada me permitía aprender las respuesta suficientes para los exámenes, aunque en los semestrales sí sufrí un poco. La maestra titular era otra vez Hitleriana y no lo pasaba muy bien, mi hermano también había dejado ciertas secuelas y querían ver en mí su versión mejorada pero… yo no era igual, él era Lisa, yo Bart. Después de aquel ligazo que lancé y fue a darle justo en el ojo a Diana García cuando le había apuntado a la boca bostezante, estuve en libertad condicional el resto del año. No lo pasé bien. Tanto estrés me dio ansiedad y estuve algunas semanas enloquecida queriendo correr a mi casa y huir de la escuela, a veces me escondía en el baño para tranquilizarme o hacía que mi mamá se quedara afuera de la escuela en la puerta, pero después de algún tiempo lo superé. Como dice Carlos, a esa edad se supera todo.
1994 – La primaria se acabó. Era el último año. Lo pasé fantástico. Seguía siendo el azote de los ñoños, la capitana de los equipos de deportes, parte de los equipos ganadores de todo, de los torneos de palmadas, kickball, las mini-olimpiadas, no gané nunca el concurso de declamación pero llegué a las finales. Lo pasé bomba en el desayuno de graduación… fue un buen año. Aparecieron los nuevos pesos y empecé a coleccionar las monedas antiguas. También vino la crisis del pelón desgraviado y creo que fue cuando mi papá dejó de viajar.
1995 – Cambio de escuela. Entré a la secundaria en el Colegio de Montaignac. Nuevo lugar, nuevos compañeros, nuevo todo, fue mi último drama infantil producto de una nueva maestra Hitleriana, la Miss Lupita de Historia, conocida por su rudeza, mi primera impresión, malísima, pero después todo fue para bien. En la secundaria se me quitó el espíritu Bart/Nelson, me dediqué a los deportes y empecé con la música. Mi primer año de piano.
1996 – Hice un cohete con papel aluminio y cerillos, otro con botes de jumex y pelotas de tennis, estaba muy orgullosa de mí. Empecé a ser buena en el Basquetball y a participar en varias actividades extracurriculares. Fuera de eso, fue un año flojo. Me dieron mi primer credencial para poder irme sola a la casa, a veces la olvidaba y tenía que esperar a que mi mamá se diera cuenta que no llegaba y fuera por mí, pues no me dejaban salir de la escuela, y claro, en ese entonces no había celulares, ni tenía dinero para una tarjeta telefónica, así que terminé por sacar un duplicado apócrifo que nunca salía de mi mochila, para evitar esas largas y aburridas esperas.
1997 – Cambiaron el plantel enfrente de mi casa. La cosa cambio mucho, la escuela creció y empezamos a tener grados de 3 o 4 grupos, éramos muchísimos y conocí mucha gente. Entré a la estudiantina y me hice amiga de gente con la que nunca me hubiera imaginado llevarme bien como con Montse. Mi vida estaba enfocada a la música y el deporte. Ganamos el primer torneo Wilson de Basquetball, me convertí en capitana del equipo y salimos en el periódico con el trofeo. Mis tardes estaban destinadas a entrenamientos y prácticas de piano en casa de la Yaya, y las novelas en su sillón. Los fines de carne asada y NFL con los muchachos de la casa. El 3°C pasó a la historia como el grupo rebelde, formado por todos los voluntarios que quisimos cambiarnos ahí para poder desahogar el A y el B de tanta gente, éramos un gran grupo, de relegados, rebeldes, liberales y bohemios que ante la negativa de ir a Six Flags el último día de clases escapó a tal parque de diversiones haciendo frente a la autoridad, que siendo fin de curso, no pudo tomar ninguna represalia.
