martes, mayo 20, 2008

No te quedes con nada dentro



Estaba yo leyendo un blog -como siempre- y decía: "...donde el 80% de las veces quien me cita ahí me deja plantada (debería aprender que no tengo que citarme ahí con nadie nunca más). Y recordé cuantas veces he hecho yo eso.

No me eximo de haber dejado plantada a alguna persona alguna vez, bueno, siempre aviso, jamás he dejado a alguien así nada más esperando, ni siquiera por una llamada telefónica, pero de todos modos he roto el compromiso a última hora que viene siendo lo mismo. Pero menos gacho.

Y me surgió la curiosidad de porqué somos así. Tan esperanzados, tan buscadores de ilusiones. Porque a veces sabemos perfectamente cuando algo no va a suceder y sin embargo lo esperamos, dejamos la puerta abierta, el teléfono bien colgado, la agenda libre, lo que sea necesario para que eso que nunca pasa pueda pasar esta vez si es que pasa. Y hay veces que decimos "¡a la chingada!" Y nos largamos y apagamos el teléfono y hacemos todo para que si eso que nunca pasa, llega a pasar vean que no siempre estamos disponibles, y sin embargo, al final del día no se deja de sentir cierto dejo de culpabilidad por haber desaparecido sin previo aviso, y claro, desperdiciar la oportunidad de que eso que nunca pasa haya pasado sin tu estar disponible o pensar que eso que nunca pasa podría haber pasado si hubieras estado disponible. O que simple y sencillamente eso que nunca pasa no debe jamás pasar.

Por ejemplo, -y no me voy a meter en utopías sentimentalescas- yo hago muchos de mis planes con base en mi regreso a España. Quiero decir, puede que no pase, pero tengo tan presente el regreso a España, el sueño de vivir por fin en la tierra prometida y amanecer cada uno de mis días con el sol de Barcelona que, mis compras, relaciones, trabajo, dinero, etc. los enfoco y encamino hacia el otro continente.

Prefiero comprarme un cochecito barato y dejar de pagar mensualidades apra ahorrar e irme.Prefiero no involucrarme sentimentalmente para no romperle el alma a nadie cuando me vaya. Ni rompérmela yo.Prefiero vivir un poco lejos del trabajo que pagar más renta, más cerca. Para seguir ahorrando.Prefiero ahorrar todo el dinero en vez de gastarlo en gadgets, luxury y vacaciones porque cuando me vaya lo necesitaré.Prefiero trabajar en una empresa internacional para buscar la oportunidad de irme por medio de la misma y no sufrir consiguiendo trabajo.

Y así muchas cosas más.

No sé si es algo que de verdad va a pasar, tengo el decreto de que pasará, el deseo y las ganas, hasta los planes y el budget, sin embargo podría no pasar y mientras tanto yo conduzco mi vida solamente por los caminos que lleven a la madre patria. Y si no pasa, de cualquier forma yo tengo el depa lejos, la soltería, el minilmalismo. Como el teléfono bien colgado.

Así somos. Todo mundo haciéndose el racional, cuando en verdad lo que nos distingue es lo soñadores. No pensarían que se nos iba a otorgar la mente nada más para aburrirnos ¿o sí?

Por ahí anda el titiritero, lo puedo ver, sonriendo con esa mueca de concetración característica, moviendo las piezas de la maqueta, a ver que sueños se cumplen y cuales no. Y en que momento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una vez alguien me dejó esperando 3 horas. Ciertamente me pude haber ido a los 40 minutos, pero recuerdo que quise quedarme tan solo para ver a que hora llegaba aquella... Habrá valido la pena? yo creo que no. Seguro esperar requiere paciencia... y una razón. Y no siempre tenemos ambas.

Pero bueno, me estoy malviajando. Buena idea lo de querer irse a la madre patria, pero tambien creo que, mientras estés aqui, deberías de aprovechar y vivir aquello que quizás extrañes cuando te vayas. Eso de vivir en 'stand-by' creo que no es negocio...

Saludos!