sábado, enero 14, 2006

No es más que un hasta luego...

Cómo cuesta despedirse de alguien, nunca he sido de esas personas que dicen: “odio las despedidas”, la verdad es que a mi me dan igual, creo que son cosas que pasan y punto, sin embargo hay algunas que me han costado mucho trabajo y ahora hay una que me cuesta más.

Siempre he estado del lado del que se va, siempre he dicho adiós y he sido yo la que se da media vuelta y se va a su próxima aventura, ahora me toca a mí quedarme de este lado y ver como alguien emprende la aventura.

Me da gusto por ella, porque vi sus planes desde el principio hasta el fin, porque le ayudé a hacer la maleta, en fin, por muchas cosas me da gusto, y ahora imaginándome la escena peliculesca, ahí en el aeropuerto, viendo su enorme sonrisa mientras los demás esperamos tras la línea que ya no nos deja seguir, sé que la voy a extrañar, y un ch…

Nunca hemos sido de vernos todos los días a todas horas, nunca hemos sido cursis, no nos decimos cosas lindas, ni nos abrazamos, ni aceptamos que nos queremos o que en determinado momento nos hacemos falta, sin embargo sabemos que ahí estamos, sabemos que una y otra siempre va a aparecer cuando se le necesite, como se le necesite y cuanto se le necesite. Tenemos una de esas amistades incondicionales que son difíciles de encontrar en el mercado.

Ahora que se va, sé que las cosas aunque sigan no serán iguales, sé que algo me va hacer falta de una manera u otra, sé que de cierto modo estaré incompleta.

Estoy feliz por lo que hace, por lo que pretende lograr, por lo que va a vivir, por lo que va a aprender, estoy feliz porque la veo feliz y cada vez que la extrañe pensaré en lo bien que debe estar y quitaré una moneda de la pila, que indica cuanto falta para que vuelva.

Recuerdo que yo siempre he dicho que me quiero ir, que muero por hacer mi vida en otro lugar, Montse siempre me dijo que ella no, que no le interesaba salir de aquí, que la verdad, no le llamaba nada la atención y no necesitaba nada que no tuviera aquí, ahora se va, ahora estará a 9 horas de vuelo. Todos emprendemos proyectos, a veces nuestras decisiones nos llevan lejos de lo que conocemos y queremos, pero son las decisiones que más apreciamos porque valen la pena.

Suerte en lo que venga, espero que lo que no sepas lo inventes, que si te caes te levantes, que no pidas ayuda si no la necesitas, que llegues hasta donde quieras llegar aún si este punto se sale de los límites. Espero que todo salga bien.

Recuerda que para límite el cielo y como dijo Buzz, ¡Al infinito y más allá!

Bon Voyage Enano

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