Se me ocurrió una reflexión acerca de las parejas. He escuchado a Heart repetidas veces por los últimos 3 días (acabo de comprarme unos discos y me fascina), y hoy en la oficina me asaltó este pensamiento. He aquí mi explicación -desde mi muy humilde opinión- acerca de porqué las parejas no pueden ni deben convertirse en tu vida y tu mundo, pero sí convertirse en lo especial, casi esencial de la misma.
Las parejas son increíbles, sobre todo cuando se logra la conjunción de sentimientos y objetivos, cuando se puede compartir una vida y separarla cuando es necesario sin contrariedades, cuando se puede volver una y otra vez y ver que aunque hayan cambiado muchas cosas, la esencia y el cariño siguen siendo lo mismo, permaneciendo igual.
Cuando llegamos al mundo venimos solos. Conocemos a nuestros padres quizás ya tengamos algún hermano esperándonos, primos, tíos, tenemos un ejército de salvación que velará por nosotros hasta que empecemos a hacer las burradas propias. Al menos la mayoría de nosotros venimos al mundo de esta forma. Crecemos, aparecen en la vida los amigos, siempre hay alguno, el primero con el que hablamos, el primero que nos ofrece un sandwich en la primaria, al que tampoco le gustan las verduras, siempre aparece el "mejor amigo" aparte del grupo y vamos fromando el territorio ACME -como yo lo llamo- donde integramos a las personas más importantes en nuestra vida. Un día bueno de Dios aparece una persona especial, alguien que tiene algo diferente a todos los demás y se convierte en tu pareja. Generalmente hay muchos de estos hasta que un día, a veces tarde, a veces muy temprano, aparece la persona ideal. No imaginas que haya alguien mejor, no imaginas cómo pudiste haber vivido tantos años sin que estuviera contigo, y en algún momento no imaginas cómo sería la vida si se fuera. Pero aún están los demás, aún existen, aún están los padres y los hermanos y los tíos y los amigos. Los amigos... Por eso no puedes mandar todo al diablo porue ya estás con alguien ideal. A lo largo de tu vida forjas todo lo que tienes y eres hoy. Hay cosas que "vienen en el paquete" como la familia, cosas que vas obteniendo conforme vives como la amistad, el éxito, las cosas materiales y finalmente, la última pieza del rompecabezas es la pareja, esa persona genial con la que el escenario cambia de la tierra al paraíso. ¡Pero es la última pieza, no la única! no tienes que destruir el rompecabezas, la pareja aparece para completar tu vida, no para sustituirla. Ese es el concepto que yo tengo para defender el punto de que no está bien desaparecer y desligarte de todo una vez que te comprometes. Desde el principio la idea es la unión ¿o me equivoco?.
Lo importante de escoger a una persona que realmente sea ideal es que es lo último trascendental que harás en la vida, por eso tembién odio que la gente se apresure y empiece con que ya se le fue el tren, que si a los 30 no ha conseguido a alguien se va a suicidar, etc. Es como si yo digo que si a los 30 no tengo un porsche no vuelvo a manejar en la vida, sí así de ridñiculo suena cuando empiezan con esas cosas de "me voy a quedar a vestir santos" uf...
Después de estudiar, crecer, trabajar, después de pasar el nivel de que te den regalos en navidad y empezar a darlos tú, después de conseguir el trabajo de tus sueños, viajar, concer los lugares que siempre habías querido, enamorarte, comprarte una moto, después de que estás justo en el lugar donde querías estar, tener todo controlado y tranquilo en cualquier aspecto, lo único que te falta es la pareja, con eso completas tu vida para que no te haga falta nada más. Si no tienes amigos, ni familia, ni trabajo, ni estás a gusto con nada es seguro que no tienes una pareja, y cuando lo tienes todo siempre terminas por querer tener a alguien con quien compartirlo. Lo que es una realidad es que puedes ser feliz teniéndolo todo sin tener una pareja, de hecho estas cosas son las que te levantan cuando llegas a tener un break up y cosas así. Pero no puedes ser feliz teniendo una pareja y no tener nada de lo demás. Es ridículo. Por eso alguien invetó la frase de: "cuando la pobreza entra por la puerta el amor sale por la ventana", porque "no es suficiente" (ja!) no sólo de amor vive el hombre.