1998 – Se acabó la secundaria e inició la prepa. Fue un año bastante flojo excepto por Samantha, me divertí mucho con la niña nueva. Una de las cosas más memorables fue cuando la Miss Letty me retó a organizar la muestra cultural ya que no paraba de quejarme que era una perdida de tiempo y organicé la puesta en escena del Diario de Ana Frank, fue un éxito, y humildemente, la Miss Letty no tuvo más que felicitarme. Salió muy bien y aprendí que si quieres hacer algo bien tienes que hacerlo tú mismo. Empezaron los talleres de preparatoria y no tuve más remedio que enfrentarme a la maestra que me odiaba y hacer audición para teatro, la hice igual, la pasé y dediqué mis tardes a los ensayos. Fui un gran Diablo naco en la pastorela, lástima que la obra de “Los árboles mueren de pie”, nunca vio la luz debido a la desorganización del equipo. De lo más importante, el primer viaje a Acapulco, y aquella visión que le dijeron a mi hermano y me dediqué a hacer realidad. Ya era una mujer. Una mujer que dedicaba lo poco que le quedaba de tiempo libre al Whata burger, al hockey y a los patines diariamente, con tal de no ir a casa.
1999 – Un gran año. Lleno de cambios y novedades. Se acabó el teatro y no tuve más remedio que entrar a coro así que me pasaba las tardes cantando y acompañando a los compañeros en el piano, platicando con la Miss Carmelita lo mucho que me gustaba y lo poco que quería dedicarme a eso el resto de mi vida. Que mala decisión había tomado. Reprobé matemáticas 3 veces y no pude reinscribirme a la prepa en la mañana así que tuve que irme a la tarde, estaba un poco apanicada. Pero no nos hagamos tontos, lo importante de verdad, aquel 13 de Mayo de 1999 fue ella. Mi primer beso de verdad.
2000 – Terminaba la prepa, yo me sentía superman, y lo tenía todo. La banda caliente, el coche, a ella y… a él. Y destrocé el coche. Mi mamá me dijo que me habían dado una segunda oportunidad, desde entonces a veces pienso si no morí y todo esto sólo me lo estoy imaginando. Empezó la universidad. Aún sin convencerme de estudiar administración me fui a La Salle y pasaba mis días refunfuñando y haciendo pesas en el gimnasio. A pesar que dejé todo en la duela no logré entrar a la selección de basketball. Entrenaba diario, pero a la hora de los partidos tenía que estar en la banca y no lo soporté. Para el segundo semestre ya escapaba de algunas clases y me la pasaba escribiendo en el parque cerca de mi casa, en el gimnasio o en casa de ella. Al término del año con ayuda de mi hermano me cambié de carrera y universidad. La noticia no fue tan mala para mis padres, sorpresiva tal vez. “Nos hubiera gustado que nos comentaras que no te sentáis a gusto” dijeron. Y fue todo. Ese año terminamos. Yo enloquecí, no sé qué pasó, creo que era demasiado para mí. Ella, lloró por 8 horas según dice, hasta que me olvidó para siempre. Ese año dejé de tocar el piano.
2001 – Por fin una carrera que me gusta. Regresé con él. Me lo pasé fantástico, creo que fue un año como estar dentro de una luna loca fumando mota. Viajé, hice nuevos amigos, me reí, me emborraché. Me lo pasé muy bien. Estaba donde quería estar como debía estar, no sé si con quien quería estar. Y descubrí que el sexo y yo no nos llevamos bien.
2002 – Mi primer viaje al extranjero. Por fin salí, me fui a estudiar inglés a Canadá. La experiencia de vivir sola. Bueno, en la comodidad de mi cuarto, mi privacidad, lejos de todo y de todos fue fantástico. Empecé a hablar de nuevo con él, intenté hablar de nuevo con ella. Él me hacía reír, ella me hacía llorar, y sin embargo, yo quería estar con ella.
2003 – Regresé y empecé a idear cómo volver a irme. Regresé con él por 3era ocasión aunque no igual, ya no llevábamos el título, sólo compartíamos el tiempo, era mucho mejor. Pero empecé a hablar de irme y él no quería, hasta que lo dejamos por la paz porque aunque queríamos, no íbamos para el mismo lado. Conseguí mi primer trabajo gracias a Carlos, era aburridísimo pero era algo, y me daba poder porque me daba dinero. Mi primer año de traje sastre y oficina. Tuve algunas relaciones buenas y algunas confesiones, fue un año bueno para el hockey. Mi hermano la conoció. Yo había dejado de pensar en ella, hace tiempo.
