jueves, abril 10, 2008

Sufre sufre...

Nunca entenderé es capacidad que tienen algunos para dejar ir lo que quieren. Soy una romántica sin salvación, muy a mi manera, pero lo soy. Y si quiero algo voy por ello y si no es para mí, lo entiendo y me retiro. Pero querer algo, saber que ahí esta para mí, y darme la media vuelta y dejarlo, no, eso no. Chavos, no son héroes, no es algo padre, ni los hace grandes, es más bien algo muy muy tonto. Por eso admiro está tan conocida obra de Shakespeare, porque al menos ellos se rifaron, y si bien no apoyo el suicidio, si apoyo el darlo todo hasta las últimas. SIN PRETEXTOS.

Nunca entenderé esas personas que terminan con su pareja y se pasan mes tras mes escribiendo lo infelices que se sienten lo mucho que lo extrañan y lo sin sentido que son sus días ahora que no está. Bueno, ¿entonces para que lo botaste? ¡Tú lo decisdiste! lo más digno que puedes hacer es no quejarte mi alma. Si lo quieres ¡quédate con él! ¡coño! malo que no te quisiera pero si te está respondiendo, ¿para que ostias ponerte en la situación de: "te amo pero debemos terminar, buuu"? ¿para qué?. Lo complicado en esta vida es enamorarse de alguien, la verdad que alguien se enamore de ti no es tan complicado, portarse simpático y agradable, sonreir y hablar de algo interesante no es tan complicado, pero caer loca y perdidamente enamorada de la misma persona que lo está de ti, eso sí es complicado, entonces no entiendo cómo hay gente en esta situación. Se adoran, mueren el uno por el otro y derepente, uno de ellos se despierta como de un sueño soporífero y dice: "¡Te amo! pero vete", "¡No puedo vivir sin ti! pero vete" "¡Mi vida será un infierno cuando no estés! pero vete". ¡Y los hay, de verdad! en serio que me cuesta tanto trabajo procesarlo que... hasta me duele la cabeza. Sé que puede haber mil y un razones para terminar con alguien -o tener que terminar con alguien- pero si de evrdad te está costando tanto trabajo superarlo, y de verdad estás tan enamorada del susodicho(a) pues caray, ¡para de sufrir! ¡quédate con él!, perdonale lo que haya hecho, entiende que nadie es perfecto, supera lo que haya pasado y ¡quédate con él!. Si el sufrimiento super el enojo lo que hizo no puede ser tan malo, o la situación no debe ser tan complicada como crees. No sé.

Creo que -de nuevo como toda una romántica- en el amor no importa cómo o porqué hagas las cosas, igual eres de esas personas -como yo- que tiene algún galán(a) de azafata, o sea, que va y viene. Tal vez hayan regresado y terminado 800 veces -por tu culpa y decisión- y ahora en la 801 dices no, ahora sí que lo quiero, pero con que cara voy y le digo que ahora sí lo quiero, me va a mandar al infierno, ¿pues que?, que te mande y que así sea, pero inténtalo, dile, no sabes si él está esperando precisamente que vayas por fin después de tanto rollo a decirle que siempre sí, no sabes si él es el que no se atreve y a hora te toca a ti dar el primer paso, siempre hay que intentarlo, siempre. Porque es de lo más estúpido eso de: "esperé que me llamarás" "yo esperaba que tu lo hicieras" y PONK ya se les fue le tren o duele mucho el tiempo perdido. Pero bueno, nunca hay que dejar de intentar. Y si tarde o temprano se presenta, será por algo, y ¡a tomarlo!.

Simplemente se me hace contradictorio morir de amor por alguien, saber que está al alcance de tu mano y en vez de estirarte y tomar la suya, vagar llorando por los rincones que no está contigo. Se me hace más bien autocompasivo. Que bueno que no fui psicologa. Apesto.

Pues bueno, he esclarecido mi punto. Y es que yo pienso como niña chiquita -muy ad hoc con lo romántico- y en el sentido más práctico creo que si quieres algo -o alguien- y tienes los medios para alcanzarlo pues ¡ve por él! es más, si era tuyo y lo tiraste por la ventana y sigue en el mismo lugar donde cayó y ahora lo quieres de vuelta, ¡ve por él! no te quedes ahí en la ventana como mensa llore que llore porque lo tiraste. ¡Ahí está tarada! todavía... ¡sólo baja y recógelo!.

En fin, just as always me explayé, y just as always sé que no todos somos iguales ni podemos actuar de la misma manera pero en este caso, ¡estaría padre! aunque termináramos como en la guerra de esparta, con un ejército de románticos empedernidos luchando contra el mundo de los que dejan ir, aunque mueran por volver.

Dedicado especialmente a M. esperando que recobre el sentido y le llame. Yo sé que el muere por volver, sé que ha hablado con gente para lograrlo, quitate el complejo de Libertad Lamarque, dile que la regaste, que vuelva y ¡quédate con él! Tarada. Por eso tenemos tantos Santos, porque todos tenemos alma de mártir.

Me acordé de algo, la frase más estúpida que he escuchado en mi vida: Estaba en el balcón, llorando como magdalena y entonces llegué yo y le dije:

- ¿porqué el drama?
- ¡cómo porqué! ¡yo tengo que hacer lo más difícil!
- ¿qué cosa?
- ¡Dejarte ir!

En la madre. Tomando en cuenta que en ese entonces, yo moría por quedarme y se lo había manifestado ese mismo día, era como para escupirle un ojo. ¿Difícil? ¡pues no me dejes ir maldito cabrón! si te estoy diciendo que yo por mi me fugo contigo y me olvido de todo. Pero no, él era el héroe, the Better Man, que maduramente decidía que era lo mejor para mí, JA! y muy a su pesar tenía que dejarme ir. Lo gacho, es que sí lloraba, sí le dolía, sí le costaba trabajo, pero eso no le quita lo estúpido, porque ahí estaba, junto al "amor de su vida", sufriendo por darle una libertad que ella ni siquiera había pedido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que seas romántica sino práctica. Sí, cuánto estúpido drama le ponemos a la vida y por tonterías o por razonamientos que hacemos. Yo, a últimas fechas –años–, decidí, cuando puedo darme cuenta porque a veces no me percato, dejar de tirarme al drama.
A veces le ponemos demasiada crema a los tacos, poniéndole nombre de que lo hago en bien de la otra persona. Pensando en lo que supuestamente es bueno para el otro y más bien sale contraproducente, la dañas más. Blanca

Laura Limón dijo...

Mi pareja y yo varias veces hemos estado rozando la idea de terminar. Pero no por estupidez, sino porque de pronto nuestra relación se vuelve demasiado complicada y dolorosa, a pesar del inmenso amor que sentimos la una por la otra.

Afortunadamente el orgullo sale sobrando y siempre estamos dispuestas a seguir intentándolo.