En fin, lo que quiero decir es que una pareja es como la estrella del arbolito de navidad, es el toque mágico, la última pieza del rompecabezas, el último trazo del cuadro. Y ya que es la pieza clave para completar la vida y alcanzar eso que hasta ahora llamamos felicidad, hay que escogerla bien. Por que un árbol con una estrella chueca, un rompecabezas con una pieza que no encaja, o un cuadro con una línea que descuadra, pierde toda su magia.
En conclusión, sin árbol, que es todo lo que nos rodea (la familia, los amigos, la chamba, etc.) no hay estrella, ¿dónde la pones? y sin estrella, el árbol definitivamente se ve muy opaco.
Así que hay que escoger bien, todo llega en su justo momento y las cosas pasan por algo, no hay que apresurarse y echar a perder una obra de arte, no hay que deslumbrarse y perderlo todo por la ceguera de un flash, no hay que conformarse. Jamás. Para hacer brillar a alguien hay que birllar primero, para hacer sentir bien a alguien hay que sentirse bien uno. Para formar una familia debe haber solidez y confianza, amor, y ante todo, sobre todo, seguridad. No me imagino emprender el plan de formar una familia con alguien que no estoy segura que se quedará mañana, y mucho menos con alguien de quien no estoy segura si yo me quedaré.
Así prefiero seguir pasando los años hasta que aparezca alguien -si aparece- que sea realmente ad hoc, antes de cometer la estupidez máxima de amanecer con alguien y pensar: "ay Dios, ¿en que momento terminé aquí y junto a este? o aún peor, lamentarme en esa misma cama diciendo: "porqué no está aquí fulanito..." y sorrajarle un almohadaso a "sutanito" para que deje de roncar.
lunes, julio 23, 2007
miércoles, julio 18, 2007
Del sueño a la realidad
Creo que mi vida está cayendo en el ridículo. Tengo tantas cosas que escribir que no hayo por donde empezar, las ideas se mezclan tan rápido que no podría escribir nada coherente, aunque quizás aunque tuviera una idea clara no la podría escribir coherentemente. Últimamente todo es así. Prefiero mejor entrar en la ficción.
Las últimas semanas he soñado cosas raras. Para salir un poco de la rutina me he dedicado a leer el significado de los sueños, la interpretación, los horóscopos y todas esas chorradas de la astrología. Todo me ha dicho en conjunto que me cuide. La advertencia más reiterante según los "astros" es acerca de la gente. Que no confíe en nadie porque hasta el más cercano podría traicionarme. Que estoy rodeada de envidias. Que mucha gente tiene celos de mí y de lo que hago. Que las personas a mi alrededor quieren hacer competencia desleal. En fin. En pocas palabras debo andar por la vida con el soundtrack de Misión Imposible a todo lo que da. Y yo me pregunto: ¿Habiendo tanta gente en el mundo, los que están a mi alrededor en verdad tienen tantas ganas de joderme justo a mí? No lo creo.
Ayer soñé que mi hermano y yo íbamos a una feria. Nos subíamos a una especie de montaña rusa gigantesca, altísima donde no había un alma y al final el desgraciado cochecito se caía a mitad de la nada e íbamos a parar a una alberca inmensa. Después de rescatar mis calcetines, mi chamarra y mi mochila salí disparada del agua al ver un tiburón dirigiéndose -con toda la intención de comerme- hacia mí. Salí a tiempo para descubrir que mi hermano en la otra orilla no terminaba de salir del agua. El tiburón decepcionado por su ataque volvió el cuerpo de regreso hasta descubrir que mi bro seguía en el agua. Entonces le grité al tarado ese que se saliera de una vez pero se resbalaba y no lograba salir. Dejé mis cosas en la especie de chapoteadero donde estaba parada y volví al agua para distraer al tiburón. Lo logré, el desgraciado animal volvió a mí dejando tiempo suficiente para que aquel saliera de la alberca de una buena vez. Yo nadé lo más rápido que pude y al final salí ilesa también.
