lunes, agosto 17, 2009

Regresiones

Siempre he estado mu orgullosa de mi pasado. Siempre he pensado que tuve una infancia increíble, mucho mejor que cualquier otra etapa de mi vida, aún cuando antes de los "teen" no era conciente de muchas cosas ni tenpia otras tantas.

Me gustaba ir a la escuela, no la ñoñés de ir a estudiar, ni mucho menos levantarme temprano, pero me gustaba ir a ver a mis amigos, varios maestros me caían bien, me encantaban los torneos del recreo, los dulces cuando había campaña electoral de planilla, los jueguitos clásicos mientras esperaba que vineran por mí. ¡Elefante! ¡Un dos, tres por mí! !No quiero ser policía! ¡Yo pateo primero! y así...

Me gustaban las sorpresas, como cuando al salir de la escuela en vez de ir a mi casa, cambiaba el rumbo a casa de la Yaya, cuando mi papá pasaba por nosotros en vez de mi mamá, cuando algún viernes tocaba ir a casa de algún amigo o mis amigos iban a mi casa a comer macarroni & cheese. Pero de lo que más me acuerdo no es de eso, es de los días comunes y corrientes. Todavía hay veces que entro en alguna cocina, y digo: "aquí huele como mi cas en la primaria". Me gustaba esa sensación de libertad al llegar a mi casa, fuera el uniforme y los zapatos, todo el día descalza, con mis jeans y mi playera favorita, siempre prendía las caricaturas y esperaba que el olor a comida recién hecha y casera invadiera mi cuarto. Entonces, iba sigilosamente a la cocina y preguntaba: ¿ya está la comida? y ante un feliz "sí" me tocaba poner la mesa por metiche.

La hora de la comida en mi casa era y sigue siendo una tradición milenaria que implica no pelear, no hablar de cosas horribles como la política y el football, y no ir más allá de lo que alguien quiere decir u ocultar. Comíamos tarde, esperábamos a que llegara mi padre para comer todos juntos, mi hermano siempre se setnaba después y se levantaba antes, y estaba prohíbido levantare a lo que fuera, durante la comida. Me gustaba.

Hoy me dormí en el otro cuarto, donde tengo mis cosas del Barca, mi teclado, a Penélope y toda la decoración que indica que es mi antiguo cuarto. Me dormí casi 2 horas al regresar de dejar al Castor, aprovechando que estoy de vacaciones, y soñ+e cosas muy raras. Soñé que todavía tenía mi pointer, que me encontraba a un antiguo amor y nos íbamos a un bar de muy al sur, que iba a dejar al trabajo a mi mamá, que luego no la encontraba para decirle que me iba de jarra, que un tipo muy alto y muy mamey quiso quitarme la cartera y le ponía una santa madrina que cualquiera pensaría que yo soy Batman, y la recuperaba. Soñe raro, pero lo chistoso, es que en ese estrés de mi sueño, alcanzé a medio despertarme y lo primero que vi fue mi edredón, mis almohadas y creí que estaba en casa de mis papás, sentí una paz increíble, -uf, ya me desperté, ¡qué pesadilla! pero estoy aquí en mi casa, ¿qué hora será? voy a ver dónde anda mi mamá. Fui despertando hasta darme cuenta que obviamente no era casa de mis papás, pero aún tenía la sensación de tranquilidad, quise prender las caricaturas con la misma amsiedad de cuando se te antoja comer pozole, con la sensación de no haber ido a la escuela y amanecer al medio día con el sol en la cara siendo muy inusual en lunes, pensando qué tarea doméstica me pondrían a hacer, y hasta creí oler clado de pollo en la cocina porque como siempre en las vacaciones, tengo gripa.

Por fin salí a la sala que no tiene nada que ver con nada y todo volvió a la normalidad, sin sensaciones, sin regresiones, y lamentablemente sin clado de pollo.

Estoy contenta, hoy me di cuenta que siempre tendré un lugar seguro al que llegar, con mis papás y mi abuela, con mi hermano, con la comida casera, con mi cuarto antiguo llenos de recuerdos, ya sea que tenga que ir a ese hueco en mi memoria, o a 10min sin tráfico, siempre podré correr hacia un sitio de paz y tranquilidad donde era tan feliz y me iba tan bien. Soy muy feliz ahora, con la nueva vida y a pesar de eso, hoy soy muy feliz sabiendo que puedo correr con mi mamá si algún niño me pegó, solamente cerrando la puerta de mi cuarto y respirando bajo mi antiguo edredón.

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