2004 – Lo logré. Logré irme de nuevo y a donde siempre había querido, la madre patria, la península Ibérica, España. No sin antes tener algo con ella. Me había llamado. Sonó el teléfono y sabía que era ella, y lo era. Y algo sucedió y creo que lo intentamos, lo intenté, pero por primera vez decidí bien, y aunque le ofrecí irse conmigo jamás ofrecí quedarme y me fui. También lo logré con él, el otro él, el que siempre había querido, y de no ser por él no habría logrado irme a España. Le tengo mucho cariño, pero nunca fue mi novio, siempre será mi mejor amigo. Y me pasé un año memorable. Hundida en el alcohol y la Macroeconomía. Re-conocí a Mariné y me hice de la mejor amiga que uno puede tener, tuve mi primer departamento, me hice responsable de llevar una casa, de vivir sola, y además de hacerlo a miles de kilómetros de casa. Fui muy muy feliz. Pero mis deseos se cumplen y a pesar de la distancia la traje a mí, y volvió y estuvo conmigo en España y volvimos y yo me regresé, pero me regresé por ella, no con ella. Lo feo, mi hermano. Ese año, antes de irme fue cuando él se fue. Un día llegué de la escuela y su cuarto estaba vacío, llamé a mi papá y le dije que se había ido. Esa noche, por primera vez hablé con mi papá sinceramente, borrachos los dos, y le dije: “devuélveme a mi hermano”. Creo que si hoy repitiéramos la escena le diría lo mismo. Alguien quien sea, devuélvame a mi hermano.
2005 – Lo empecé fatal. El aeropuerto me ponía de los pelos extrañando todo el tiempo Madrid, era todo lo que sabía decir, los pocos días que duramos juntas era todo que atinaba a decir: “regrésame a Madrid”. No era su culpa, ni podía regresarme ella. Luego todo terminó como lo había pronosticado, predestinado. Me dediqué a comer panditas debajo de una manta por algunos días y luego me fui levantando. Él obviamente también había desaparecido, y el original, estaba más lejos que el sol. Así que decidí estar yo sola, y por fin, me lo empecé a pasar bien.
2006 – Había terminado la universidad por fin. Busqué trabajo, lo encontré y seguí en mi premisa de seguir sola. Lo cumplí a medias, pues ya no me enfrasqué en ninguna relación pero conocí a mis chicos superpoderosos y no los solté en varios años, sobre todo a Cris. Teníamos una relación como extramarital. Como amigos sin derechos. Para mi funcionaba muy bien, supongo que para él no. Con George era al revés, y para los dos funcionaba bien, pues ninguno buscaba nada más. Fue un año de perderme y encontrarme varias veces. De volver al mundo laboral, de dejar la vida de estudiante y empezar a pensar, ahora sí qué voy a hacer.
2007 – Me había enfrascado ya en el mundo corporativo y me creía importante aunque en un estanque pequeño. La casa empezaba a ahogarme un poco y no hallaba la forma de salirme de ahí, busqué miles de opciones para poder mudarme y vivir sola, era lo que más quería pero no lo lograba financieramente. Conocí a Toño y establecimos una relación bastante disfuncional pero muy divertida, en un momento de locura me habría mudado con él. También regresé a las ligas femeniles y me lancé a Guadalajara a conocer a esa chica que ni idea de qué iba a pasar, fue divertido mientras duró, aunque estaba bien pinche loca. Ese año compré mi primer guitarra.
2008 – Reencontré al Castor. Allá por la era del hi5 un mensaje sin apuro alguno me llevó a la mejor relación de mi vida y además, a conseguir eso que tanto quería: salir de casa. Me mudé con Jessica 3 meses después de empezar a salir y me despedí de mi casa para siempre. La Yaya dijo: “ya volverá diciendo: ¿me admiten?” pero no volví. Mi vida con Jessica ha sido una aventura increíble que no pensé tener nunca. Me establecí, cree un hogar y una familia, cambié. Fue un gran año.