Después aparecimos los dos juntos con una amiga de la universidad en una estación de policía al estilo Texas Boundary enfrentando los cargos por daños al parque -por romper la montaña rusa- y a los animales que viven en él -por molestar a Mr. Sharky-. Lo último que hablamos mi hermano yo, empapados, fue acerca del regaño/castigo que nos pondrían mis padres y el regaño de Karlita, mi amiga que no sé que demonios hacía en el sueño.
El fin de semana soñé que Shak tenía un accidente de tren. Yo estaba en una fiesta, de hecho en un tren, con todos los de la prepa y el trabajo. Montse me informaba lo del accidente y me decía que David (Shak) andaba por ahí pero no quería verme porque había quedado muy mal después del accidente. Yo lo buscaba sin encontrarlo pero al final mi mamá lo convencía de ir conmigo y lo veía al fin. Era un monstruo. Había quedado irreconocible. Tenía poco cabello, agujeros en la cara, la piel obscura, un ojo cerrado, una oreja colgando y un brazo más largo que otro, estaba peor que cuasimodo y sólo me sonreía con desesperanza. Lo abracé y me puse a platicar con él. Me contó cómo había sido el accidente aunque ahora ya no recuerdo esa parte. Nos quedábamos juntos en la fiesta y lo que más recuerdo es que cuando estaba cerca de él no lo veía mal, cuando estábamos cerca, bailando, platicando o dándonos un abrazo lo veía igual que siempre, totalmente bien, y pensaba que quizás no le había pasado nada y que todo era producto de la imaginación.
Finalmente nos quedamos solos al final del tren. Me preguntó si aún quería estar con él y le dije que sí, ¿a pesar de cómo estoy ahora? me dijo, yo contesté que a pesar de todo y sobre todo estaría con él, ¿Te casarías conmigo? preguntó finalmente, y yo como tonta de telenovela derramaba la lagrimita diciéndole que sí, que por supuesto, que era algo que había querido y esperado toda la vida. Regresamos a la fiesta para anunciar el compromiso. A partir de entonces no volví a verlo mal, era el mismo de siempre, sano, normal, guapo... como si las cosas buenas que nos rodeaban ocultaran o repararan el daño causado. Todo fue "color de rosa" a partir de entonces. Y desperté.
No desperté feliz, desperté preocupada, ese mismo día las circunstancias me llevaron a sus rumbos, pasé 3 veces al lado de su casa y estuve 2 veces más por los alrededores, el camino al cine, a la fiesta, a todo terminaba por llevarme para allá. No tengo su teléfono, pero ese día lo recordé aunque no llamé, todo el día tuve la sensación de constatar que estaba bien, que no le había pasado nada, pero no lo hice, sigo sin hacerlo, sigo sin saber si está bien. Tampoco sé cómo está mi hermano pero al menos sé perfecto que no se lo comió un tiburón.
¿Que haré? si es que hago algo... tengo un mal presentimiento al respecto de David, en verdad que creo que algo pasó pero... ¿cómo saber? sigo sin recordar su teléfono, no tengo su mail -si es que tiene- sé donde vive pero... quizás haga eso, quizás me estacione lejos donde no me vea sólo para revisar que en verdad está bien. Quizás haga lo mismo con mi hermano. Después de todo, nadie conoce el nuevo coche.
A que mis presentimientos caray...
Las últimas semanas he soñado cosas raras. Para salir un poco de la rutina me he dedicado a leer el significado de los sueños, la interpretación, los horóscopos y todas esas chorradas de la astrología. Todo me ha dicho en conjunto que me cuide. La advertencia más reiterante según los "astros" es acerca de la gente. Que no confíe en nadie porque hasta el más cercano podría traicionarme. Que estoy rodeada de envidias. Que mucha gente tiene celos de mí y de lo que hago. Que las personas a mi alrededor quieren hacer competencia desleal. En fin. En pocas palabras debo andar por la vida con el soundtrack de Misión Imposible a todo lo que da. Y yo me pregunto: ¿Habiendo tanta gente en el mundo, los que están a mi alrededor en verdad tienen tantas ganas de joderme justo a mí? No lo creo.
