Mi analogía de este año es que la vida es como una pared. Vas poniendo y quitando cuadros, la pintas, la tapizas, la despintas, y a veces cuando te subes a una escalera a colgar un nuevo diploma, te das cuenta de la sombra de algún marco o de un clavo camuflajeándose hace tiempo con la última capa de pintura que pusiste, y no recuerdas qué colgaba allí. Así creo que es la vida. Las personas, las fiestas, los éxitos y hasta los fracasos, a veces los pegas en un lugar para recordar lo que no debes hacer y estar orgulloso de lo que hiciste. A pesar de mi filosofía de no arrepentirse de nada, las personas y las acciones - como los cuadros- dejan sombras que ni tallando se borran y clavos que ni con herramientas se sacan, porque puedes arriesgarte incluso a provocar una grieta enorme en la pared. Y qué caso tiene si al final no te estorban.
Volviendo a ciertos pasajes, recuerdo lo mucho que me molesta la gente que borra su pasado. Somos producto de nuestro pasado, producto de nuestras decisiones, ¿Qué sería de nosotros si todo se borrara al caminar? Y cuidado, que no olvidar no significa cargar un peso extra. Es como confundir cambiar con evolucionar, la gente no cambia pero si evoluciona, perdonamos pero no olvidamos. Uno guarda lo que duele, para que no vuelva a doler, pero son esas cosas las que te hacen más fuerte y más sabio. Yo no borro pero tampoco me aferro. Algún día puedo regresar a esa página del libro y estoy segura me sacará una sonrisa, y si es un pasaje triste, recordaré lo que no debo hacer. Hay que tomar las cosas siempre con la mejor actitud y verlas desde la perspectiva más positiva. A veces pasas por ingenuo o por idiota, pero francamente te deja con una sensación mucho mejor.
Este año quiero hacer algo que nunca hago. En un sitio poco frecuente aprendí de una señora mayor la siguiente frase: “LA GENTE BIEN NACIDA ES AGRADECIDA” y es tiempo de que yo agradezca todas las cosas que hicieron fantástico este año y sobre todo mi vida.
Yo agradezco todos mis regalos del 2010:
La visita de Anna que me hizo más feliz de lo que ella imagina.
Las vacaciones de aventura a territorio Chiapaneco, sobre todo en la balsa de corcho, que además fueron las primeras vacaciones en forma con mi Castor.
La visita de mi hermano a la Yaya.
La recuperación de la Yaya después del susto.
Los buenos deseos de todos mis amigos.
La llegada de Carlos después de pensar que no vendría.
El éxito de la fiesta sorpresa del Cas.
El WII después de esperar 2 años.
Mi cumpleaños con todos sus festejos y regalos.
Un trabajo fantástico que no llegó cuando quería sino cuando más lo necesitaba.
Otro año más fuera del nido en un mejorado y confortable hogar.
Otro año más con una pareja IDEAL o IRREAL, no sé que se acerque más.
El éxito laboral y personal.
Los planes a futuro que ya no son solamente míos.
Mi brand-new ahijada y aprender a cargarla. Claro, mi nuevo enfoque hacia los bebetines.
Una boda que rompió paradigmas y me enseñó que más que fuerte hay que ser congruente con uno mismo.
La exotiquísima re-unión familiar que parece va tomando vuelo.
Mi bienvenida formal a principio de año y la fantástica relación con mi familia política. Sobre todo con el suegro.
Haber cumplido la mayoría de mis propósitos, el más importante, logré mejorar mi calidad de vida.
Agradezco sobre todo 2 cosas: tener la bendición de que mis sueños se hacen realidad y claro, todas las personas que están ahí para ayudarme a realizarlos.
No sé si alguien quisiera estar en mis zapatos, pero yo definitivamente no quisiera estar en los de alguien más. Aquí parada en ellos pienso que no podría ser más feliz, ni en otro lado, ni con otra gente, ni con otras cosas. Para el año que viene no pediré nada, haré nuevamente mis propósitos, trataré de cumplirlos todos y hasta el final, y como dicen por ahí, dejaré mis manos vacías para poder tomar todo lo que venga.
Las sombras, los clavos, los claroscuros de mi pared están ahí por algo y ahí se quedarán. Un día el clavo que nunca han podido sacar se caerá de golpe y no sabrán ni como fue, y tal vez no se caiga pero por fin pensarán en algo que colgar ahí, o regresarán un cuadro guardado a su sitio. Yo espero lo segundo, y aunque suene a ir para atrás en este caso no lo es. Por lo pronto ya mandé mi cajita de buenos deseos, eso al menos mantendrá el clavo en su lugar un rato más.
Un gran año, que bueno que se acaba porque el agua estancada se echa a perder. Ahora fuerza para lo que viene, inteligencia para hacerlo bien y tranquilidad para disfrutarlo. A todos agradezco su presencia en las buenas y en las malas, les agradezco más las risas y los abrazos, no les reprocho nada porque creo que todo tiene una razón de ser y en este 2011 juntos o separados que nos vaya poca madre.
Love you all. Cas, love you insane.
Adeu 2010, mis mejores vibras para lo que sigue.
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