2009 – La empresa ya no me gustaba, el trabajo sí. Me había acostumbrado a trabajar desde casa y era difícil renunciar a esa comodidad pero tenía que hacerlo, tenía que buscar algo mejor. Ser una papa casada tiene sus cosas, ahora había que buscar estabilidad, compartir recursos, planear el futuro. La comodidad tenía que pasar a segundo plano para que nuestros recién nacidos planes pudieran llevarse a cabo. Pasamos por un momento difícil, Jess había renunciado al trabajo que tampoco le gustaba y conseguir otro tardó más de lo esperado. Pudimos salir adelante, aún no sabemos cómo, pero con menos tiempo juntas y una cuarta parte de lo que ganamos ahora, mantuvimos nuestra casa y nuestra vida siempre a flote. Aprendí mucho de esa situación. Aprendí a cuidar de alguien, a hacerme responsable, a sacrificar cosas por otras más importantes y a ver la vida de diferente manera. A veces ser feliz consiste en la capacidad de hacer a otra persona feliz.
2010 – Al diablo con el trabajo. Había decidido renunciar así tuviera que dedicarme a limpiar casas ajenas, pero como el burro que tocó la flauta, abrí mi correo y una entrevista de trabajo que no había solicitado se presentó, y además se presentó en la forma del trabajo de mi sueños, con todas las especificaciones y caprichos que había pedido, así que no tuve más que aceptarlo y al fin conseguí –laboralmente- lo que tanto quería. Ahora, con ambas en un buen trabajo, con una vida cómoda y sencilla la vida parecía un bonito cuadro de Miró, inexplicable, tranquila y llena de color.
2011 – Había empezado mal. En la recta final del 2010 la Yaya había tropezado con un obstáculo así que empecé el año en el hospital. La negligencia de los médicos del Hospital Español nos trajo de regalo de año nuevo a la Yaya con 2 infartos cerebrales. El 2011 le había llevado el habla, el movimiento y parte de la lucidez. Para mí, me había llevado el alma. Después de 6 espantosos meses de ir y venir del hospital queriendo ayudar y sin saber que hacer finalmente nos dejó. Me sentía miserable. Por no haber hecho más –si es que se podía-, por no pasar más tiempo, por no haberla entendido, pero haber deseado que se fuera de una vez para que dejara de sufrir y por haber deseado que se quedara para siempre aunque fuera en esas circunstancias. El 2011 había tenido mi primer encuentro con la muerte y con el duelo, parecía que lo estaba manejando mejor de lo que esperaba, pero lo que me esperaba no era nada bueno. Terminé este año muy enojada, muy triste y muy asustada en el hospital con mi primer ataque de pánico que confundí con un ataque de asma. Odié este año.
2012 – Preparada para el fin del mundo salí el 1 de enero del hospital sin entender bien qué había pasado. Mi salud estuvo del demonio los siguientes meses con una gripa interminable e incapacitante que mantenía mi humor a muy bajo nivel. Regresando de nuestras primeras vacaciones en la playa me dio mi primer ataque de pánico. Creía que me iba a morir. Las noches que pasé en casa de mis papás rezando porque no se me cayera el cielo sobre la cabeza recuerdo que sólo pensaba: sólo tengo que sobrevivir 2 días más, 1 día más, esta noche… hasta que llegara la cita con el Psych y me dopara. “Sobrevivir” porque creía que me moría. Desde entonces se acabó el alcohol y empezó el Prozac. Las primeras noches de Tafil eran como un viaje de hongos en los que no distinguía lo que había soñado de la realidad y por fin entendí lo que le pasaba a la Yaya con esas pastillas. Después de un montón de terapias, hipnoterapias, talleres y cursos mi vida se fue por el rumbo ZEN –no quedaba de otra- y aprendí a meditar para poder calmar todos los demonios que empezaba a descubrir. Sigo en ese proceso. Una teoría muy posible es que me dio la crisis de los 30, claro que de manera inconsciente. No sé si así fue pero sigo trabajando en la crisis sea cual fuere la causa de ella y acerca de los 30, no tengo más que decir que: Bienvenida realidad.