Ayer soñé que mi hermano y yo íbamos a una feria. Nos subíamos a una especie de montaña rusa gigantesca, altísima donde no había un alma y al final el desgraciado cochecito se caía a mitad de la nada e íbamos a parar a una alberca inmensa. Después de rescatar mis calcetines, mi chamarra y mi mochila salí disparada del agua al ver un tiburón dirigiéndose -con toda la intención de comerme- hacia mí. Salí a tiempo para descubrir que mi hermano en la otra orilla no terminaba de salir del agua. El tiburón decepcionado por su ataque volvió el cuerpo de regreso hasta descubrir que mi bro seguía en el agua. Entonces le grité al tarado ese que se saliera de una vez pero se resbalaba y no lograba salir. Dejé mis cosas en la especie de chapoteadero donde estaba parada y volví al agua para distraer al tiburón. Lo logré, el desgraciado animal volvió a mí dejando tiempo suficiente para que aquel saliera de la alberca de una buena vez. Yo nadé lo más rápido que pude y al final salí ilesa también.
Después aparecimos los dos juntos con una amiga de la universidad en una estación de policía al estilo Texas Boundary enfrentando los cargos por daños al parque -por romper la montaña rusa- y a los animales que viven en él -por molestar a Mr. Sharky-. Lo último que hablamos mi hermano yo, empapados, fue acerca del regaño/castigo que nos pondrían mis padres y el regaño de Karlita, mi amiga que no sé que demonios hacía en el sueño.
El fin de semana soñé que Shak tenía un accidente de tren. Yo estaba en una fiesta, de hecho en un tren, con todos los de la prepa y el trabajo. Montse me informaba lo del accidente y me decía que David (Shak) andaba por ahí pero no quería verme porque había quedado muy mal después del accidente. Yo lo buscaba sin encontrarlo pero al final mi mamá lo convencía de ir conmigo y lo veía al fin. Era un monstruo. Había quedado irreconocible. Tenía poco cabello, agujeros en la cara, la piel obscura, un ojo cerrado, una oreja colgando y un brazo más largo que otro, estaba peor que cuasimodo y sólo me sonreía con desesperanza. Lo abracé y me puse a platicar con él. Me contó cómo había sido el accidente aunque ahora ya no recuerdo esa parte. Nos quedábamos juntos en la fiesta y lo que más recuerdo es que cuando estaba cerca de él no lo veía mal, cuando estábamos cerca, bailando, platicando o dándonos un abrazo lo veía igual que siempre, totalmente bien, y pensaba que quizás no le había pasado nada y que todo era producto de la imaginación.
Finalmente nos quedamos solos al final del tren. Me preguntó si aún quería estar con él y le dije que sí, ¿a pesar de cómo estoy ahora? me dijo, yo contesté que a pesar de todo y sobre todo estaría con él, ¿Te casarías conmigo? preguntó finalmente, y yo como tonta de telenovela derramaba la lagrimita diciéndole que sí, que por supuesto, que era algo que había querido y esperado toda la vida. Regresamos a la fiesta para anunciar el compromiso. A partir de entonces no volví a verlo mal, era el mismo de siempre, sano, normal, guapo... como si las cosas buenas que nos rodeaban ocultaran o repararan el daño causado. Todo fue "color de rosa" a partir de entonces. Y desperté.
No desperté feliz, desperté preocupada, ese mismo día las circunstancias me llevaron a sus rumbos, pasé 3 veces al lado de su casa y estuve 2 veces más por los alrededores, el camino al cine, a la fiesta, a todo terminaba por llevarme para allá. No tengo su teléfono, pero ese día lo recordé aunque no llamé, todo el día tuve la sensación de constatar que estaba bien, que no le había pasado nada, pero no lo hice, sigo sin hacerlo, sigo sin saber si está bien. Tampoco sé cómo está mi hermano pero al menos sé perfecto que no se lo comió un tiburón.
¿Que haré? si es que hago algo... tengo un mal presentimiento al respecto de David, en verdad que creo que algo pasó pero... ¿cómo saber? sigo sin recordar su teléfono, no tengo su mail -si es que tiene- sé donde vive pero... quizás haga eso, quizás me estacione lejos donde no me vea sólo para revisar que en verdad está bien. Quizás haga lo mismo con mi hermano. Después de todo, nadie conoce el nuevo coche.
A que mis presentimientos caray...
lunes, julio 02, 2007
I can't take it anymore
¿Alguna vez les ha dolido el estómago como si se hubieran tragado un destornillador?, ¿Alguna vez han amanecido tan crudos que la cabeza les estalla, siguen mareados y con unas náuseas terribles?, ¿Alguna vez les ha dado una gripe mortal que no pueden ni hablar, tienen fiebre y no son capaces de levantar un dedo?, ¿O quizás alguna vez se han intoxicado con alguna comida y hasta les cuesta trabajo respirar?. Bueno, yo tengo todo eso junto.
La razón por la que tengo todo eso al mismo tiempo -lo cual es indescriptiblemente poco agradable- es porque no sé distinguir la realidad de la fantasía, no logro ubicar donde termina una y empieza la otra.
Hay una enfermedad, síndrome, disfunción o que sé yo cómo se llame, en que la gente no para de decir mentiras y empieza a vivir dentro de ellas, los famosos mitomanos. Dicen tantas mentiras y con tal seguridad que terminan realmente por creérselo y viven su vida como en una realidad alterna, la misma que ellos crean y obviamente no se dan cuenta a partir de que punto se separa su realidad con su fantasía.
Yo no soy una de esas personas. Pero hace algunos años que no sé cómo separar estas 2 cosas, creo que mucho tiempo me instalé en un sueño que me hizo esforzarme día y noche por convertirlo en realidad. Alguna vez lo hice, creo que alguna vez en verdad viví ese sueño, pero a pesar de eso nunca dejó de ser algo onírico, platónico incluso porque jamás pude asentarlo en la realidad como para quedarme con él.
Es muy difícil renunciar a algo, sin embargo creo que cuando lo has intentado todo ya no hay más por hacer. Yo en este momento puede declararme incapaz de seguir adelante. Estoy muy pero muy cansada de luchar con mis demonios y debatir en mi mente el "sí se puede, no se puede, sí se puede, no se puede" etc. Estoy realmente cansada de convencerme de una cosa hoy y partir mi determinación convenciéndome de lo contrario al día siguiente. Esto pasa porque no soy tan fuerte, no tanto como creía ni como creen.
Así como los que están en rehabilitación, cuando dejas de consumir drogas y cosas por el estilo, debes dejarlas por completo, no puedes estar rehabilitado y decir, "bueno, nada más una línea y nunca más". Nunca más es nunca más, no más jamás, porque cada vez que pruebes volverás a caer y siempre será más difícil levantarte. Es extraño traducir estas cosas para las personas, quiero decir, comparar una persona con una droga, pero la verdad es que existen muchos casos así.
Una vez me dijeron: "eres un mal necesario", "como un veneno, que a pesar de saber que no es bueno me hace feliz y no puedo dejar de tomar". Yo me reí y me sentí incluso alagada. Lo resaltante es que cuando tú eres un mal necesario la persona contigo termina por volverse uno también y al final alguien puede perder el control de esta adicción. Una vez yo le dije a alguien: "no debo dejar que esto se me convierta en una obsesión", y fue lo primero que hice.
Esto nunca dejará de ser una historia de amor, no voy a tocar ese terreno porque creo que es lo único que se ha mantenido intacto con los años, un poco maltratado pero puro al fin. Ahora a base de puras tonterías lo hemos convertido en algo insufrible, esto no es más que una fantasía que queremos hacer realidad porque cuando la tuvimos nos gustó, nos gustó "el viaje" pero uno no puede estar de viaje eternamente. Ahora veo que todo esto, todo lo "nuestro" es simplemente una obsesión, la necesidad insatisfecha de ganar, de demostrar que podemos, de defender el estatuto de que el amor lo puede todo, porque si nosotros no podemos estar, quiere decir que el amor no es suficiente, y no queremos creer eso, no queremos comprarnos la idea de que después de todo lo que pasamos, luchamos y defendimos resulta que la razón por la que lo hacíamos no vale la pena. Porque no era suficiente, porque no podíamos basar la historia en lo que más apreciábamos. No, porque entonces no sabríamos que hacer ahora, porque tendríamos que ir en busca de algo que no queremos realmente, porque tendríamos que romper un principio que nos ha durado toda la vida, porque tendríamos que aceptar que el amor no es tan grande, ni tan fuerte, porque tendríamos que resignarnos a que eso no existe, a que nunca lo encontraremos, a que nunca volveremos a sentir lo que sentimos porque en realidad ESE sentimiento no existe. Lo inventamos, lo potenciamos no sé como y por eso no lo podemos manejar. Me cuesta mucho trabajo entenderlo porque es lo único en que creía fervientemente, lo único de lo que estaba segura y ahora no sé si yo me equivoco o se equivoca "él". Porque ya no sé si ese amor existe y somos muy bestias para poder tomarlo y sacarle provecho o es que no existe y todos los problemas que tenemos son porque intentamos crear algo imposible, porque nos aferramos a una ilusión. Estoy vuelta loca, tengo el hígado hecho pedazos y la cabeza hecha un lío. La verdad es que no estoy triste ni mucho menos, simplemente estoy confundida. Quiero aclarar que no estoy plantenado la estupidez de que el amor no existe, por supuesto que existe, y es el sentimiento más bueno y genial, lo que estoy intentando descifrar es si lo que yo sentía era real o simplemente la proyección de un sueño exaltado por la novedad. Porque si nuestro concepto del amor es real, entonces tendríamos que estar por fuerza juntos y si no es real entonces nos equivocamos y feo. Y esa equivocación la verdad sí me duele.
Lo que más me parte de esto es haberme llevado a tanta gente entre los pies y con todo conocimiento de causa, porque hacer sufrir a tanta gente -buena- por un error está para suicidarse.
Cuando le cuento a alguien la historia y la situación empiezan por decirme: "mandalo al carajo" y terminan diciéndome: "ve e inténtalo". Y veo en sus ojos la ilusión de algo que creían leyenda y la esperanza de vivir algo así algún día, aunque sea por un momento. Son de esas miradas como las de los niños pequeños cuando les cuentas: " y vivieron felices para siempre".
Yo creo que nunca voy a descifrar mi dilema pero por primera vez sé que hacer al respecto. Igual que las drogas, simplemente tengo que dejar de probar. Y estoy tan harta de nuestros encuentros siempre cargados de ilusiones rotas que prefiero evitarlos. Antes pensaba que era mejor vernos un ratito, hacer como que nada pasó, comportarnos bien, convivir, ser parte de nuestra vida aunque fuera en ese 2% que nuestra situación lo permitía, prefería un segundo a medias que la ausencia de todo, pero no hay peor forma de torturarte -ni más masoquismo- que estar cerca y saber que nunca lo tendrás. Es peor pensar que lo tuviste ahí a un paso y no lo puedes recuperar. Tan cerca y tan lejos.
Entonces lo ideal es dejar ese 2% que finalmente ni siquiera está completo, porque sólo es "una dosis de realidad sombría", y muchas dosis de esta terminan por desesperar. Creo que lo mejor es dejar de hacernos daño y esos encuentros esporádicos sólo provocan sentimientos encontrados que luego no sabemos, más bien no sé detener. Creo que lo mejor es renunciar a nuestros 5min de confort que tenemos al año para evitar las telarañas en la cabeza, para evitar días de confusión y dilema, para evitar seguir pensando que una fantasía puede ser realidad y evitarnos el coraje de no encontrar la forma de lograrlo.
Tiempo y distancia, lo han dicho desde tiempos inmemoriales. Hay que ponerle tierra a este asunto, pero no de por medio sino encima. Los muertos muertos están. Ir a la tumba a dejar flores y platicar no los revive, eso es tan sólo una ilusión que nos compramos para que duela un poco menos la ausencia.
Esto ya dolió lo que tenía que doler, tuvo de bueno lo suficiente, ya lo disfrutamos -realidad o fantasía- lo suficiente, creo que ya tuvimos suficiente de nosotros para que no sea necesario tener más (aunque su concepto de suficiente sea diferente).
No más. En serio no más. Voy a sacrificar incluso una amistad y eso si me parte, pero después de tantos años, es lo más inteligente que se me ha ocurrido. Y sé perfecto que es lo que mejor futuro me va a traer, y como plus le va a traer.
La luna no es de queso, aunque sea divertido el concepto, creérselo dista mucho de la gracia.
La razón por la que tengo todo eso al mismo tiempo -lo cual es indescriptiblemente poco agradable- es porque no sé distinguir la realidad de la fantasía, no logro ubicar donde termina una y empieza la otra.
Hay una enfermedad, síndrome, disfunción o que sé yo cómo se llame, en que la gente no para de decir mentiras y empieza a vivir dentro de ellas, los famosos mitomanos. Dicen tantas mentiras y con tal seguridad que terminan realmente por creérselo y viven su vida como en una realidad alterna, la misma que ellos crean y obviamente no se dan cuenta a partir de que punto se separa su realidad con su fantasía.
Yo no soy una de esas personas. Pero hace algunos años que no sé cómo separar estas 2 cosas, creo que mucho tiempo me instalé en un sueño que me hizo esforzarme día y noche por convertirlo en realidad. Alguna vez lo hice, creo que alguna vez en verdad viví ese sueño, pero a pesar de eso nunca dejó de ser algo onírico, platónico incluso porque jamás pude asentarlo en la realidad como para quedarme con él.
Es muy difícil renunciar a algo, sin embargo creo que cuando lo has intentado todo ya no hay más por hacer. Yo en este momento puede declararme incapaz de seguir adelante. Estoy muy pero muy cansada de luchar con mis demonios y debatir en mi mente el "sí se puede, no se puede, sí se puede, no se puede" etc. Estoy realmente cansada de convencerme de una cosa hoy y partir mi determinación convenciéndome de lo contrario al día siguiente. Esto pasa porque no soy tan fuerte, no tanto como creía ni como creen.
Así como los que están en rehabilitación, cuando dejas de consumir drogas y cosas por el estilo, debes dejarlas por completo, no puedes estar rehabilitado y decir, "bueno, nada más una línea y nunca más". Nunca más es nunca más, no más jamás, porque cada vez que pruebes volverás a caer y siempre será más difícil levantarte. Es extraño traducir estas cosas para las personas, quiero decir, comparar una persona con una droga, pero la verdad es que existen muchos casos así.
Una vez me dijeron: "eres un mal necesario", "como un veneno, que a pesar de saber que no es bueno me hace feliz y no puedo dejar de tomar". Yo me reí y me sentí incluso alagada. Lo resaltante es que cuando tú eres un mal necesario la persona contigo termina por volverse uno también y al final alguien puede perder el control de esta adicción. Una vez yo le dije a alguien: "no debo dejar que esto se me convierta en una obsesión", y fue lo primero que hice.
Esto nunca dejará de ser una historia de amor, no voy a tocar ese terreno porque creo que es lo único que se ha mantenido intacto con los años, un poco maltratado pero puro al fin. Ahora a base de puras tonterías lo hemos convertido en algo insufrible, esto no es más que una fantasía que queremos hacer realidad porque cuando la tuvimos nos gustó, nos gustó "el viaje" pero uno no puede estar de viaje eternamente. Ahora veo que todo esto, todo lo "nuestro" es simplemente una obsesión, la necesidad insatisfecha de ganar, de demostrar que podemos, de defender el estatuto de que el amor lo puede todo, porque si nosotros no podemos estar, quiere decir que el amor no es suficiente, y no queremos creer eso, no queremos comprarnos la idea de que después de todo lo que pasamos, luchamos y defendimos resulta que la razón por la que lo hacíamos no vale la pena. Porque no era suficiente, porque no podíamos basar la historia en lo que más apreciábamos. No, porque entonces no sabríamos que hacer ahora, porque tendríamos que ir en busca de algo que no queremos realmente, porque tendríamos que romper un principio que nos ha durado toda la vida, porque tendríamos que aceptar que el amor no es tan grande, ni tan fuerte, porque tendríamos que resignarnos a que eso no existe, a que nunca lo encontraremos, a que nunca volveremos a sentir lo que sentimos porque en realidad ESE sentimiento no existe. Lo inventamos, lo potenciamos no sé como y por eso no lo podemos manejar. Me cuesta mucho trabajo entenderlo porque es lo único en que creía fervientemente, lo único de lo que estaba segura y ahora no sé si yo me equivoco o se equivoca "él". Porque ya no sé si ese amor existe y somos muy bestias para poder tomarlo y sacarle provecho o es que no existe y todos los problemas que tenemos son porque intentamos crear algo imposible, porque nos aferramos a una ilusión. Estoy vuelta loca, tengo el hígado hecho pedazos y la cabeza hecha un lío. La verdad es que no estoy triste ni mucho menos, simplemente estoy confundida. Quiero aclarar que no estoy plantenado la estupidez de que el amor no existe, por supuesto que existe, y es el sentimiento más bueno y genial, lo que estoy intentando descifrar es si lo que yo sentía era real o simplemente la proyección de un sueño exaltado por la novedad. Porque si nuestro concepto del amor es real, entonces tendríamos que estar por fuerza juntos y si no es real entonces nos equivocamos y feo. Y esa equivocación la verdad sí me duele.
Lo que más me parte de esto es haberme llevado a tanta gente entre los pies y con todo conocimiento de causa, porque hacer sufrir a tanta gente -buena- por un error está para suicidarse.
Cuando le cuento a alguien la historia y la situación empiezan por decirme: "mandalo al carajo" y terminan diciéndome: "ve e inténtalo". Y veo en sus ojos la ilusión de algo que creían leyenda y la esperanza de vivir algo así algún día, aunque sea por un momento. Son de esas miradas como las de los niños pequeños cuando les cuentas: " y vivieron felices para siempre".
Yo creo que nunca voy a descifrar mi dilema pero por primera vez sé que hacer al respecto. Igual que las drogas, simplemente tengo que dejar de probar. Y estoy tan harta de nuestros encuentros siempre cargados de ilusiones rotas que prefiero evitarlos. Antes pensaba que era mejor vernos un ratito, hacer como que nada pasó, comportarnos bien, convivir, ser parte de nuestra vida aunque fuera en ese 2% que nuestra situación lo permitía, prefería un segundo a medias que la ausencia de todo, pero no hay peor forma de torturarte -ni más masoquismo- que estar cerca y saber que nunca lo tendrás. Es peor pensar que lo tuviste ahí a un paso y no lo puedes recuperar. Tan cerca y tan lejos.
Entonces lo ideal es dejar ese 2% que finalmente ni siquiera está completo, porque sólo es "una dosis de realidad sombría", y muchas dosis de esta terminan por desesperar. Creo que lo mejor es dejar de hacernos daño y esos encuentros esporádicos sólo provocan sentimientos encontrados que luego no sabemos, más bien no sé detener. Creo que lo mejor es renunciar a nuestros 5min de confort que tenemos al año para evitar las telarañas en la cabeza, para evitar días de confusión y dilema, para evitar seguir pensando que una fantasía puede ser realidad y evitarnos el coraje de no encontrar la forma de lograrlo.
Tiempo y distancia, lo han dicho desde tiempos inmemoriales. Hay que ponerle tierra a este asunto, pero no de por medio sino encima. Los muertos muertos están. Ir a la tumba a dejar flores y platicar no los revive, eso es tan sólo una ilusión que nos compramos para que duela un poco menos la ausencia.
Esto ya dolió lo que tenía que doler, tuvo de bueno lo suficiente, ya lo disfrutamos -realidad o fantasía- lo suficiente, creo que ya tuvimos suficiente de nosotros para que no sea necesario tener más (aunque su concepto de suficiente sea diferente).
No más. En serio no más. Voy a sacrificar incluso una amistad y eso si me parte, pero después de tantos años, es lo más inteligente que se me ha ocurrido. Y sé perfecto que es lo que mejor futuro me va a traer, y como plus le va a traer.
La luna no es de queso, aunque sea divertido el concepto, creérselo dista mucho de la gracia.
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